El Papa Francisco cambia los interlocutores de la Iglesia
Líderes de movimientos populares de varios países tendrán un encuentro con el Papa Francisco en los próximos días 27, 28 y 29 de octubre, en Roma. De Brasil estarán presentes Joáo Pedro Stédile, por el MST y la Vía Campesina, además de representantes de la Central de Movimientos Populares, Levante Popular de Juventud, Coordinación Nacional de Entidades Negras, Central Única de los Trabajadores, Movimientos de Mujeres Campesinas y un indígena del Pueblo Terena.
La carta de invitación está firmada por Stédile y por Juan Grabois, que representa al Movimientos de los Trabajadores Excluídos y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, de Argentina.
El evento es una derivación del simposio Las emergencias de los excluídos, realizado en diciembre de 2013, en el Vaticano, donde Stédile y Grabois participaron.
Denominado Encuentro Mundial de Movimientos Populares, contará además con la participación de 30 obispos “de distintas religiones”, que mantienen fuertes vínculos con el trabajo social y los movimientos populares.
El evento es resultado de la articulación del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, presidido por el cardenal ganés Peter Turkson, con diversas organizaciones populares. Tiene como objetivos analizar el pensamento social de Francisco; elaborar una sínteses de a visión de los movimentos populares en torno a las causa de la creciente desigualdad social y del aumento de la exclusión en el mundo; proponer alternativas populares para “enfrentar los problemas que el capitalismo financeiro y las transnacionales imponen a los pobres, con la perspectiva de construir una sociedad global con justicia social, a partir de la realidad de los trabajadores excluídos”, según expresa la invitación. En resumen, se trata de “discutir la relación de los movimientos populares con la iglesia y cómo avanzar en ese sentido”.
Entre los paneles y talleres previstos se destacan: “Exclusión social y desigualdad”, “Desigualdad social a la luz del documento Alegría del evangelio”, “Doctrina social de la iglesia”, “Medio ambiente y cambios climáticos”, “Movimientos por la paz” y “Articulación de la Iglesia y los Movimientos Populares”.
Es la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa convoca a líderes de movimientos sociales para un encuentro de tres días. No se trata de una simple audiencia protocolar, como la que monitereé en 1980 en São Paulo, al llevar un grupo de sindicalistas, entre los cuales estaban Lula y Olívio Dutra, para un encuentro con Juan Pablo II, en la capillo del colegio Santo Américo.
Hay algo inédito en esa iniciativa: anteriormente los Papas, para debatir la coyuntura internacional, convocaban banqueros, empresarios, hombres de negocio. Francisco, coherente con su opción por los pobres, quiere escuchar a aquellos que los representan, lo cual es un cambio significativo en las características de los interlocutores de la Iglesia Católica.
En su documento Alegría del evangelio (noviembre 2013), Francisco considera el capitalismo intrínsecamente injusto: “En tanto no se elimina la exclusión y la desigualdad dentro de la sociedad y entre los diversos pueblos será imposible erradicar la violencia. Esto no sucede sólo porque la desigualdad social provoca la reacción violenta de quienes son excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto desde su raíz”. (59)
Traducción del portugués: Sayonara Tamayo (ALBA MOVIMIENTOS)
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