De 193 países, sólo 10 están gobernados por mujeres
El 90% de los Jefes de Estado y de Gobierno son hombres, al igual que el 76% de los parlamentarios.
La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, dijo ante la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer el martes que hubo una «regresión grave» en el poder político de las mujeres en todo el mundo en los últimos años.
Actualmente las mujeres son totalmente superadas en número por los hombres y representan a menos del 7% de los líderes mundiales y solo el 24% de los legisladores.
El 90% de los Jefes de Estado y de Gobierno son hombres, al igual que el 76% de los parlamentarios. Aunque ha habido un pequeño aumento en la representación de las mujeres en la política, en algunos países más que en otros, para llegar a la paridad se necesitan unos 107 años.
Según las estadísticas de la Unión Interparlamentaria publicadas la semana pasada, el porcentaje de jefas de estado electas cayó del 7,2% al 6,6% – 10 de 153 – de 2017 a 2018. Mientras que el de jefas de Estado cayó del 5,7% a 5.2% – 10 de 193 – en el mismo período.
“A menudo las candidatas, políticas en ejercicio, ministras, parlamentarias, alcaldesas y lideresas comunitarias, enfrentan grandes barreras: desde resistencias dentro de sus propios partidos hasta dobles raseros, y un tratamiento discriminatorio en ciertos medios de comunicación”, dijo Espinosa.
La excanciller ecuatoriana resaltó que algunos estereotipos sociales imponen que, lo que las mujeres llevan puesto o cómo lo llevan, importe más que sus ideas, y que cuando las mujeres se expresan, o ejercen cargos de alta responsabilidad, la sociedad es dos veces más exigente.
“Las mujeres deben demostrar a cada paso que son aptas, capaces, competentes”, dijo y agregó que violencia contra las mujeres en ese medio es un arma poderosa de disuasión, de intimidación, y ocurre con más frecuencia de lo que se piensa: “esta situación es real y debemos actuar para combatirla”.
Pasar de la retórica a la acción
En ese sentido resaltó que la ausencia o subrepresentación de las mujeres en la vida política, impacta de manera directa en el reconocimiento y ampliación de sus derechos, y contribuye a perpetuar la desigualdad en el ejercicio del poder y en los espacios de toma de decisiones.
“Quiero hacer un llamado a la acción. Debemos crear conciencia y sumar esfuerzos para potenciar el liderazgo de las mujeres en todos los espacios. Sin mujeres en la política, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la paz están seriamente comprometidos”, expresó.
“La tarea no es fácil. Pero si alguien sabe de luchas, somos nosotras. Los derechos que tenemos los hemos conquistado en prolongadas e intensas batallas”, dijo y pidió a los Estados que pasen la retórica a la acción, y de las constataciones a las transformaciones.
Para la primera presidenta de la Asamblea General de la ONU la participación de las mujeres en la política debe hacer la diferencia en la manera de gobernar y trabajar por el interés colectivo.
“No solo es un tema de números y estadísticas, es un asunto de calidad, de poder de transformación, de dejar una huella, una estela que abra el camino a las mujeres que vendrán, y a las siguientes”, señaló y aseguró que es momento de que se le de voz también a las jóvenes.
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