A pesar de la victoria contra Botafoto, Peñarol se queda fuera de la Libertadores

El Club Atlético Peñarol se despidió el miércoles de la Copa Libertadores después de una victoria por 3 a 1 ante el Botafogo de Brasil en el Estadio Centenario de Montevideo. A pesar del esfuerzo realizado en casa, el equipo uruguayo no logró superar el marcador global debido a la abultada derrota de 5 a 0 sufrida en el partido de ida en Río de Janeiro.

El encuentro tuvo el ambiente vibrante que caracteriza a los partidos decisivos del torneo sudamericano. Más de 60.000 aficionados tomaron el Centenario, animando a su equipo en busca de una remontada prácticamente imposible.

En un espectáculo similar al mostrado por los hinchas de River Plate de Argentina en su enfrentamiento contra el Atlético Mineiro, los seguidores de Peñarol elevaron el fervor con cánticos y pirotecnia, brindando apoyo a sus jugadores que necesitaban revertir la adversa situación.

Desde los primeros instantes, los jugadores charrúas intentaron marcar el ritmo del juego. Leonardo Fernández y Damián García buscaron abrir el marcador, pero sus intentos no encontraron el objetivo deseado. Por su parte, el Botafogo, bajo la dirección de Artur Jorge, respondió a los ataques con juveniles balones detenidos ejecutados por Alex Telles, inquietando al guardameta Washington Aguerre.

Un primer tiempo marcado por la emoción

La tónica del partido cambió con un gol espectacular de Jaime Báez al promediar el primer tiempo, que sorprendió al arquero rival, John. Este tanto encendió la pasión en las gradas, dando un nuevo aliento a Peñarol que vio una ventana de esperanza. La emoción aumentó aún más cuando Guzmán Rodríguez casi consigue el segundo gol al impactar un cabezazo en el palo, aunque la pelota finalmente se fue desviada.

Sin embargo, la alegría en el estadio se vio empañada al finalizar la primera mitad. En una acción desafortunada, Aguerre, el arquero local, fue expulsado tras un incidente con John. Este altercado, visto por el árbitro chileno Piero Maza, dejó a Peñarol con diez hombres para enfrentar la segunda parte, complicando aún más su camino hacia la remontada.

La garra charrúa se hace presente

En la reanudación, Peñarol no se dejó amedrentar por la desventaja numérica y continuó luchando por mejorar la situación. La ha de ser valorada la entrega de los jugadores en el campo, ya que tras una rápida ejecución de un tiro libre, Jaime Báez volvió a marcar, estableciendo el 2-0 y ofreciendo una luz de esperanza al conjunto uruguayo. Este segundo gol provocó la expulsión del jugador del Botafogo, Mateo Ponte, equilibrando las fuerzas en el terreno de juego.

A medida que el tiempo transcurría, Peñarol sabía que el enemigo era el reloj, y debía buscar tres goles en menos de quince minutos para poder salvar su participación en el torneo. En uno de los momentos más críticos, Thiago Almada ingresó al campo y rápidamente acortó distancia, lo que provocó una ola de dudas en los hinchas locales. Sin embargo, en el tiempo de descuento, Facundo Batista selló el marcador final de 3-1, brindando a Peñarol una salida digna del torneo.

Con este resultado, el avanzó a la final de la Copa Libertadores por primera vez en su historia. El equipo brasileño se preparará para enfrentar al Atlético Mineiro, quien busca revivir la gloria de 2013, cuando conquistó su único título continental al vencer al Olimpia de Paraguay.