Economía uruguaya se contrajo 1,4% en el segundo trimestre de 2023: PIB del agro cayó 27%
Las autoridades aseguran que la caída en la economía se debe a los efectos de la sequía. El sector agropecuario fue uno de los más afectados.
La economía uruguaya enfrentó desafíos significativos en el segundo trimestre, principalmente debido a la sequía que afectó al sector agropecuario y tuvo repercusiones en otros sectores económicos.
La economía del país registró una disminución del 1,4% en el segundo trimestre en comparación con el trimestre anterior, según datos desestacionalizados proporcionados por el Banco Central. Esta caída, que alcanza el 2,5% en comparación con el mismo período del año anterior, se atribuye principalmente al devastador impacto de la sequía, que provocó una caída del PIB del sector agropecuario superior al 27%.
Además, el sector de la producción de energía también experimentó un retroceso significativo, con una disminución interanual de casi el 12%.
El impacto de la sequía en los indicadores económicos
La sequía que afectó a Uruguay en el segundo trimestre tuvo un impacto devastador en el sector agropecuario. Las condiciones climáticas adversas redujeron drásticamente la producción de cultivos y la cría de ganado, lo que resultó en una disminución del PIB agrícola del país en más del 27%.
Esta situación puso de manifiesto la vulnerabilidad de la economía uruguaya a eventos climáticos extremos y resalta la importancia de la diversificación económica para mitigar riesgos similares en el futuro.
Además del sector agropecuario, la construcción se contrajo 6,6%, mientras que la industria se redujo en un 1,5% en términos interanuales en el segundo trimestre. Estas disminuciones pueden atribuirse en parte a las dificultades económicas generadas por la sequía, que afectaron la demanda y la producción en diversos sectores.
A pesar del aciago escenario, el sector de transporte y comunicaciones logró un crecimiento del 2,5% en el segundo trimestre, destacando su resiliencia en un entorno económico adverso. Este crecimiento puede atribuirse en parte a la adaptación rápida a nuevas formas de trabajo y comunicación durante la pandemia, lo que impulsó la demanda de servicios relacionados con la tecnología y las comunicaciones.
En contraste con otros sectores, los servicios profesionales y la administración pública experimentaron un aumento del 3,5% interanual en el segundo trimestre. Este crecimiento refleja la importancia de estos sectores en la economía uruguaya y su capacidad para adaptarse a desafíos económicos.
En cuanto a la demanda, se observa un aumento significativo del 4,8% en el consumo de los hogares en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, la inversión disminuyó un 7,6% durante el segundo trimestre, lo que puede atribuirse en parte a la incertidumbre económica y las condiciones climáticas adversas.
Las exportaciones también se vieron afectadas, registrando una caída del 6,3%, especialmente en el sector agrícola. Por otro lado, las importaciones experimentaron un aumento del 7,5% interanual.
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