Gobierno de Trump quita protección legal a los lobos grises, especie en peligro de extinción

El gobierno del presidente Donald Trump eliminó esta semana a los lobos de la lista de especies protegidas de la Ley de Especies en Peligro de Extinción. La administración federal considera que «después de 45 años como especie incluida en la lista, el lobo gris ha superado todos los objetivos de conversación para su recuperación», según explicó en un comunicado el secretario del Interior, David Bernahardt.

La medida fue criticado por grupos de defensa de la vida silvestre y ambientalistas por considerar que los pone en la mira de los cazadores y otras amenazas como la ganadería y la agricultura industriales. «Quitar las protecciones a los lobos grises es prematuro e imprudente», dijo el presidente y director ejecutivo de Defenders of Wildlife, Jamie Rappaport Clark, en un comunicado. «Los lobos grises ocupan solo una fracción de su área de distribución anterior y necesitan protección federal continua para recuperarse por completo. Llevaremos al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. a los tribunales para defender esta especie icónica», agregó.

Si bien la decisión ya está tomada, el nuevo reglamento de la ley será publicado la próxima semana y entrará en vigencia 60 días después. Luego de eso, los estados y los pueblos aborígenes tomarán sus propias decisiones sobre cómo cuidar a los lobos grises y a los lobos mexicanos, esta última una subespecie que estaba también protegida por la misma ley.

Especie en peligro

El lobo gris (de la familia Canis lupus) fue declarado en peligro de extinción en 1974 después de haber sido eliminado casi por completo en todo Estados Unidos. Gracias al programa de protección federal y a la reintroducción por parte de Canadá de parejas de lobos en entornos salvajes, la especie se ha recuperado en zonas como las Montañas Rocallosas y el área de los Grandes Lagos Occidentales.

«Algunos dicen que los lobos se han recuperado demasiado bien. Si bien todavía representan solo el 2% de su población anterior en 48 estados, han retomado gran parte de la tierra que se les dio. Esas son malas noticias para los ganaderos y propietarios de viviendas cercanos, cuyas mascotas y ganado son cada vez más víctimas de los lobos errantes», escribe el periodista, científico y experto en vida silvestre del portal Treehugger, Russell McLendon. Estos encuentros con agricultores es uno de los grandes problemas que tienen los lobos porque suelen ser asesinados a escopetazos por ingresar a terrenos con ganado para alimentarse.

Actualmente se calcula en cerca de 6.000 el número total de lobos que hay en Estados Unidos, pero sigue apareciendo en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como una especie «de menor preocupación», pero que está en constante observación.

«La decisión de exclusión de la lista pone en peligro el frágil progreso que han logrado los lobos después de ser intensamente perseguidos durante décadas y expone a las poblaciones aún vulnerables a temporadas extremas de caza de trofeos diseñadas para reducir rápidamente su número», dijo a Treehugger Amanda Wight, gerente del Programa de Protección de Vida Silvestre de la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos.

Contrario a la movida federal de la administración Trump, hay un estado que rema contracorriente: Colorado, cuyo terreno contiene gran parte del sur de la cordillera, planea reintroducir nuevos ejemplares hacia finales de 2023.

En la actualidad, siguen ausentes del 70% de la superficie que ocuparon en EE.UU. durante siglos.