Netto: Tenemos que doblar el brazo de la desigualdad, ese es el lugar en el que tenemos que encontrarnos todos
El presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Wilson Netto, expresó que la repetición, un antiguo instrumento de contralor de calidad de los estudiantes, no está aportando nada.
“Tenemos todo el derecho a ponerlo en tela de juicio, en función de que se van construyendo otras estrategias, formatos y herramientas que permiten un acompañamiento mejor y revierten situaciones de dificultades de aprendizaje que reposicionan a los jóvenes con mayores oportunidades dentro de sus trayectorias educativas”, sentenció Wilson Netto en entrevista exclusiva con LARED21.
-En cuanto a las trayectorias educativas se puede decir que en la actual administración se han conquistado importantes logros con respecto al pasaje de escolares a educación Media. ¿Cuáles son los números concretos?
-La política de protección de trayectorias es importante describirla como trayectorias continuas, completas y protegidas.
Los centros educativos públicos siempre han estado abiertos, nacimos con ellos y nuestros padres nacieron con ellos, pero eso no ha sido garantía de que realmente el derecho a la educación pueda materializarse.
Los egresados de las escuelas, correspondiente a los años 2015, 2016, 2017 y 2018, han sido 123.324 estudiantes que hoy están distribuidos en tercero y cuarto año de educación Media.
Hemos realizado un trabajo articulado a nivel territorial con educación Primaria y Media (Secundaria y UTU) que nos ha permitido generar un instrumento que se denomina “Pre inscripción”, a través del cual en el segundo semestre los estudiantes de sexto año de escuela, con sus maestros, ya tienen intervenciones a nivel territorial con presencia de educadores de enseñanza Media, y sus familias, para definir el lugar en que les interesaría que sus hijos continúen en el primer año de educación Media.
De ese modo se ha logrado, en más del 90%, cumplir con las expectativas iniciales de los padres. Luego hay una distribución menor al 10% en la que se debe seguir trabajando.
Asimismo existe una confirmación que tiene que realizar la familia y es acompañada por un grupo de actores, dentro de los centros educativos, que han tomado el rol de seguimiento de trayectorias, con grupos de orden territorial, que acompañan el proceso y tienen un protocolo de acción, el cual va desde llamadas telefónicas y visitas al hogar, para solucionar junto con otras instituciones las dificultades que puedan existir y poder facilitar la presencia de los jóvenes dentro del sistema educativo.
Esto ha hecho que la globalidad de los niños que salen de la escuela, ingrese a primer año de educación básica, dejando atrás un problema porque teníamos algunos miles de chiquilines que salían con el pase de la escuela, pero nunca llegaban a un centro educativo de educación Media.
Este seguimiento de trayectorias nos permite una transformación del sistema, en función de las dificultades que se encuentran en ese seguimiento.
Es decir: ¿Qué elementos dentro del sistema no permiten una trayectoria adecuada de los jóvenes? ¿Qué elementos tenemos que trabajar? ¿Qué acompañamientos tenemos que generar? ¿Qué formas de organización nueva tenemos que construir? Pero, también nos permite un nuevo diálogo, con información muy potente, con otras instituciones nacionales, locales o con base territorial, para solucionar dificultades que allanen esta presencia y lograr un adecuado tránsito dentro del sistema educativo.
-¿A qué instituciones se refiere?
-Tenemos, dentro de las comisiones descentralizadas de ANEP (Primaria, Secundaria, UTU y Formación Docente), una Unidad Coordinadora de Integración Educativa que tiene dos perfiles: uno socio-educativo y educativo y un perfil social que aporta el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), y que compone un equipo de cuatro personas que contribuye a trabajar con todos los referentes de trayectorias que están dentro de los centros educativos.
El MIDES es un socio muy importante, y luego actores locales, gobiernos departamentales y Ministerio de Salud, que permiten acompañar estos procesos.
En este marco también hay un conjunto de situaciones de acompañamientos como, por ejemplo, las becas, con una contribución importante del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP). De las casi 20.000 becas que se están otorgando, la mitad las aporta INEFOP.
Asimismo hay un conjunto de espacios de formación que están convocando a los jóvenes y muchas veces a sus familias, para construir comunidad en torno a la importancia de que esos jóvenes estén dentro del centro educativo y tengan una trayectoria adecuada.
Es cierto también que dentro del sistema hay modificaciones importantes que permiten destrabar o cambiar una cultura de centros que estaban preparados para un sistema con un carácter más selectivo, a este que es más integrador, y eso genera tensiones de distinto tipo porque hay concepciones, visiones ideológicas, posturas y formaciones que seguramente están ocurriendo en todos los centros educativos del país.
Una presencia muy fuerte de docentes ocupados de acompañar el proceso educativo de los jóvenes, otro conjunto de docentes muy centrados en sus disciplinas por su propia formación, y seguramente debilidades en ambas situaciones que pueden ser puntuales, menores, pero inciden en la dinámica global de un centro educativo. Por ello estamos discutiendo, desde la administración, cuáles son los elementos que debilitan ese proceso de aprendizaje dentro de los centros educativos.
-¿Considera que el debe aún está en Secundaria, donde se debería centrar más la atención?
-Es más complejo. Entiendo que en un momento existían modalidades o formatos de ordenar el conocimiento diferentes entre Secundaria y UTU, por el trabajo en base a proyectos de resolución de problemas.
Hace diez años, en todas las propuestas educativas de UTU no se podía terminar un ciclo educativo si no se presentaba un proyecto, se lo defendía y se intervenía en la comunidad con una acción concreta solucionando un problema. Hoy, esto se ha superado con la presencia del Plan Ceibal, de una gran disponibilidad tecnológica, nuevas metodologías y formatos de trabajo que está llevando a una universalización del trabajo basado en proyectos, del trabajo basado en resolución de problemas.
Es una metodología que pone en una forma pro activa a los estudiantes, los vincula con el conocimiento desde otro lugar. La educación en sí toma dos sentidos: uno de los jóvenes hacia el conocimiento y luego ese conocimiento aplicado a la respuestas, a algunas situaciones y generando capacidades que están más allá de los clásicos escritos u orales que tradicionalmente el sistema educativo sostuvo como formas de evaluación.
-Me gustaría hablar sobre la educación Inicial. ¿Al finalizar la administración se logrará el objetivo de alcanzar la universalización de la educación de los niños de cero a tres años?
-Las competencias dentro de la administración son desde tres años en adelante. Tres años no es obligatorio, y sí pasa a serlo en cuatro y cinco años.
La educación ya está universalizada en cuatro y cinco años. Hoy el desafío que tenemos es universalizar el acceso a la demanda en tres años.
Venimos cumpliendo muy bien con los requerimientos de las familias de incluir a sus hijos de tres años dentro del sistema. Entre todas las instituciones que contribuimos a que los niños de tres años estén en un espacio formativo, planificado e intencional, ya estamos por encima del 76% que era una de las metas que nos habíamos propuesto para este año.
Hay que continuar avanzando y vamos a estar en condiciones de poder hacerlo.
Luego, del nacimiento hasta los tres años hay una dinámica muy importante que está fuera de la gestión de ANEP, pero que comparte espacios de análisis discusión y formación.
Uruguay ha logrado construir un marco curricular, de cero a seis años, que aporta al conjunto de las instituciones, estén dentro o fuera de ANEP, a un trabajo con cierta coordinación y lógica en todo el proceso. Estamos viendo cómo a través del MIDES y del Instituto Nacional del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) cada vez más los barrios y las zonas de mayor requerimientos se están dotando de Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF), con una presencia formativa que permite atender esa realidad.
Repetición
-Quisiera analizar un tema que se está discutiendo y que se refiere a si es necesario eliminar la repetición escolar y liceal.
-Venimos trabajando, es un proceso.
Siempre ha estado en discusión el lugar pedagógico y hoy tenemos evidencia suficiente como para poder decir con claridad que no opera como una herramienta de orden pedagógico.
También es verdad que estamos haciendo un planteo de estas características en un Uruguay que ha superado un conjunto enorme de dificultades. En la actualidad, ya es un problema resuelto el tener un lugar físico para que todos los jóvenes tengan la posibilidad de participar en la educación Media. Pero hace 15 años este tema era un problema a trabajar.
También nos permite generar otras estrategias la cantidad de grupos que se han generado en educación Media, que permiten una presencia mayor de este nivel educativo en muchos puntos del interior del país con grupos en un número adecuado para poder trabajar.
38.000 vínculos laborales nuevos dentro de la administración permiten nuevos perfiles que apoyan y acompañan las trayectorias de los estudiantes.
Todo este conjunto de situaciones, sumado a otros elementos de accesibilidad resueltos para que los jóvenes se acerquen e ingresen al sistema educativo, nos acerca a que hoy, cuando hacemos un seguimiento personalizado, vemos que hay muchos chiquilines que transitan el primer año de educación Media y repiten. Al año siguiente vuelven a transitar y vemos dificultades en estrategias diferenciadas para poder recuperar situaciones o replanteos de orden pedagógico para apoyar y generar aprendizaje, transitan el año y vuelven a repetir. Si bien es menos de un tercio de lo que pasaba hace cinco años atrás, tenemos una dificultad y se puede predecir un abandono. Si esto lo sumamos a alguna repetición anterior en Primaria, entonces es un combo en el cual claramente direccionamos su salida del sistema.
En calidad educativa hay que hacer una operación muy sencilla, que es: organización del conocimiento, del centro educativo, interacción de los jóvenes con conocimientos relevantes y permanencia del joven para poder trabajar y generar un proceso de aprendizaje. Si esta presencia no está, entonces no podemos hablar de calidad educativa. Seguiremos en un sistema selectivo que solo brinda posibilidades de desarrollo a algunos, y otros se quedarán sin la posibilidad de vincularse con las estructuras de conocimiento, por no desafiarnos a encontrar estrategias y formas de acompañamiento diferentes a los que tradicionalmente han sostenido el sistema educativo.
Por tanto, hoy es importante la presencia de todos. También hay que entender que la diversidad, en una sociedad integradora, hay que verla como un gran desafío desde el punto de vista profesional y la pedagogía ha empezado a tallar. Tenemos muchos informes desde el punto de vista sociológico, pero la pedagogía ha comenzado a revertir caminos de desigualdad dados desde el comienzo.
Hay un conjunto de instrumentos que se están llevando adelante y que son muy positivos para los jóvenes, que les permiten avanzar en las trayectorias educativas y hay uno, particularmente tradicional, y muy respetado por el sistema, porque operaba como un contralor de calidad, que es la repetición pero que no está aportando nada.
En ese sentido, tenemos todo el derecho a plantearnos que hay que ponerlo en tela de juicio, en función de que se van construyendo otras estrategias, formatos y herramientas que permiten una acompañamiento mejor y revierten situaciones de dificultades de aprendizaje que reposicionan a los jóvenes con mayores oportunidades dentro de sus trayectorias educativas.
-¿Cómo hacer, entonces, cuando se comprueba que un niño o adolescente no ha logrado incorporar los conocimientos necesarios?
-Cuando uno apuesta a una educación uniforme, apuesta a un conjunto no nominado. El sistema sobrevivió así durante años, es decir: un conjunto no nominado que avanza y otro conjunto no nominado que queda fuera del sistema. Entonces, cuando aparecen dificultades de aprendizaje, que son temas que están cargados en la persona (superadas las dificultades de enseñanza), el sistema no operaba desde el punto de vista profesional para intervenir y hacerse responsable de un supuesto fracaso escolar, sino que el fracaso escolar también estaba centrado en la persona.
El desafío en el que nos encontramos hoy es el siguiente: ante una dificultad de aprendizaje, plantear estrategias desde el punto de vista pedagógico que reviertan la situación y permitan un acompañamiento mayor. O sea, pensar que a la debilidad de aprendizaje, que es del sujeto, el sistema le puede trasladar el fracaso escolar también al sujeto, quiere decir que profesionalmente estamos débiles en herramientas para poder operar.
Tenemos que plantear el desafío de encontrar nuevos espacios profesionales desde el mundo de la pedagogía y, en forma interdisciplinaria, conformar grupos que permitan abordar esas situaciones y generar nuevas formas de organizar el conocimiento, adecuaciones curriculares que permitan reconocer las capacidades de los jóvenes y que a veces el sistema tiene incapacidad de ponerlas en evidencia.
Un sistema de evaluación que mire integralmente el desarrollo de los jóvenes y no solo en forma fragmentada, por disciplina, es un elemento que nos permite decir que estamos en una situación material con muchas cosas resueltas y otras a trabajar. Estamos en un momento conceptual interesante, donde los colectivos docentes están caminando hacia nuevas estrategias dejando atrás viejos recursos, como por ejemplo la repetición.
-¿Repetición que sería eliminada tanto para Primaria como educación Media?
-No se trata de eliminarla, sino de entender que la repetición como tal tiene que estar acompañada de una estrategia adecuada para reiniciar valiosos procesos educativos, y hoy lamentablemente opera como un desestímulo y factor de abandono.
Tenemos que ver cómo vamos a continuar en este proceso de trabajo que hoy estamos mirándolo por ciclos y dando más tiempo en función de esa diversidad para adquirir determinadas competencias, y que está dado en función de que el Uruguay tiene un marco curricular de referencia nacional que establece un perfil de egreso en el último año de educación Media.
Ello nos permite replantear formas de reorganización y evaluación del conocimiento.
Estamos discutiendo el tema, porque están dadas las condiciones para que se desarrollen instrumentos que ya comienzan a operar en el sistema. Nuestra intención es que se universalicen, tomando el lugar de viejas estrategias que no dan los resultados esperados.
Educación para el futuro
-Días pasados visitó Uruguay el vice consejero de Formación Profesional del Gobierno Vasco y profesor de Formación Profesional, Jorge Arévalo Turrillas, quien planteó que dentro de poco tiempo aparecerán puestos de trabajo que en la actualidad no existen -que tendrán que ver con la robotización y automatización-, para lo cual se deberá formar a los estudiantes. ¿Qué es lo que está haciendo ANEP al respecto?
-El Uruguay ya está trabajando. Nosotros, en el último documento de “Transforma Uruguay” expresamos una intención clara de universalizar, como una formación transversal, todo lo que tiene que ver con ciencias de datos y aprendizaje automático.
Hace más de diez años se generó en Uruguay un hecho importante que es el Plan Ceibal, el cual dotó de amplia tecnología y permitió que los profesores, que venían desarrollando la metodología en base a proyectos, pasaran a estar dotados de equipamiento necesario como para poder llevarlo a la práctica.
La presencia del Plan Ceibal permitió, en conjunto con ANEP, desarrollar metodologías que hoy han ocupado las aulas del país en su conjunto. Esta tendencia a la universalización, permite que niños muy pequeños ya estén programando y diseñando trabajos en base a proyectos.
Uruguay, generalmente tenía un tiempo de diez años para que le llegaran tecnologías que estaban ocurriendo en el primer mundo. Hoy, esa distancia se acortó y tenemos niños y jóvenes que están generando competencias basadas en estos requerimientos que también planteaba Jorge Arévalo.
El hecho de estar integrándonos en una red global de aprendizajes, desarrollando competencias vinculadas al trabajo colaborativo, basado en el pensamiento crítico y a generar que uno tiene capacidades y posibilidades de vincularse con el conocimiento para intervenir ante un problema, es un cambio de actitud en la formación ciudadana y es una construcción de subjetividad diferente a la que Uruguay tradicionalmente sostenía y matrizaba las voluntades de estudio posteriores o las vocaciones, y que en la actualidad tiene un impacto enorme.
Uruguay se distingue de la región por tener a nivel nacional una disponibilidad de trabajo y una permanente tensión en cómo poner en juego nuevas formas de enseñanza con un uso intensivo de la tecnología que está desarrollando competencias en niños y jóvenes y que si sacamos el mundo específico académico en estas temáticas, está por encima de la media de la sociedad.
Estoy convencido que cualquier niño que transita la escuela y que cualquier joven que transita educación Media tienen competencias desarrolladas en estas temáticas referidas a cómo abordar y decodificar el mundo actual y futuro y cómo intervenir en el mundo del trabajo, superior a la sociedad que no está involucrada específicamente a estos temas en la academia.
Nos estamos preparando con una formación transversal que tiene dos grandes líneas: A nivel de políticas de lenguas con la universalización del idioma inglés, y por otro lado en este formato de ciencias de datos y aprendizaje automático que se visualiza en el pensamiento computacional, en arte y diseño. Un conjunto enorme de situaciones que están recorriendo transversalmente las aulas y nuestros niños, pero también dentro y fuera del centro educativo, y generando capacidades que el sistema antes no forjaba, y hoy es una realidad.
Estas capacidades el mundo adulto no las tiene y si bien valora la necesidad de tenerlas, muchas veces es muy crítico. Como los sistemas de evolución no han encontrado cómo poner en evidencia la importancia de estas capacidades que hoy se están desarrollando, es un proceso en el cual nos encontramos, a veces se visualiza el sistema educativo con debilidad, cuando en realidad está otorgando a niños y jóvenes competencias que el propio mundo adulto no tiene.
-Debo reconocer también que el profesor Arévalo destacó que Uruguay está por encima del promedio de los países de la región.
-Todos los referentes de los sistemas educativos del mundo que vienen a Uruguay nos ponen como un ejemplo en la región y no solamente en la región. Porque hay trabajos y construcciones que estamos haciendo con otros países del primer mundo. Cómo aprovechar al máximo las capacidades tecnológicas que Uruguay tiene, y que otros países del primer mundo tienen, construyendo estrategias de orden pedagógico diferentes a la educación tradicional, es una co-construcción que estamos realizando con otros países del mundo. En ello están: Holanda, Canadá, Australia, Finlandia y algunos estados de los Estados Unidos.
Estamos trabajando en forma conjunta para poder encontrar respuestas a estas incertidumbres que no solo tienen que ver con la sociedad y el trabajo, sino también con los modelos de educación que las sociedades van a poder desarrollar para atender estas situaciones. No está resuelto el tema educativo en ningún lugar del mundo para poder abordar esto.
Por ello nos desafiamos, porque tenemos la condiciones de co-construir, con otros países, nuevos formatos, organización y metodología que permitan poner el conocimiento desde otro lugar, con una intensidad importante de presencia tecnológica pero con una mediación pedagógica fundamental.
La tecnología es fundamental, pero también está demostrado en el mundo que tiene que existir mediación pedagógica. El docente sigue siendo, afortunadamente, el eje central del trabajo en el desarrollo de aprendizajes. La tecnología por sí misma contribuye, pero no logra los espacios de aprendizajes deseables.
Las investigaciones muestran que es necesaria una mediación pedagógica. En eso estamos: cómo construir herramientas, metodologías y formación en los equipos docentes. Este es un problema mundial para poder hacer un uso intensivo de la tecnología mediado por la profesión docente y que genere aprendizajes relevantes de calidad, en función de los conocimientos que hay que desarrollar hoy, porque a veces la sociedad se mira con aquellos conocimientos relevantes de los años 60 del siglo pasado y no con los de hoy, porque son los que el mundo adulto conoce, valida y valora.
-La administración está en su último año. ¿Quedan desafíos para este período y también para el futuro?
-Concebimos la educación como una parte muy importante de la sociedad, que tiene que tener visión de Estado. A veces uno se entristece cuando se la toma como botín político y cuando eso ocurre hay un bajo respeto hacia los estudiantes y sus familias.
Tomamos la educación como una concepción de Estado, más allá del gobierno que claramente hoy tiene responsabilidad nacional y a nivel de la educación.
Para nosotros no es un último año, sino un año que continúa, un proceso en la búsqueda de disminuir la desigualdad, de encontrar nuevos caminos desde el punto de vista pedagógico que apoyen realmente a que la educación esté presente en todos y cada uno, de que la diversidad se reconozca en función de romper el modelo uniforme del sistema que profundizaba las desigualdades.
Debemos asumir que estamos dotados de condiciones, que en la región nos toman como referencia para los nuevos desafíos que tenemos por delante.
La invitación es a todo el colectivo docente y actores de la educación a continuar trabajando en ese sentido. Eso es un elemento altamente positivo.
Es el último año de una gestión, pero es un año sumado a otros o períodos donde se ha trabajado en el marco de un proceso que ha dejado a Uruguay en condiciones de educabilidad superiores.
No hay duda que desde el 2005 a la fecha cambiaron las condiciones de educabilidad en el país. Basta recorrer los territorios, hablar con la gente y visualizar la presencia educativa no solo por los edificios, sino por todo el rol que desempeñan en sus comunidades, que poco tiene que ver a lo que existía diez años atrás. Si buscamos el bien común, ese proceso debe continuar.
Siempre invitamos a discutir de educación con tiempo, con serenidad con fundamentos…
-…Lejos de la campaña electoral.
-Lejos de los titulares y las soluciones mágicas y a veces uno se aburre escuchando siempre lo mismo en los últimos 20 años y no generando las posibilidades de debatir entre todos sobre los verdaderos problemas en los que tenemos que trabajar.
Tenemos que doblar el brazo de la desigualdad. Ese es el lugar en el que tenemos que encontrarnos todos. Las desigualdades sociales en las que tenemos que seguir trabajando y el rol que cada una de las sociedades tenemos que tomar y el Estado en su conjunto para poder hacerlo.
Nos encanta el hecho de poder hablar de educación, intervenir y escuchar otras miradas. Hemos estado más de cuatro años de puertas abiertas para recibir propuestas, pero no nos ha llegado ninguna.
No ha llegado ninguna propuesta concreta sobre alguna situación en particular, pero sí estamos rodeados de titulares, de cosas que sería bueno hacer. Hay que tener la responsabilidad suficiente de encontrarse con esta realidad.
-¿Cuál sería el desafío de aquí a fin de año o a comienzos de 2020?
–Hay que avanzar en los procesos en los cuales estamos. Hemos logrado hacer un relato de todo lo logrado y de lo que tenemos pendiente como sociedad.
Hemos logrado, en acuerdo con la Universidad de la República (UDELAR), la Universidad Tecnológica (UTEC) y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) comprender que las trayectorias educativas, iniciativa que ANEP tomó con fuerza, tienen que extenderse a los niveles terciarios de educación y estamos trabajando en un observatorio común, en conjunto con UDELAR. Tenemos que tender a universalizar, a generalizar el acceso a la educación Terciaria, porque es allí donde están los conocimientos y la formación adecuada para lograr transformaciones importantes en el país.
Tenemos responsabilidades en la educación Inicial y Media. Pero tenemos que verlo en ese contínuo.
El mayor desafío es seguir trabajando, encontrar diferentes estrategias que respeten la diversidad para que todos estudien y aprendan y tengan, independientemente del lugar donde les tocó nacer o las dificultades que afectan la subjetividad que cada uno construye en el avance de su propia vida, la posibilidad de acceder a los niveles terciarios de educación.
Ese es uno de los grandes desafíos y seguiremos trabajando desde todos los ámbitos para que eso ocurra.
-Muchas gracias.
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