Collage de materiales descartables

Las esculturas sociales de Thomas Hirschhorn

Este año se llevará a cabo la 54ª Exposición Internacional de Arte de Venecia (La Biennale), dirigida por la suiza Bice Curiger. Thomas Hirschhorn (Berna, 1957), uno de los artistas contemporáneos con mayor prestigio, radicado en París, representará a Suiza, junto con Andrea Thal en la Bienal (4 de junio al 27 de noviembre de 2011). Conocido por sus instalaciones, arte en expansión, materiales cotidianos, imágenes procedentes de medios de comunicación, mapas y textos de graffiti, Hirschhorn alude a temas políticos o sociales, que siempre están presentes en su obra.

Recientemente, en la exposición multidisciplinaria Of Bridges & Borders (De Puentes y Fronteras) en la Fundación Proa, en el barrio de la Boca en Buenos Aires, Hirschhorn presentó parte de la obra Ur-Collages (2008). El propio título en inglés de la muestra da cuenta de cómo la muy nombrada globalización conecta, neutraliza y regula la lengua. Curada por Segismundo de Vajay, de nacionalidad argentina, húngara y suiza, Puentes y Fronteras reúne a ocho artistas de seis países, para mostrar las contradicciones del mundo actual, sus separaciones y coincidencias. Los collages de Hirschhorn muestran las íntimas relaciones entre el poder y la violencia, de forma elemental y frontal, la oposición entre la belleza socialmente aceptada y los desastres provocados por los conflictos bélicos. A diferencia de otras instalaciones suyas, caóticas, cargadas de materiales, de palabras, en este caso la violencia que habitualmente Hirschhorn presenta, está ausente.

Alrededor de 1980 Hirschhorn comenzó a trabajar como diseñador gráfico en París, prefiriendo esa tarea a la del «artista (que) parece estar lejos de la realidad y ser elitista». En ese período formaba parte del grupo de diseñadores gráficos comunistas (Grapus) cuyos integrantes se preocupaban tanto por la política como por la cultura. Abandonó el grupo para trabajar por su propia iniciativa pero le llevó ocho años descubrirse artista y desarrollarse como tal.

Hirschhorn llena sus espacios con formas esculturales estructuradas con materiales baratos: plástico, cartón, cinta adhesiva, papel de periódicos, fotografías, fotocopias, textos escritos por él mismo. El uso de materiales simples se convirtió en su firma; la aplicación de otros ya usados, la repetición constante en sus instalaciones acentúan la «decadencia del aura», sustituida por la transitoriedad y la reproducibilidad. Antítesis de las obras tradicionales, representan lo contrario al venerado lienzo pintado o la escultura de mármol o bronce. Las combinaciones de materiales convierten los espacios de galerías, museos, espacios alternativos al aire libre en «esculturas», «altares», «quioscos» y «monumentos». Los «altares» están ubicados en lugares públicos y crea en ellos homenajes paradójicos a sus ídolos, por ejemplo a Baruch Spinoza (Amsterdam, 1999), Gilles Deleuze (Avignon, 2000) o Georges Bataille (Kassel, 2002). Sus instalaciones o Esculturas Sociales, como Hirschhorn prefiere llamarlas, enfrentan al espectador, al público, a asuntos políticos, económicos, sociales, culturales, filosóficos con objetivos similares a los que trasmiten en Grapus.

Uno de sus proyectos más conocidos es el Musée Précaire Albinet, un museo improvisado que instaló en 2004. Hirschhorn tomó unos bloques de viviendas de Aubervilliers, en las afueras de París; allí construyó con inmigrantes de los suburbios una estructura de espacios donde presentó la obra de ocho maestros del arte moderno. Obras de Duchamp, Malevitch, Mondrian, Le Corbusier, Léger, Dalí, Warhol y Beuys fueron presentadas en el inesperado museo de Hirschhorn, procedentes de la prestigiosa colección del Pompidou en París. Los vecinos del barrio y personas de la región convivieron con un arte comunitario, asistiendo a conferencias, talleres de escritura, debates y celebraciones. A principios de marzo, en la exposición Of Bridges & Borders, Proa proyectó la última función del documental de Hirschhorn titulado Días tranquilos en el Museo precario Albinet.

Exhibió sus obras en los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo y participó en acontecimientos artísticos internacionales. En junio presentará en la Bienal de Venecia una obra nueva, Crystal of Resistance. Esta instalación ocupa el pabellón entero y se propone involucrar al visitante por completo. La obra intenta provocar, establecer una discusión o una confrontación con quien la contempla, contraer un compromiso con el mundo, con sus problemas, una universalidad que lo comprenda todo. ¿Cómo enfrentar el caos, el incomprensible absurdo del mundo? Thomas Hirschhorn desafía al mismo tiempo al espectador y el arte de hoy, creando una tensión constante entre espectadores, participantes, contextos, estructuras sociales y políticas en las que todo «tiene que ver».

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