El «Palpati», el encargado de comprobar que el Papa es hombre
266 papas han pasado por la cúpula de la Iglesia Católica, y a todos les han hecho un extraño ritual que sorprende a propios y extraños de la religión.
Aunque el papa viste una túnica blanca (llamada «alba»), algo así como un largo vestido hasta los tobillos, debajo sigue siendo un hombre.
Al repasar la cronología del papado católico, desde los inicios de esta institución no ha habido una sola mujer, o al menos eso dice la historia oficial que relatan desde los archivos vaticanos. Una versión medio mítica narra la historia de la Papisa Juana, una mujer que se hizo pasar por hombre y fue elegida papa, supuestamente con el nombre de Benedicto III, y fue sorprendida en su mentira cuando dio a luz.
La Iglesia Católica niega la existencia de la Papisa Juana y de los palpatis
Para evitar el riesgo de que esto vuelva a pasar, hay un puesto laboral en el vaticano que no muchos quieren, pero que tiene el honor de confirmar que, en efecto, el papa elegido es hombre. Se trata del «Palpati» (nombre no oficial que le puso el escritor español Kiken Mantecón), un siervo católico -obviamente varón- cuyo único cometido es meter la mano debajo del alba y palmar si el prefereti (papable) devenido sumo pontífice tiene testículos.
Confirmado al tacto
Para aquellos fanáticos de las series de televisión, y que se encontraron alguna vez con la serie Los Borgia, que narra la historia de la oscura familia que llegó a dominar el Vaticano a punta de corrupción, se sorprendió con la escena en la que Rodrigo de Borja, ya convertido en Alejandro VI (1492), tuvo que pasar por una silla de madera con un agujero justo en el centro, en donde el palpati realizó su examen para confirmar la masculinidad, antes de sentarse en la silla de San Pedro.
Si todo está en orden, el palpati debe gritar a viva voz y frente a los cardenales testigos presentes: “¡Duos habet et bene pendentes!” (hay dos y cuelgan bien) a lo que los presentes respondían al unísono y aliviados “¡Deo Gratias!” (Gracias a Dios).
La Iglesia Católica tacha de absurdo la historia de la Papisa Juana, y asegura que el palpati es una leyenda popular. Sin embargo, la silla especial llamada sedia stercoraria se expone en el Museo Vaticano.
Hay otras versiones que aseguran que la comprobación testicular se abolió durante el papado de Adriano VI (papa 218, entre 1522 y 1523), lo que significa que 114 papas pasaron por las manos de los palpatis.
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