Botafogo aplasta a Peñarol en semifinales de Copa Libertadores: ¿ventaja justa o sabotaje?
En las horas previas al partido, el operativo de transporte llevó al conjunto carbonero a paso lento y fueron expuestos a agresiones, mientras cientos de hinchas aurinegros se enfrentaban por “torcidas” del Fogão y arrestados por la policía.
Botafogo se impuso con fuerza sobre Peñarol con un contundente 5-0 en el estadio Nilton Santos en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores. Un doblete de Jefferson Savarino fue parte del festival de goles que incluyó las marcas de Alexander Barboza, Luiz Henrique e Igor Jesus, poniendo en serios aprietos al equipo uruguayo.
El juego arrancó con Botafogo presionando decididamente a Peñarol, que trataba de controlar el balón con envíos largos. Los complicados intentos del equipo uruguayo por manejar el balón se encontraron con dificultades en el césped sintético del estadio brasileño. Desde un principio, el partido estuvo cargado de tensión, evidenciada en un intercambio inicial de empujones entre jugadores luego de una jugada de Alex Telles.
Thiago Almada intentó abrir el marcador para Botafogo con un disparo lejano que no causó contratiempos al portero de Peñarol. A medida que el primer tiempo avanzaba, Peñarol trató de demostrar su fortaleza ofensiva con varias llegadas que pusieron a prueba a la defensa de Botafogo, siendo un remate de Maximiliano Silvera uno de los intentos más claros.
El ritmo del partido fue marcado por continuas interrupciones debido a faltas, lo que aumentó la frustración de los jugadores de ambos equipos. El primer tiempo culminó sin goles, destacándose las intervenciones de los porteros, especialmente de Washington Aguerre, quien realizó una notable parada ante un disparo de Luiz Henrique.
Ya en el segundo tiempo, Botafogo salió decidido a llevarse la victoria en casa. Jefferson Savarino brilló al inaugurar el marcador con su gol a los 51 minutos, aprovechando un pase filtrado por Luiz Henrique. Poco después, Alexander Barboza amplió la diferencia tras recibir un centro perfectamente colocado en el área chica.
Goledada contundente: ¿probidad deportiva o sabotaje?
Las decisiones del técnico Diego Aguirre incluyeron cambios tácticos con los ingresos de Camilo Mayada y Gastón Ramírez, buscando modificar el destino del partido. Sin embargo, los esfuerzos de Peñarol fueron insuficientes frente a un Botafogo que no dejó de presionar. Luiz Henrique volvió a aparecer al liderar un contragolpe que concluyó con otro gol de Savarino al eludir al portero.
La contundente exhibición dejó a Peñarol sin reacción, sucumbiendo a la dura realidad de una defensa que no pudo contener los ataques del equipo brasileño. Luiz Henrique marcó nuevamente, elevando la cuenta a cuatro y prácticamente asegurando el resultado del partido y, presumiblemente, la eliminatoria.
El quinto gol llegó gracias a Igor Jesus, quien aprovechó un rebote dejado por Aguerre tras un potente remate. La diferencia en el juego fue evidente, no solo por el marcador, sino también por el dominio físico que Botafogo impuso sobre el campo de juego, controlando la dinámica del encuentro hasta el final.
Antes del partido, el caos reinó. El operativo de transporte de Peñarol fue atrasado y tardo más tiempo del que debería, y barras del Botafogo se atravesaban en el camino para relentizar el paso. De hecho, el partido inició tarde por los incidentes a la llegada del plantel aurinegro.
El autobús manya atravesó una zona caliente en que estaban sucediendo violentos disturbios y sufrió piedrazos, botellazos y todo tipo de golpes de los hinchas brasileños que, de haber ingresado al vehículo, hubiesen provocado agresiones a sus pasajeros.
Gonzalo Moratorio, delegado de Peñarol, habló con algunos medios presentes en el estadio del club brasileño y dio detalles sobre lo sucedido en Carve Deportivo: “Nos pasearon. Nos tiraron piedras, nos escupieron, la gente a 10 centímetros. Pararon el tránsito, quedamos detenidos, estaba la gente de Botafogo entrando”.
“La policía paró todo, quedamos 40 minutos en la ruta en un costado, después íbamos a 20 kilómetros por hora. Eran 50 minutos, 2 horas y 5 minutos metimos. La gente de Botafogo estaba adelante, no se corría, detuvo los tres buses. Un desastre”, agregó con mucha furia.
Ignacio Ruglio, el presidente del Carbonero también se descargó por lo que algunos insinuaron fue una suerte de sabotaje: “Esto es Brasil. Una vergüenza. Lo hicieron a propósito”, expresó con mucha bronca. “Ya desde la mañana, muy parecido a lo de Rosario Central. Le mandamos las imágenes a Conmebol de las casi dos horas que nos pasearon, por el lugar que nos metieron, las piedras que nos tiraron. Nos dijeron que el descontrol en el camino era por el robo de un celular, algo insólito”.
Antes del partido, enfrentamientos entre hinchas de Peñarol y Botafogo en Río de Janeiro causaron grandes disturbios que resultaron en múltiples incendios de vehículos y saqueos en la zona de Recreio de Bandeirantes. Las autoridades locales informaron de más de 200 hinchas del club uruguayo detenidos por altercados con la policía.
Los enfrentamientos continuaron extendiéndose durante dos horas, con motocicletas incendiadas y daños significativos en quioscos y un autobús. La violencia dejó escenas de devastación entre seguidores que, inicialmente, buscaban apoyar a sus equipos en la competencia continental.
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