quedó en la nada

Otro fracaso: Líderes de la Amazonia se niegan a frenar la deforestación para el 2030

Ocho presidentes sudamericanos fallaron en llegar a un acuerdo para frenar la deforestación en la Amazonia, bajo la excusa de que los países ricos deben comprometer más recursos para ayudar a proteger a esta importante selva tropical. No han logrado acordar una posición unificada con respecto al rol de las industrias extractivas en la zona, como la ganadería, la extracción de petróleo y la minería

La cumbre para frenar la deforestación en la Amazonia quedó en la nada.
La cumbre para frenar la deforestación en la Amazonia quedó en la nada.

Los mandatarios de la región amazónica han solicitado a las naciones prósperas su colaboración en la elaboración de un plan semejante al enfoque Marshall, con el propósito de preservar la extensa selva tropical, reconocida como la más grande en su tipo a nivel global. No obstante, no han llegado a un acuerdo definitivo en cuanto a la eliminación total de la deforestación en todo el bioma para el año 2030, ya que existen divisiones notables en lo que se refiere a la explotación petrolera.

Tras una conferencia conjunta que se prolongó por dos días en la urbe brasileña de Belém, los ocho países sudamericanos que albergan la selva amazónica han comunicado que asegurar la pervivencia de este entorno natural no puede recaer únicamente sobre sus hombros, debido a que los recursos forestales son aprovechados a nivel global.

A pesar de que los integrantes de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica no han llegado a un consenso compartido para poner fin a la deforestación durante esta década, lo cual era una expectativa antes de este encuentro regional, se subraya que los países no han logrado acordar una posición unificada con respecto al rol de las industrias extractivas en la zona, como la ganadería, la extracción de petróleo y la minería, que son los principales factores impulsadores de la degradación ambiental.

No obstante, han manifestado su compromiso de colaborar en la salvaguardia del bosque mediante un desarrollo económico sostenible, haciendo un llamado a las naciones industrializadas para que proporcionen recursos adicionales con miras a lograrlo antes de la Conferencia de las Partes (COP28). Tanto Brasil como Colombia han reportado disminuciones en las tasas de deforestación bajo un nuevo liderazgo en los últimos doce meses.

La declaración conjunta de una cumbre que quedó en la nada

En esta declaración conjunta, los líderes amazónicos han solicitado el alivio de la deuda como contrapartida a la acción climática. Además, han acordado fortalecer la cooperación policial a nivel regional para combatir enérgicamente las violaciones de los derechos humanos, la minería ilegal y la contaminación. Por último, han instado a las naciones industrializadas a cumplir con sus responsabilidades de brindar respaldo financiero a los países en desarrollo.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo a los delegados en la clausura de la cumbre: “La selva nos une. Es hora de mirar al corazón de nuestro continente y consolidar, de una vez por todas, nuestra identidad amazónica.

“La Amazonía es nuestro pasaporte a una nueva relación con el mundo, una relación más simétrica, en la que nuestros recursos no sean explotados en beneficio de unos pocos, sino valorados y puestos al servicio de todos”.

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