El auge del oro en tiempos de crisis
El interés en el oro reside en su condición permanente de valor reserva. Este rasgo es el que posibilita su demanda sostenida y prácticamente inalterable a lo largo de los siglos. Podríamos decir que constituye uno de los pocos elementos plenamente resistentes a los efectos de la inflación. Es por ello que, en períodos de incertidumbre o volatilidad como, por ejemplo, el período post pandémico, su adquisición se ha acentuado de un modo especial. En apenas unos pocos clics cualquier persona puede hacerse con una onza de alrededor de 30 gramos, por un precio aproximado de 2000 euros.
Aunque el oro se destaca como un recurso altamente demandado en 2023, en realidad su protagonismo ha experimentado un crecimiento desde hace años. Además existen diversas fórmulas de inversion, desde la tradicional compraventa hasta incluyendo, por ejemplo, el trading de oro con CFD, que sin embargo presenta riesgos y características que es necesario que el trader en cuestión conozca. En general, podríamos decir que a los metales preciosos les va mucho mejor a nivel de activos de inversión cuando a la economía convencional le va peor. Sólo debemos echar un vistazo a los diferentes factores de inestabilidad que se han generado durante los últimos años entre los que se incluyen el coronavirus o los conflictos geopolíticos.
En situaciones en las que este tipo de variables amenazan con desbaratar los mercados convencionales es cuando los inversores se desplazan hacia lo físico, a lo seguro, esto es, el oro. Hoy por hoy sigue siendo uno de los activos que más garantías de seguridad ofrecen en tanto que los inversores pueden llevar una pieza de oro consigo, con la certeza de que esta no se evaporará o desaparecerá sin más al otro lado de una pantalla, siempre que el método de inversión sea la tradicional compraventa, es decir, se posea el oro en sí.
¿Dónde reside el valor del oro exactamente?
Estamos hablando de un bien que acumula una importante tradición milenaria y que, en contra de lo que a menudo se tiende a pensar, es mucho más que el material del que se hace la moneda. En realidad, el oro es la base para emitir dicha moneda. Su excepcionalidad radica en que no se puede comparar con ningún otro tipo de material siendo reconocido en cualquier cultura como el mineral más precioso entre los minerales preciosos. Por supuesto, esto también se traduce en el rango de precios. El valor de su onza oscila ene torno a los 2.000 euros, una cifra bastante alejada de los 21 de la plata.
Si bien es cierto que el valor de ambos experimenta fluctuaciones con el paso del tiempo, en el caso de la plata estas se suceden de un modo mucho más abrupto con curvas acrecentadas en las que tanto las subidas como las bajadas se producen en espacios de tiempo muy reducidos. Este rasgo hace que invertir en plata entrañe más riesgo pero que, por otro lado, brinde más oportunidades a aquellos usuarios que desean especular.
Inversores en metales preciosos: ¿cuál es su perfil?
Tanto los inversores que optan por el oro como aquellos que lo hacen por la plata presentan un estilo especialmente conservador. Esto significa que, en general, presentan una visión a medio o largo plazo. En el caso de ambos materiales, convencionalmente, se tiene arraigado el precepto de que aquellas inversiones que superan los cinco, ocho o diez años, aseguran un valor al alza. Es por ello que los usuarios que operan a este nivel siempre suelen separar lo que, con toda certeza, no van a necesitar de su capital para usarlo en este tipo de estrategias. Por otra parte, dadas las características como valor refugio del oro, en una gran parte de los casos, este tipo de inversiones se utilizan como garantía de protección ante posibles procesos inflacionarios presentes o futuros o situaciones coyunturales de inestabilidad.
Adquisición de oro para inversores
Aquellos que nunca han hecho este tipo de inversiones suelen preguntarse el modo en que se obtiene este material o los procesos de control que hay alrededor de este tipo de transacciones.
En general, los proveedores especializados lo suelen ofrecer tanto en formato de monedas como de lingotes. Los establecimientos con licencia y reconocidos brindan la máxima seguridad pues suelen trabajar directamente con las casas oficiales de emisión de moneda.
En el caso de las monedas, estas deben ser de curso legal y en el supuesto de que adquieran los metales de vendedores privados, estos se certifican previamente en laboratorios para acreditar su autenticidad. En cuanto a los procesos de envío (en caso de que la inversión se realice a través de una plataforma online), se llevan a cabo a partir de empresas que aseguran los traslados y certifican su entrega en el lugar pactado.
A pesar de que convencionalmente los inversores en oro han sido conservadores, en la actualidad, este tipo de operaciones se han hecho más comunes entre aquellas personas que desean diversificar sus carteras. Uno de sus principales puntos fuertes también reside en su flexibilidad. Hablamos de un material que puede adquirirse de forma fraccionada (con lingotes que van desde un gramo, a cinco, 20, 250 o 1 kilo) por lo que no es necesario hacer inversiones de capitales muy elevados.
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