El Senado brasileño aprobó la rechazada reforma laboral que precariza las relaciones laborales y favorece a los empleadores
Este martes el Senado de Brasil aprobó finalmente la reforma laboral rechazada por los trabajadores brasileños. A su vez Temer sancionó la ley sobre la regularización de las tierras, rechazada por los movimientos y organizaciones sociales del campo.
Por 50 votos a favor, 26 en contra y una abstención, este martes el Senado brasileño aprobó la reforma laboral impulsada por el gobierno de Michel Temer, que ahora sólo necesita la sanción del presidente para pasar a ser ley pese a los intensos reclamos de la población (dos huelgas generales) para intentar frenarla.
La medida es una de las primeras impulsadas por Temer al asumir el poder tras la destitución de Dilma Rousseff y cuenta con el respaldo de los empleadores, la Confederación Nacional de la Industria y la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp).
La aprobación en el Senado, (ya había sido aprobada en diputados en abril), se da mientras Temer está un paso de pasar a juicio acusado de corrupción por la Fiscalía General, lo que podría separarlo de su cargo en poco tiempo. La reforma era para algunos actuales aliados de Temer una de las «cosas a terminar» antes de abandonar al mandatario.
La misma permitirá entre otras cosas que las empresas hagan contratos temporarios para evitar indemnizaciones y elevar la jornada laboral hasta 12 horas, cuando actualmente son de ocho (con la posibilidad de extenderla a 10, sumando dos horas extra).
El promedio de horas semanales de trabajo se mantendrá en 44 como lo es actualmente, pero se administrarán día a día de acuerdo a las necesidades de la empresa, con un tope de 12 horas laborales por día. A su vez contempla la eliminación de las negociaciones colectivas entre sindicatos y empresas, autoriza al empleador a dividir los días de vacaciones anuales en tres veces, reduce un 50% la multa por despido sin causa, crea nuevos tipos de contratos entre ellos el da la «jornada intermitente», con el pago de salarios sobre una base horaria o por jornada, y no mensual, regula el trabajo desde el hogar y abre la posibilidad de negociar hasta el horario de almuerzo.
La reforma también acepta que embarazadas y con bebés lactantes trabajen en lugares insalubres, un apartado que tuvo un rechazo generalizado, por lo que probablemente, estiman en Brastil, será vetado por Temer.
“El objetivo del gobierno es lograr seguridad jurídica para los empresarios”, aseguró Ronaldo Nogueira, el ministro de Trabajo al presentar el proyecto de la reforma. En ese entonces también explicó que la reforma buscaba terminar con “los juicios laborales que atormentan a los empresarios”.
El conjunto de medidas adoptadas con la sanción de esta ley retrotraerá derechos conquistados en Brasil desde el gobierno de Getulio Vargas e implicará una fuerte flexibilización laboral.
Rechazo
«La aprobación de esta reforma significa la vuelta a Brasil de la esclavitud bajo una nueva forma» aseguró el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en el Senado, Lindbergh Farias.
La reforma precariza las relaciones laborales, acaba con los derechos de los trabajadores y solo aumenta la tasa de lucro de los empresarios, consideran quienes la rechazan.
Por su parte el ex titular del Senado Renan Calheiros, del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), como ya había manifestado también rechazó la reforma ya que considera que está «marcada por la perversidad contra los más desvalidos», y ampliará la desigualdad y la injusticia social.
Calheiros también criticó que el Senado siga aprobando leyes mientras el presidente está siendo acusado de corrupción pasiva, mientras no se da la posibilidad de introducir siquiera una enmienda a la propuesta aprobada ya en Diputados.
Antes de la votación un grupo de cinco senadoras intentó frenar la misma al ocupar las sillas de la mesa principal. Encabezadas por Gleisi Hoffmann, la nueva presidenta del Partdo de los Trabajadores, las mujeres se plantaron ante el Senado y el presidente de la Cámara, Eunicio Oliveira, ordenó suspender entonces la sesión y mandó apagar las luces en la sala, para forzar a las senadoras a despejar la mesa. Éstas permanecieron a oscuras en el lugar y finalmente, tras seis horas de suspensión, se continuó con la sesión y los senadores aprobaron la ley.
«Estamos llevando a cabo un acto de resistencia, una protesta política legítima, porque fue la única alternativa que nos quedó para luchar contra la aprobación de una propuesta de reforma laboral que consideramos nefasta para la vida de millones de trabajadores de nuestro país», había explicado la senadora Bezerra, en un vídeo en las redes sociales.
Entre otras demandas, las mujeres exigían la posibilidad de que líderes sindicales acompañaran la sesión. También, la garantía de que todos los senadores, y no solo los líderes, pudieran manifestarse durante la votación y, por último eliminar por lo menos el punto que garantizaría que las mujeres embarazadas y lactantes no estén obligadas a trabajar en locales insalubres.
Regulación de tierras
Por otro lado este martes Michel Temer sancionó la Medida Provisional 759, que pone en marcha medidas de regularización y el Programa Nacional de Regularización de Tierras.
La nueva ley modifica, entre otras normas, la forma en que se otorgan las tierras públicas en Brasil y es criticada por movimientos y organizaciones sociales en el campo por dar prioridad a la tierra la especulación, la deforestación y socavar la reforma agraria.
El coordinador Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) , João Pedro Stedile alertaba cuando la medida se analizaba en el congreso que la misma “entrega, legaliza toda la apropiación de tierras públicas en Amazonas, porque todos aquellos grandes latifundistas que se apropiaron ilegalmente de tierras publicas a lo largo de estos años, ahora, si se aprueba la ley, podrán regularizarla, de una manera mucho más rápida y prácticamente sin costo”.
A su vez señalaba que la medida premite «liberar, estimular a que los asentados beneficiarion de la Reforma Agraria a lo largo de estos 30 años, puedan recibir un titulo individual de su lote, lo que les permite vender las tierras con más facilidad. Y a quién se las venderán?,a los estancieron vecinos ávidos por reconcentrar la propiedad de tierras en Brasil.
Tras la sanción de Temer el MST emitió un comunicado en el que rechaza fuertemente la medida.
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