La caída de los dioses. La abdicación de Joseph Blatter a la presidencia de la FIFA
A pesar de que las denuncias sobre los escándalos de corrupción, que involucró a una decenas de altos directivos de la FIFA todos investigados por la Justicia de los Estados Unidos, estaban aún ardientes, las elecciones en FIFA igual se realizaron.
En el 65º Congreso, en Zúrich que se celebró el pasado viernes 29 de mayo, Joseph Blatter fue reelecto por 133 votos, contra 73 que logró Al-Hussein.
Si bien debía haberse realizado una segunda vuelta electoral, porque Blatter no obtuvo la mayoría especial de los dos tercios necesarios en esa primera consulta, la repentina renuncia del príncipe jordano dejó a Blatter el campo yermo para que fuera proclamado presidente de FIFA por quinta vez consecutiva y se aprestara a cumplir dos décadas como máximo jerarca del fútbol mundial. Algo solo para ciertos elegidos.
Pero a veces las cosas caen por su propio peso y los dioses también. La mitología nórdica lo ha reflejado en el “Ragnarök” un mito apocalíptico en el cual los dioses saben cuál será su destino y no tienen el poder para evitarlo.
Y ese momento llegó. Pues este martes Joseph Blatter anunció su abdicación al poder de la FIFA.
Si bien diversos analistas y medios internacionales aseguran que aún es pronto para poder desentrañar las verdaderas razones de su dimisión, también es claro que hubo presiones internacionales al más alto nivel político, como por ejemplo la del presidente norteamericano Barack Obama, la de la canciller alemana Angela Merkel, o la del primer ministro británico, David Cameron.
Mientras tanto las investigaciones que tienen a siete de sus colaboradores detenidos y acusados de corrupción, aún prosiguen.
Sin respaldos
“He estado reflexionando profundamente sobre mi presidencia y sobre los 40 años en los que mi vida ha estado inextricablemente unida a la FIFA y al gran deporte del fútbol. Aprecio la FIFA más que nada y sólo quiero hacer lo mejor para la FIFA y para el fútbol. Me sentí obligado a presentarme a la reelección, porque pensaba que era lo mejor para la organización. Esa elección ha terminado, pero no así los retos de la FIFA, que necesita una profunda revisión”, expresó Blatter en su discurso.
Dijo que aunque tiene el “respaldo de los miembros de la FIFA”, de todos modos siente que no tiene el respaldo de todo el mundo del fútbol, los fans, los jugadores, los clubes, la gente que vive, respira y ama el fútbol.
“Por todo ello, he decidido dimitir de mi cargo en un congreso extraordinario para la elección (de un nuevo presidente). Seguiré ejerciendo mis funciones como presidente de la FIFA hasta esa elección”, detalló.
El próximo Congreso ordinario de la FIFA tendrá lugar el 13 de mayo 2016 en la Ciudad de México. “Esto crearía demoras innecesarias y voy a instar al Comité Ejecutivo para organizar un Congreso Extraordinario para la elección de mi sucesor a la primera oportunidad”.
Agregó que ello tendrá que hacerse de acuerdo a los estatutos de la FIFA y hay que dar tiempo suficiente para que “los mejores candidatos se presenten a sí mismos y puedan hacer campaña”.
“Como yo no seré un candidato, y por lo tanto ahora soy libre de las limitaciones que imponen las elecciones, inevitablemente, seré capaz de concentrarme en objetivos a largo plazo, como las reformas fundamentales que trascienden nuestros esfuerzos anteriores”, dijo el ex presidente de FIFA.
Agregó: “Durante años hemos trabajado duro para poner en las reformas administrativas lugar, pero para mí está muy claro que si bien éstos esfuerzos deben continuar, no son suficientes”.
También reiteró que algunos hechos escaparon de su control. “El Comité Ejecutivo está integrado por representantes de confederaciones sobre los cuales no tenemos control, pero de cuyas acciones la FIFA es considerada responsable. Necesitamos un cambio estructural muy profundo”.
“El tamaño del Comité Ejecutivo debe reducirse y sus miembros deben ser elegidos por el Congreso de la FIFA. Las comprobaciones de integridad para todos los miembros del Comité Ejecutivo deben centralizarse a través de la FIFA y no a través de las confederaciones. Necesitamos establecer límites temporales no sólo para el presidente, sino para todos los miembros del Comité Ejecutivo. He luchado por estos cambios antes y, como todos saben, mis esfuerzos han sido bloqueados”, lamentó Blatter.
“Esta vez, voy a tener éxito. No puedo hacer esto solo. He pedido a Domenico Scala que supervise la introducción y aplicación de estas y otras medidas. El señor Scala es el presidente independiente de nuestra Comisión de Auditoría y Cumplimiento elegido por el Congreso de la FIFA. Él también es el presidente del Comité Electoral y, como tal, se encargará de supervisar la elección de mi sucesor. El señor Scala goza de la confianza de un amplio número de personas dentro y fuera de la FIFA y tiene todo el conocimiento y la experiencia necesaria para ayudar a abordar estas importantes reformas”, encomendó.
Aseguró tener una “profunda preocupación por la FIFA y por sus intereses” lo cual le ha llevado a tomar la decisión.
“Lo que me importa más que nada es que cuando todo esto haya terminado, el fútbol será el ganador”, puntualizó.
Una extensa serie de denuncias
Desde hace más de diez años la FIFA y Blatter han estado en el “ojo de la tormenta” por diferentes denuncias. En febrero de 2002 el diario británico The Daily Mail reveló una posible “compra de votos” en la primera elección de Blatter como presidente de la FIFA en el año 1998.
Tres meses después, el secretario general de FIFA, Michel Zen-Ruffinen, presentó un informe en el Comité Ejecutivo en el cual acusa a Joseph Blatter por “malversación de fondos”.
Con posterioridad, en octubre 2010 el diario británico The Sunday Times informó que varios altos cargos de la FIFA estaban dispuestos a ofrecer su voto a una candidatura concreta al Mundial 2018 a cambio de sobornos. En dicha instancia Blatter ordenó una investigación sobre el caso.
En noviembre de 2010 se inhabilitó por un año al dirigente francés Reynald Temarii y por tres al nigeriano Amos Adamu, por pedir dinero a cambio de su voto.
Por su parte, la BBC divulgó un documento de la firma de mercadotecnia deportiva ISL sobre presuntos sobornos a tres miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, el presidente de la CONMEBOL, Nicolás Léoz, el presidente de la Confederación Brasileña, Ricardo Teixeira, y el camerunés Issa Hayatou.
Además se vinculaba a uno de los vicepresidentes de la FIFA, Jack Warner, con el negocio de la reventa de entradas en varias ediciones de la Copa del Mundo.
En 2011 el expresidente de la Federación Inglesa, David Triesman, denunció en la Cámara de los Comunes que los directivos de la FIFA trataron de sobornarlo a cambio de votar a Inglaterra como organizador del Mundial 2018.
El secretario general de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf), el estadounidense Chuck Blazer, denunció posible compra de votos por Jack Warner y Mohamed Bin Hammam en las últimas elecciones a la presidencia de la FIFA en las que había triunfado Blatter.
La FIFA aprueba las reformas para mejorar transparencia.
En 2012 se conoció que el brasileño João Havelange percibió 1.5 millones de francos suizos en 1997 y Teixeira, su yerno, al menos 12.74 millones de francos suizos entre 1992 y 1997.
A comienzos de 2013 la revista francesa France Football publicó que Qatar “compró” el Mundial de 2022 e implicó, entre otros, al presidente de la Asociación Argentina, Julio Grondona -fallecido el 30 de julio de 2014-, al paraguayo Nicolás Leoz, al brasileño Ricardo Teixeira y a al expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, por el contrato de patrocinio con la compañía aérea catarí.
The Sunday Times publicó que el ex directivo de la FIFA, Mohamed Bin Hammam, pagó 5 millones de dólares a responsables de fútbol africanos para comprar el Mundial para Qatar.
En mayo pasado las autoridades suizas detuvieron a siete altos responsables de la FIFA en Zúrich por cargos de corrupción mientras que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos hizo pública una investigación sobre organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero.
De las canchas a la cima y de la cima al ocaso
Joseph S. (“Sepp”) Blatter nació el 10 de marzo de 1936 en la ciudad suiza de Visp. Realizó la enseñanza primaria en los Colegios de Sión y St. Maurice, donde también cursó el bachillerato, y se licenció en Economía y Administración de Empresas en la Universidad de Lausana (Facultad de Derecho). Tiene una hija.
Fue futbolista en activo de 1948 a 1971 (jugó en la primera división de la liga amateur suiza).
Miembro de la junta directiva del Xamax Neuchâtel FC de 1970 a 1975. Miembro del Club Panathlon (asociación de empleados de clubes y asociaciones deportivas).
También fue miembro de la Asociación Suiza de Periodistas Deportivos (desde 1956) y del Comité Olímpico Internacional (desde 1999).
El 8 de junio de 1998 fue elegido octavo presidente de la FIFA, sucediendo en el cargo al Dr. João Havelange (Brasil), por el 51º Congreso de la FIFA en París. Después de haber ocupado diferentes cargos en la FIFA durante 23 años, con este nombramiento Joseph Blatter alcanzó el nivel más alto del fútbol internacional.
Blatter inició su carrera profesional como responsable de relaciones públicas de la Asociación de Tráfico de Valais, y más tarde fue secretario general de la Federación Suiza de Hockey Hielo (1964).
Después, continuó su carrera como periodista y especialista en relaciones públicas en el deporte y en el sector privado.
Como director de Relaciones Públicas y Deporte de Longines S.A participó como responsable del cronometraje en la organización de los Juegos Olímpicos de 1972 y 1976, y de este modo tuvo su primer contacto con el ámbito del deporte internacional.
En el verano de 1975, Blatter se incorporó a la FIFA en calidad de director de los programas de desarrollo y comenzó a poner en práctica los proyectos del presidente João Havelange.
En 1981, el Comité Ejecutivo de la FIFA nombró a Joseph Blatter como Secretario General, y en 1990 asumió también las funciones de director ejecutivo (CEO).
Bajo su gestión, se celebraron cinco ediciones de la Copa Mundial (España 1982, México 1986, Italia 1990, EEUU 1994 y Francia 1998).
A finales de marzo de 1998, Blatter decidió presentar su candidatura al cargo de Presidente de la FIFA y fue elegido por el Congreso en 1998.
El 29 de mayo de 2002, fue reelegido en Seúl y el 31 de mayo de 2007, se decidió por aclamación en Zúrich la prolongación de su mandato por cuatro años más. El 1 de junio de 2011, se produjo su tercera reelección.
El 27 de mayo de 2015 estallan las denuncia de corrupción y la detención de siete jerarcas de FIFA. Dos días después Joseph Blatter resulta reelecto por quinta vez como presidente de FIFA. Este martes 2 de junio renunció al cargo.
Desde 1998, la FIFA se ha transformado en una empresa muy lucrativa. Las reservas de la federación internacional alcanzaron los 1.500 millones de dólares al cierre del ejercicio 2014, se asegura en la página web de la misma organización.
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