Chorizos a la pomarola: La historia de un manjar rioplatense para deleitar en familia
La trayectoria del chorizo a la pomarola es fascinante, y refleja la riqueza de la herencia gastronómica que une a diversas culturas. En este artículo haremos un repaso por la historia del orígen de sus ingredientes y qué dice la leyenda urbana sobre su consolidación como platillo criollo.
La técnica de embutir carne en tripas es un arte que se remonta a civilizaciones antiguas, un método eficaz que se ha mantenido a lo largo de los siglos. Las vejigas y tripas se convirtieron en recipientes ideales, permitiendo el transporte de alimentos en formas rudimentarias pero funcionales.
El chorizo en particular, tiene profundas raíces españolas. Los colonizadores europeos que llegaron a estas tierras trajeron consigo la tradición del chorizo, un término que proviene del latín vulgar «sauriciu» y que es heredero del latín clásico «salsicium». Este legado perdura en los sabores y platos que disfrutamos hoy.
Por otro lado, el tomate, un ingrediente que revolucionó la cocina, es originario de América y fue rápidamente adoptado por la culinaria europea, especialmente en Italia. En este contexto, surge el término «pomarola», que se refiere a una rica salsa hecha de pomodoro —que significa «manzana de oro», gracias al color dorado de las primeras variedades cultivadas.
La combinación de chorizo y tomate dio vida a uno de los platos más queridos del repertorio criollo: el chorizo a la pomarola. Este plato, potente y sustancioso, es perfecto para los días fríos, ofreciendo calor y satisfacción. Sin embargo, su oferta se ha reducido en la actualidad, en un mundo cada vez más consciente de la salud y el bienestar.
El chorizo a la pomarola aparentemente no tiene un origen aristocrático. Se dice que nació en ambientes más humildes, como canchas de fútbol y bodegones, donde se cocinaba al calor lento junto a una mezcla de tomates, cebollas, pimientos y especias, sirviéndose de la olla a medida que los clientes lo demandaban.
Aunque muchas historias giran en torno a su creación, el verdadero origen de este delicioso platillo permanece rodeado de misterio, añadiendo un atractivo adicional a su rica historia culinaria.
Es comprensible que algunas personas sientan un poco de aprensión al intentar preparar este platillo, ya que, si no se elabora correctamente, puede resultar pesado debido a la cantidad de grasa que contiene. Por esta razón, es fundamental blanquear el chorizo, es decir, hervirlo previamente. Este simple paso ayuda a eliminar el exceso de grasa, garantizando que el resultado final sea mucho más ligero y agradable al paladar.
Este platillo es una opción excelente para reuniones y celebraciones, especialmente si necesitas atender a un gran número de personas sin que el presupuesto se dispare. Además, se trata de una receta accesible, sencilla y rápida de preparar y reutilizar, lo que la convierte en una elección ideal para cualquier ocasión.
La mejor receta para hacer chorizo a la pomarola
Ingredientes:
500g de chorizos criollos
1 cebolla grande, finamente picada
2 dientes de ajo, picados
1 pimiento rojo, en tiras
1 pimiento verde, en tiras
500g de tomates maduros, pelados y picados
Aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Orégano seco
Ají molido (opcional, para dar un toque picante)
Instrucciones:
1. Comienza calentando un chorro de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio.
2. Una vez caliente, añade los chorizos criollos y dóralos bien por todos lados. Al estar listos, retíralos de la sartén y ponlos a un lado.
3. En la misma sartén, incorpora la cebolla picada y los ajos. Sofríe hasta que la cebolla esté translúcida y fragante.
4. A continuación, añade los pimientos cortados y cocina hasta que estén tiernos. Este paso aporta un sabor vibrante al plato.
5. Incorpora los tomates picados y cocina a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, hasta que la mezcla se convierta en una salsa espesa y deliciosa.
6. Agrega sal, pimienta, orégano al gusto y el ají molido si prefieres un toque picante. Revuelve bien para que todos los sabores se integren.
7. Vuelve a colocar los chorizos en la sartén, cubriéndolos con la salsa. Cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos, permitiendo que los chorizos se impregnen con los sabores de la pomarola.
8. Finalmente, sirve caliente, y acompaña el plato con pan crocante o arroz, ideal para disfrutar cada bocado.
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