Concluye Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas con Latinoamérica en foco
Este martes concluye la primera Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas, en Nueva York y el informe final de CEPAL focaliza a los americanos del sur, sometidos por crecientes contextos extractivos de los recursos naturales.
La Comisión Económica para la América Latina (CEPAL), presentó su informe “Pueblos Indígenas en América Latina: Avances en el último decenio y retos pendientes para la garantía de sus derechos”, donde se apuntan logros pero también difíciles circunstancias presentes y de futuro inmediato para las poblaciones autóctonas.
Si bien han existido mejoras en salud, educación e incluso en la participación política, todavía no existe el respeto al derecho a la consulta previa, sobre lo que ocurrirá en los territorios ancestrales. Los conflictos socioambientales, aparecen regidos todavía por los intereses de los mercados internacionales, y el respeto a las zonas indígenas se da más en los papeles que en la realidad.
CEPAL reconoció los fuertes trabajos desarrollados por los gobiernos de Ecuador, Bolivia y México para reducir la mortalidad infantil en las poblaciones indígenas y enfatizó que en la última década ya “17 países disponen de alguna institucionalidad estatal con el mandato específico de gestionar la salud intercultural”.
La recuperación demográfica, la desaparición y la no inclusión
Entre los puntos interesantes del documento aparecen cambios importantes en el número de las poblaciones indígenas latinoamericanas. En 2006, se contabilizaban 642 poblaciones indígenas y ahora hay 826 comunidades en Latinoamérica, con unos 45 millones de habitantes (el 8,3% del total latinoamericano), por lo que se entiende ha habido una “recuperación demográfica”. Con excepción de Bolivia ha habido un aumento en todos los países, encabezados por México.
Frente a este escenario hay el opuesto: centenas de poblaciones indígenas corren riesgo de desaparecer. Lo peor ocurre en Brasil donde 70 comunidades están amenazadas, el 23% de los indios brasileños. En Bolivia sufren riesgo 13 de los 39 pueblos indígenas y en Colombia hay 35 etnias “en riesgo de desaparición cultural o física”.
“Si a la fragilidad demográfica se suman otros factores de vulnerabilidad socioambiental y territorial, como los desplazamientos forzados, la escasez de alimentos, la contaminación de las aguas, la degradación de los suelos, la desnutrición y elevada mortalidad, por mencionar algunos, probablemente la cifra de pueblos en peligro de desaparición sea muy superior”, detalla el informe.
A ello se suman 200 pueblos indígenas en aislamiento y extrema vulnerabilidad, debido a la explotación exógena de sus recursos, concluyen.
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