La ONU y Unicef condenan la violación y asesinato de una niña indígena de Colombia que conmueve al mundo

Lamentablemente las estadísticas señalan que todos los días, niñas, adolescentes y mujeres son víctimas de la violencia machista de la sociedad y son abusadas sexualmente y asesinadas. Sin embargo algunos casos, por su crueldad, toman mayor repercusión despertando conmoción e indignación mundial.

Es el caso del asesinato de la niña indígena de 7 años de Colombia, Yuliana Samboni.

Diversas organizaciones internacionales como Unicef y ONU Mujeres manifestaron su condena y repudio.

A través de un comunicado las organizaciones expresan que “rechazan y condenan enérgicamente, a la vez que expresan su profundo dolor e indignación, por el rapto, tortura, abuso sexual y asesinato” de la niña de 7 años.

Unicef extendió sus condolencias a la familia de la menor y se comprometió a continuar trabajando de la mano de las instituciones del Estado, organizaciones civiles y aliados de la cooperación internacional para garantizar la eliminación de la violencia contra las niñas y las mujeres.

El comunicado sostiene que la conducta del agresor “no solo refleja desprecio por las mujeres y las niñas, sino también por la condición socioeconómica y el alto grado de indefensión de la víctima como ha sido el caso de Yuliana”. Y agrega que “el caso de Yuliana es una grave expresión de violencia feminicida y de vulneración de derechos humanos y no puede quedar impune” por lo que solicitan a la Fiscalía de Colombia realizar “una pronta y diligente investigación que provean justicia para la familia” de la niña.

Según cifras citadas por Unicef, durante el 2015 más de 20 niñas fueron asesinadas y más de 40 mil mujeres reportaron ser víctimas de agresión sexual.

“Estas cifras deben poner en alerta a las instituciones encargadas de proteger a las mujeres y niñas y prevenir las violencias basadas en género, y a la sociedad en su conjunto”, concluye el comunicado.

El caso

El caso de Yuliana ha estremecido a Colombia y al mundo entero por la pericia con la que actuó el presunto asesino, quien la raptó el domingo en Bosque Calderón, Bogotá para llevarla a un apartamento donde la violó y estranguló, según informó anoche el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés.

“La causa de la muerte de la menor de siete años corresponde a asfixia mecánica mixta, correspondiente a asfixia por sofocación y estrangulamiento (…). En el cuerpo de la menor se han obtenido abundantes evidencias que demuestran que fue objeto de abuso sexual” , aseguró Valdés en una rueda de prensa.

La niña pertenecía a la etnia indígena Yanacona y había llegado con sus padres a Bogotá hace unos tres años procedente de El Tambo, localidad del departamento del Cauca, de donde fueron desplazados por la violencia del conflicto armado que azota ese país desde hace más de 50 años.

La Organización Nacional Indígena de Colombia repudió el “el atroz crimen contra la niña indígena del pueblo Yanacona”, lamentando que a los 7 años de edad ya conocido «la crueldad y la misoginia producto de una sociedad machista, racista e inequitativa”.

La Policía colombiana arrestó el martes en una clínica de Bogotá a Rafael Uribe Noguera, presunto asesino de Yuliana dado que su cadáver fue hallado en un apartamento del detenido.

El miércoles la Policía Judicial Sijin de Colombia al salir del juzgado envió a Uribe rumbo a la cárcel La Picota en el sur de Bogotá. Los delitos imputados a Uribe son feminicidio agravado, tortura, secuestro simple y acceso carnal violento, a los que el acusado se declaró inocente.

La jueza que lleva el caso consideró que en libertad el acusado podría entorpecer la investigación por lo que deberá permanecer recluido en la cárcel mientras se adelanta el juicio en su contra. Según la fiscalía Uribe Noguera es un peligro para la sociedad, motivo por el que debe ser enviado al centro de reclusión.