Elegir pollo por encima de las carnes rojas reduce en gran medida la huella de carbono
La producción de alimentos representa aproximadamente un cuarto de las emisiones totales de carbono. Si bien no todos quieren hacerse vegetarianos, hay una pequeña acción que se puede tomar para reducir el impacto ambiental del consumo.
Reemplazar las carnes rojas por el pollo reduce en gran medida la huella de carbono de la dieta, incluso puede representar un recorte del 50% en el impacto ambiental de nuestra alimentación.
En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos se les pidió a 16.000 participantes que recordaran todos los alimentos que habían ingerido en las últimas 24 horas. El estudio calculó las emisiones de carbono de los productos que dijeron haber consumido.
Si una comida incluía carne de res, por ejemplo un corte tipo bife a la parrilla, los investigadores estimaron cuál sería la huella de carbono en comparación al haber comido pollo en su lugar.
«Sabíamos que comer pollo en lugar de carne reduciría las emisiones de carbono relacionadas con la dieta», dijo a National Geographic Diego Rose, investigador de la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de Tulane University, EE.UU., y autor principal del estudio.
El estudio mostró que una simple sustitución puede resultar en gran reducción de la huella de carbono de la dieta de una persona así como la cantidad de emisiones de dióxido de carbono que resultan de la energía, los fertilizantes y el uso de la tierra involucrados en el cultivo de alimentos, explicó Rose.
La contaminante industria de la carne
La investigación muestra que no es obligatorio o urgente hacerse vegetariano para aprender a reducir el impacto ambiental de nuestra alimentación, y que no se tiene que renunciar a los productos animales para mejorar la huella de carbono individual.
La producción de alimentos representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones totales de carbono a nivel mundial, siendo la carne uno de los principales colaboradores.
Sin un límite del aumento global en el consumo de carne, particularmente carne de res, cabra y cordero, mantener el aumento del calentamiento global a 1.5 grados centígrados será imposible, dijo el Instituto de Recursos Mundiales en un informe.
Los alimentos de origen animal tienen una mayor huella de carbono que los alimentos de origen vegetal. La producción de carne vacuna, por ejemplo, utiliza 20 veces la tierra y emite 20 veces más gases contaminantes que el cultivo de frijoles, si se les compara por gramo de proteína, y requiere más de 10 veces más recursos que la producción de pollo.
En el estudio de Tulane, los 10 alimentos con el mayor impacto en el medio ambiente fueron todos cortes de carne de res. La carne de cordero y cabra también tiene grandes huellas porque, como las vacas, esos animales liberan metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el carbono.
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