Fiscal de Nueva York demanda a la empresa de Weinstein por permitir el acoso sexual
El fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, interpuso este lunes una demanda federal de derechos civiles contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein, su hermano Robert y la empresa que ambos dirigían, The Weinstein Company, tras una investigación por conducta sexual inapropiada.
Tras cuatro meses de investigaciones la denuncia incluye nuevas acusaciones contra Weinstein, respecto al «maltrato despiadado y explotador» que ejercía sobre sus empleados, así como testimonios de éstos como víctimas de acoso sexual, intimidación y otras conductas.
En octubre del año pasado el proderoso productor fue acusado de acoso y asalto sexual dos reportajes que llevaron luego a que decenas de mujeres, entre ellas muchas reconocidas actrices de Hollywood, sumaran nuevos testimonios contra él y revelaran casos de abuso que habían callado durante años.
Tras la ola de denuncias Schneiderman comenzó a investigar The Weinstein Company.
#BREAKING: My office just filed a civil rights lawsuit against the Weinstein Company.
Any sale of the company must ensure victims are adequately compensated, employees are protected, and that enablers of sexual misconduct will not be unjustly enriched.//t.co/VGcDpc2pkT pic.twitter.com/GyHV9pUS72
— Eric Schneiderman (@AGSchneiderman) 11 de febrero de 2018
A través de un comunicado la fiscalía informó que la investigació «revela nuevos y atroces ejemplos de conducta sexual inapropiada de Harvey Weinstein». El texto ejemplifica alguno de esas conductas y menciona la contratación de un grupo de empleadas cuyo «trabajo básico» era acompañarlo a eventos y «facilitarle» las «conquistas sexuales».
El documento precisa que los directivos de la firma tenían «conocimiento generalizado» del comportamiento del productor y que había quejas presentadas por el departamento de recursos humanos de la firma, sin embargo los ejecutivos y el consejo de administración no adoptaron «medidas significativas» para proteger a sus empleados o frenarlo.
«The Weinstein Company (TWC) quebró repetidamente las leyes de Nueva York al no proteger a sus empleados de un acoso sexual, una intimidación y una discriminación extendidos», afirmó Schneiderman. El fiscal pretende una indenmización para las víctimas y presentó la demanda ante la «inminente venta» de TWC, debido a que cree que esa venta dejará a las víctimas sin una reparación adecuada, incluyendo un fondo de compensación.
For 4 months, my office has been investigating the Weinstein Companies—revealing new and egregious examples of sexual misconduct by Harvey Weinstein, and repeated violations of NY law by company officials. pic.twitter.com/Lm9BCh96EN
— Eric Schneiderman (@AGSchneiderman) 11 de febrero de 2018
» Cualquier venta de TWC debe asegurar que las víctimas serán compensadas, los empleados podrán avanzar estando protegidos y ni los autores ni los cómplices se enriquecerán injustamente», afirmó el fiscal.
La fiscalía de Nueva York detalla en su comunicado que el productor amenazaba a sus empelados y que les recordaba su conexión con políticos o sus contactos en los servicios secretos si era necesario «encargarse de los problemas».
El documento también revela que Weinstein contaba con asistentes, en su mayoría femeninas, a las que se imponía contribuir a la actividad sexual del productor contactando a denominadas «amigas de Harvey» o potenciales parejas sexuales.
Además existía un grupo de «ejecutivas» a las que el productor les requería «reunirse» con sus conquistas potenciales y hacerles un seguimiento bajo la «promesa de oportunidades de empleo» para aquellas que «cumplieran», lo que las «degradaba» y «humillaba», expresa la fiscalía.
Weinstein hacía ofertas o demandas de favores sexuales a cambio de avances profesionales en TWC, o para evitar consecuencias adversas, reveló la investigación.
Con respecto a su hermano Robert Weinstein, que era el máximo responsable adjunto de la firma, la fiscalía apunta que «consintió» que Harvey creara un entorno de trabajo hostil y se condujera inapropiadamente en el ámbito sexual con sus empleadas, algo que conocía o de cuya prevención era responsable.
«La cultura del acoso y la intimidación quedó tapada por el secretismo debido a las prácticas de Weinstein y su firma de asegurarse los silencios a través de acuerdos de confidencialidad», concluye el texto.
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