Anne Jakapong, empresaria y activista por los derechos trans, es la nueva dueña de Miss Universo

La magnate tailandesa de los medios, Anne Jakkaphong Jakrajutatip, es la nueva dueña del certamen Miss Universo, que había pertenecido al expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Para hacerse con este concurso puso US$20 millones, lo que la convierte en la primera mujer en poseerlo en más de 71 años de historia, anunció su compañía este miércoles.

Jakrajutatip, directora ejecutiva de la empresa de medios con sede en Tailandia JKN Global Group, es una estrella de un reality en su país de origen, donde ha aparecido en versiones locales de “Project Runway”, un concurso sobre diseñadores de moda, y “Shark Tank”, que consiste en un jurado de inversionistas que escuchan propuestas de nuevos negocios. También ayudó a establecer Life Inspired for Transsexual Foundation, un grupo de derechos transgénero sin fines de lucro, ya que ella misma es mujer trans y ha sufrido las vicisitudes de la discriminación.

La compra de Miss Universo, explicó la empresa en un comunicado, “es una adición sólida y estratégica a nuestra cartera” que tendrá como objetivo central “no solo continuar con su legado de brindar una plataforma a personas apasionadas de diversos orígenes, culturas y tradiciones, sino también hacer evolucionar la marca para la próxima generación”.

¿Más apertura?

Trump había mantenido la copropiedad de la Organización Miss Universo desde 1996 hasta 2015, cuando la vendió a la empresa IMG de Endeavour. La organización seguirá siendo dirigida por su actual directora ejecutiva, Amy Emmerich, y la presidenta, Paula Shugart.

Tras el acuerdo con JKN Global Group, el presidente de Endeavor, Mark Shapiro, dijo en un comunicado que está “orgulloso del progreso que ha logrado la organización para convertirse en una plataforma más inclusiva y poderosa donde las mujeres pueden avanzar tanto en sus objetivos comerciales como en su trabajo basado en una causa”.

Este espectáculo aceptó a su primera mujer transgénero en 2018, cuando la española Ángela Ponce, compitió por la corona, pero la llegada de Anne Jakkaphong pone en la palestra la discusión para la apertura gradual y progresiva a más mujeres trans, o incluso personas no binarias.