Delfines en cautiverio intentan cometer suicidio por desesperación

 

Según se ha observado en distintas ocasiones, los delfines pueden cometer suicido al llegar a altísimos niveles de estrés por estar encerrados toda la vida en pequeños estanques de los cuales son sacados solamente para realizar actos circenses, a riesgo de morir de hambre como castigo si no los hacen.

Mientras que la audiencia parece mostrar preocupación por el delfín escapado, obviamente no tienen idea de lo que estas pobres criaturas soportan; de lo contrario, no estarían allí para empezar. Los acuarios y parques marinos trabajan arduamente para que la gente crea que estos animales son felices, pero nada podría estar más lejos de la realidad, como se puede ver en el video.

Destruyendo su salud mental

Los signos de que estos animales sufren violencia y frustración al estar en cautiverio también se manifiestan en una condición psicológica llamada zoosis. Los signos de zoosis que se observan en la vida marina en encierro incluyen nadar en círculos de forma repetitiva, golpearse contra las paredes o vidrios de los estanques y permanecer inmóvil en la superficie o en el suelo del acuario durante períodos de tiempo relativamente largos. Se sabe que los delfines se golpean contra los costados de las paredes de concreto de sus tanques como un intento por causarse la muerte y generalmente son atendidos por personal del parque o acuario para evitar que fallezcan.

Gracias a documentales como Blackfish y The Cove , la gente se está volviendo más consciente de la difícil situación de la vida marina cautiva, pero aún queda mucho por hacer.

Las ballenas orca se vuelven sumamente violentas y en varias ocasiones han arremetido contra entrenadores y cuidadores causándoles la muerte. También han intentado atacar violentamente al público saliéndose del tanque, un comportamiento parecido al del delfín del video expuesto arriba.

Infame negocio

Empresas como Seaworld, en Estados Unidos, o Loro Parque, en España, han estado perdiendo fama cada vez y se han vuelvo non gratos para un creciente número de personas amantes de los animales.

El precio de las acciones de estas compañías han caído en picada porque ya nadie quiere estar relacionado con ellos. Mientras que en 2013 una acción de Seaworld cotizaba en la Bolsa de Nueva York por US$35.1, en juli0 de 2017 tocó fondo a US$12.99. Actualmente tienen un precio de US$25 y difícilmente vuelvan a colocarse en aquellos buenos valores de antaño.

En 2017, la organización pro defensa de los animales PETA compró acciones en la empresa Miami Seaquarium con el fin de tomar control sobre el bienestar de las decenas de animales que ahí están encarcelados. Quien más les preocupa es Lolita, una hembra orca en cautiverio desde 1980 y la cual ha estado absolutamente sola desde entonces; siendo capturada cuando aún era una cría pequeña, su único compañero en el acuario, Hugo, con quien compartió cerca de un año al comienzo, se suicidó al golpearse repetidas veces contra una pared de concreto del estanque.

Otro parque, el Marineland de Francia, tiene sus días contados luego de que en 2017 el Ministerio de Medio Ambiente de ese país prohibió de forma definitiva el tener animales en cautiverio, cazarlos, criarlos o comprarlos. Pueden mantener los que ya tienen pero no podría traer nuevos ejemplares para seguir postergando el negocio.

«Para asegurar la protección de las especies, mejorar su bienestar y suprimir el sufrimiento animal, queda prohibido mantener cetáceos en cautividad», decía dicho decreto firmado por la ministra de Medio Ambiente, Ségolène Royal.