Síntomas del infarto en mujeres y claves para reducir el riesgo de muerte
Factores de riesgo cardiovascular: un enfoque preventivo puede salvar vidas de mujeres aprendiendo a identificar las señales tempranas y los síntomas.
Las enfermedades cardiovasculares se mantienen como la principal causa de muerte entre las mujeres, aunque a menudo se perciben como mayormente afectando a hombres. “El infarto no es una enfermedad solo de los hombres”, afirma el Dr. Sergio Tantesio, cardiólogo experto en enfermedades cardíacas que forma parte del equipo médico de MP – Medicina Personalizada. Es crucial que las mujeres comprendan los riesgos y señales de esta condición.
A menudo, el infarto agudo de miocardio en mujeres presenta síntomas más sutiles y atípicos. Contrariamente al típico dolor opresivo en el pecho, muchas mujeres experimentan cansancio inusual, náuseas o dolor en la mandíbula. Este tipo de síntomas puede llevar a consultas tardías y a un subdiagnóstico, complicando el tratamiento temprano.
Características diferenciales en mujeres
Las mujeres suelen desarrollar enfermedades coronarias una década más tarde que los hombres. Según el artículo “Impact of Gender on the Outcome of Acute Coronary Syndrome”, publicado en The American Journal of Cardiology, los estrógenos fisiológicos ofrecen cierta protección hasta la menopausia, retrasando la incidencia en mujeres jóvenes.
Esta protección hormonal termina después de la menopausia, aumentando la incidencia y severidad de las enfermedades cardíacas. Investigaciones como las de “Gender Differences in Coronary Heart Disease” en el Journal of the American Heart Association destacan cómo las comorbilidades asociadas complican el diagnóstico y tratamiento en mujeres mayores.
Prevención y conciencia
La prevención sigue siendo la medida más eficaz contra el infarto en mujeres. “Actuar a tiempo puede salvarte la vida”, enfatiza el Dr. Tantesio. Controlar factores de riesgo como tabaquismo, colesterol, diabetes, hipertensión y sedentarismo es esencial. Dietas saludables y ejercicios regulares son fuertes aliados en esta lucha.
Es vital también que las mujeres estén atentas a síntomas previos menos comunes, como insomnio o ansiedad, que podrían anticipar un problema cardíaco. Estudios de The Lancet demuestran que una educación de calidad y cambios en el estilo de vida son efectivos para mejorar la salud cardiovascular femenina.
El diagnóstico temprano es complicado por la presentación atípica de síntomas. De acuerdo con el Dr. Tantesio, “es importante conocer estos aspectos de cómo se presenta la enfermedad coronaria en la mujer”. Avances en métodos de imagen y biomarcadores están mejorando las tasas de detección, pero la conciencia general sigue siendo baja.
Implementar programas de educación pública para mujeres sobre síntomas y riesgos diferenciales puede ayudar a cerrar la brecha de diagnóstico. La investigación continúa buscando formas innovadoras para mejorar la atención clínica a mujeres con sospecha de infarto.
Cambios en la vida diaria para reducir el riesgo de infarto en mujeres
Reducir el riesgo de infarto en mujeres implica adoptar hábitos saludables que pueden tener un impacto significativo en la salud cardiovascular. Aquí tienes una lista de estrategias diarias:
- Adoptar una dieta equilibrada: Prioriza el consumo de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Limita las grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio.
- Mantenerse físicamente activa: Realiza al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad intensa a la semana, combinando con ejercicios de fortalecimiento muscular.
- Dejar de fumar: El tabaco es un factor de riesgo significativo para las enfermedades cardíacas. Dejar de fumar puede mejorar considerablemente la salud cardiovascular.
- Monitorear y controlar la presión arterial: Revisa regularmente la presión arterial y sigue las recomendaciones médicas para mantenerla en un rango saludable.
- Controlar el colesterol: Realiza exámenes regulares para vigilar los niveles de colesterol LDL y HDL, y sigue una dieta y medicamentos si es necesario para mantener niveles saludables.
- Gestionar el estrés: Practica técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la respiración profunda para reducir el estrés diario.
- Mantener un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de infarto, por lo que mantener un peso saludable es crucial para la prevención.
- Limitar el consumo de alcohol: Beber con moderación o evitar el alcohol por completo puede disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.
- Dormir adecuadamente: Asegúrate de dormir entre 7 y 9 horas por noche para mantener un buen estado de salud general.
- Controlar el azúcar en sangre: En el caso de tener diabetes, es importante gestionar los niveles de glucosa para prevenir complicaciones cardiovasculares.
- Programar revisiones médicas regulares: Realiza chequeos médicos periódicos para detectar cualquier problema de salud relacionado con el corazón a tiempo.
- Informarse y educarse sobre la salud femenina: Entender las diferencias en la presentación y tratamiento de los infartos en mujeres puede empoderarlas para tomar decisiones informadas sobre su salud.
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