Administración Trump se roba los créditos por logros ambientales de Obama

Las emisiones totales de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos disminuyeron un 2.7% entre 2016 y 2017, según un informe publicado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) publicado el miércoles.

Andrew Wheeler, el administrador en funciones de la EPA, adujo que el informe muestra que las regulaciones «son innecesarias» para reducir las emisiones de carbono.

«Gracias a la agenda de reforma regulatoria del presidente Trump, la economía está en auge, la producción de energía está aumentando y estamos reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero de las principales fuentes industriales», dijo Wheeler en un comunicado de prensa. «Estos logros se derivan principalmente de los avances tecnológicos en el sector privado, no de la mano dura del gobierno. La Administración de Trump ha demostrado que las regulaciones federales no son necesarias para impulsar las reducciones de CO2″, agregó.

Sin embargo, los especialistas no están de acuerdo con esas afirmaciones. Como escribió Amy Harder en el portal Axios, «esa caída reportada entre 2016 y 2017, se debe en gran medida a las fuerzas del mercado y los movimientos del presidente Obama y el Congreso, y ocurrió antes de que el presidente Trump asumiera oficialmente el cargo. El anuncio de la EPA contrasta con Trump, quien en los últimos días ha descartado el cambio climático como un problema».

El cambio es inevitable

Al igual que Harder, el periodista Timothy Gardner, de la agencia Reuters, señaló que la caída en las emisiones de carbono coinciden con la disminución en el uso de carbón como fuente de energía, siendo esta una de las más contaminantes del mundo, y esa disminución se debió a medidas tomadas en el gobierno anterior.

Las plantas de carbón de Estados Unidos están cerrando una tras otra, a pesar de los esfuerzos de la administración de Trump para reforzar esta industria en dificultades. Este sector tampoco ha podido competir con el aumento de las energías renovables y el gas natural barato, que emite menos dióxido de carbono, dijo Gardner.

En 2017, empresas de servicios públicos en Estados Unidos cerraron o convirtieron de carbón a gas cerca de 9.000 megavatios (MW) de plantas de carbón, sin embargo no todo es color de rosa con esta noticia.

Las emisiones de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos han estado cayendo constantemente desde 2007, pero los ambientalistas advierten que la tendencia podría revertirse. El presidente Trump pretende desmantelar el Plan de Energía Limpia de la era de Obama, que limita las emisiones de las plantas de carbón, Está dejando que las empresas de fracking emitan más metano, un gas de efecto invernadero más potente que el CO2, y ha bloqueado el avance de nuevos estándares más estrictos para la industria automotriz.