UPM enfrenta nuevas sanciones por derrames en arroyo Sauce: Siete multas en primer año de operación
La planta de UPM en Pueblo Centenario continúa bajo la lupa del Ministerio de Ambiente luego de varios incidentes ambientales que han resultado en cuantiosas multas.
El Ministerio de Ambiente está evaluando la imposición de dos nuevas sanciones a la empresa UPM por un reciente derrame de contaminantes en el arroyo Sauce, vinculado a las operaciones de su planta ubicada en Pueblo Centenario.
Las multas sugeridas alcanzan un valor de 190,000 dólares, equivalentes a 4,500 unidades reajustables. Las razones principales son la demora en comunicar la “contingencia ambiental” y la repetición de un “incumplimiento a la pauta de operación prevista”. Según fuentes del ministerio, mencionadas por La Diaria, la multa no es definitiva pues UPM aún puede presentar descargos.
Con estas nuevas posibles sanciones, la planta de UPM llegaría a acumular nueve multas en un año y cuatro meses de operación. El Ministerio de Ambiente ya había impuesto siete sanciones en el primer año, sumando un total de 270,000 dólares, equivalentes a 6,340 UR. Estas sanciones incluyen desde exceder el “límite de temperatura” sin multa económica hasta superar las cantidades permitidas de “amonio y clorato”, por lo cual se impusieron 400 UR.
Además, UPM fue sancionada por exceder el “caudal instantáneo y diario” y también por “demoras en subir información al Sistema de Información Ambiental”, que conllevó una multa de 950 UR. Otra multa de 90 UR fue impuesta debido a un incidente relacionado con el “transporte carretero”.
Hasta ahora, la sanción más elevada (4,500 UR) fue impuesta por un derrame en el arroyo Sauce a mediados de agosto del año pasado, el cual tuvo un impacto ambiental significativo. Un informe del primer año de operación de la planta, fechado a fines de junio, señaló que este evento tuvo una afectación potencial total de la vida acuática del arroyo y causó restricciones transitorias a otros usuarios.
Un reciente incidente de contaminación
El último derrame de lixiviado, que provocó las más recientes propuestas de sanción, comenzó el 15 de junio, pero fue detectado por la empresa el 18 de junio y no se reportó al ministerio hasta el 26 de junio. Según los reguladores, la comunicación debería ser inmediata según el plan de gestión ambiental.
Los técnicos determinaron que la filtración hizo que el pH del agua excediera los estándares de calidad establecidos, alcanzando un máximo de 9,3, lo cual constituye una “ocurrencia de impacto ambiental”. Este impacto afectó a todo el curso del arroyo Sauce aguas abajo del sitio del derrame y fue detectable incluso en la laguna donde el arroyo desemboca antes de llegar al río Negro.
UPM informó que procederá al revestimiento del pozo de bombeo con pintura epóxica y excavará una zona para interceptar escurrimientos hacia el arroyo. Además, los técnicos recomendaron el monitoreo permanente de la calidad del agua en varios puntos con frecuencia semanal, mediendo parámetros como pH, conductividad, temperatura y oxígeno disuelto.
La versión de UPM sobre las contaminaciones
En un comunicado oficial, UPM señaló que la variación del pH fue de “baja intensidad, acotada duración y rápida reversibilidad, sin efectos visibles en la biota”. La empresa calificó el incidente como «puntual» y aseguró que la situación se normalizó «en menos de 24 horas».
A pesar de estos incidentes, un informe del primer año señaló que UPM cumplió en “términos generales con las condiciones impuestas” por el ministerio y tuvo un “desempeño acorde a lo previsto”. El informe destacó que durante el arranque de las operaciones industriales, la planta no operó de manera estable inicialmente, pero se estabilizó con el tiempo.
En cuanto al tratamiento de aguas residuales, la planta de tratamiento operó “mayormente acorde a lo previsto”, aunque hubo algunos incumplimientos relacionados con los caudales diarios e instantáneos vertidos, y puntualmente con las concentraciones de ciertos parámetros de control, como el amonio.
Durante el primer año también se le exigió a UPM implementar algunas “modificaciones estructurales” para mejorar la contención de líquidos en diferentes sectores de la planta y prever contingencias.
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