Semana mundial de lactancia materna en el Hospital Británico
Las Licenciadas en Enfermería, Raquel Grosso y Silvia Corgo, son integrantes del equipo de Maternidad del Hospital Británico, y explican sobre la importancia de apoyar y acompañar a las futuras madres desde el inicio del embarazo hasta la lactancia. Su dedicación y experiencia se reflejan en el compromiso de brindar cuidados integrales que van más allá de lo clínico, abarcando el aspecto emocional y educativo.
Durante las primeras semanas del embarazo, momento en el cual las futuras madres tienen su primer encuentro con la clínica de lactancia a través de la consulta de enfermería en la policlínica especializada, se ofrecen clases para la preparación del nacimiento, creando un espacio donde se imparte conocimiento, se brinda apoyo emocional, se fomenta la contención y el reconocimiento mutuo, expresan las licenciadas.
En el Hospital Británico, se promueve lo que ellas denominan «contacto inicial», subrayando la importancia de establecer vínculos desde el primer momento. Este compromiso se refleja tanto en los partos naturales como en las cesáreas, donde la presencia y el respaldo de estas profesionales son fundamentales.
Las especialistas comentan que en la etapa de internación posterior al nacimiento se convierte en un escenario donde encuentran a mamás primerizas enfrentándose a las incertidumbres y dudas propias de la formación de una nueva familia. Es aquí donde su papel va más allá de lo puramente clínico; brindan apoyo emocional, contención, educación y compañía, creando un entorno propicio para la tranquilidad y la confianza.
No menos importante es el acompañamiento a madres que ya han experimentado la maternidad en el pasado. Reconociendo la diversidad de lactancias y la singularidad de cada recién nacido, Grosso y Corgo aseguran que todas las experiencias son únicas y merecen un respaldo personalizado.
Incluso para aquellas mamás que por diversas razones no desean o no pueden amamantar, el respeto es la piedra angular de la atención. Desde su perspectiva profesional y humana, se ofrecen diversas opciones para que el proceso de alimentación sea disfrutable tanto para la madre como para el bebé. El mensaje claro es que alimentar es un acto de amor, independientemente de la forma en que se lleve a cabo.
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