Amamantar en público: ¿la sociedad lo acepta?

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda una lactancia materna exclusiva para los recién nacidos hasta los primeros seis meses de vida.  Y luego, la sugiere como complemento de los alimentos hasta los dos años del niño.
Desde hace ya varios años este es un tema de importancia para el Ministerio de Salud Pública de nuestro país que acompaña los consejos de la OMS y realiza campañas para promocionarlo.

Por su parte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también viene realizando un intenso trabajo en cuanto a la importancia de la leche materna en los primeros años de vida.  Recordemos la campaña que realizó junto a Natalia Oreiro en 2013, donde se veía a la artista amamantando a su hijo Merlín con 18 meses.

Sin embargo parece que las mujeres que logran llegar a amamantar a sus hijos hasta los dos años, o más, no son aceptadas por la sociedad ya que cuando una madre da de mamar en espacios públicos es impresionante la forma en que se la mira, sobretodo cuando el bebé ya tiene más de un año.

Parece ser que un hecho tan natural y sano como es alimentar a un hijo logra incomodar a las demás personas.

La mencionada campaña de Oreiro despertó polémica en su momento, hubo quienes la criticaron «por ser irreal», ya que el común de las mujeres uruguayas no logran amamantar tanto tiempo, principalmente por cuestiones laborales, o por considerar que su hijo «ya estaba grande» para tomar pecho.

La cuestión es que amamantar, hasta cuándo y en dónde es un tema de polémica a nivel mundial y todas las madres se sienten cuestionadas por las decisiones que toman. Las que por diferentes motivos dan poco pecho son señaladas como «malas» madres, superficiales, y demás. Mientras que la que dan mucho también lo son ya que muchos consideran que tomar teta hasta «grande» puede perjudicarlos en el futuro, en su independencia, etc.
De todas formas Uruguay en comparación con otros países está avanzado en la aceptación de esta práctica ya que no se ve, como si pasa en otros lugares, que una madre sea invitada a dejar de amamantar en lugares públicos e incluso invitada a retirarse si continua haciéndolo.

Aquí el principal enemigo de las madres que amamantan suele ser la sociedad misma, muchas veces la constante observación o comentarios de las personas las obliga a dejar de hacerlo, o comenzar a hacerlo a escondidas como si se estuviera haciendo algo malo.

El derecho de las madres a alimentar a sus hijos en cualquier sito es tema de discusión en varios países de la región y del mundo, y aún no se logra entender qué es lo que incomoda de esta práctica en pleno siglo 21, donde la exposición del cuerpo esta a la orden del día con solo prender la tele.