DETRAS DE LAS NOTICIAS

En un tiempo histórico signado por prodigiosos avances tecnológicos, la gran paradoja es la ausencia de debate intelectual y conciencia crítica. En ese contexto, se impone el discurso hegemónico que plantea la uniformidad y la masificación, en detrimento de la elaboración ideológica.

Nos estamos habituando ­cada vez más­ a aceptar todo aquello que la parafernalia mediática procura vendernos y lo integramos forzosamente a nuestra realidad, con una actitud resignada, mansa y acrítica.

Los informativos se han plagado de desastres, crímenes, asaltos, violaciones y catástrofes varias, que siempre existieron. Sin embargo, resulta más fácil apelar al amarillismo circense que investigar y escudriñar a fondo en nuestra cotidianidad, para interpretarla de modo crítico y responsable.

Suele afirmarse que el público prefiere el golpe de efecto, la exacerbación de la violencia, la explotación salvaje del drama ajeno y que los medios audiovisuales se limitan a darle a la teleaudiencia lo que esta reclama.

No obstante, cabe preguntarse hasta qué punto el público tiene opción de elegir y también en qué medida podría preferir otro producto, cuando no la conoce.

Actualmente, la superficialidad, la banalización e incluso el tono frívolo y jocoso son las improntas dominantes de un periodismo casi siempre ramplón y carroñero.

En «Crónicas de sangre, sudor y lágrimas», Leonardo Haberkorn rescata las raíces del periodismo serio y escrutador, que suele interpelar a fondo a la realidad.

En este libro, el autor ofrece una recopilación de algunos de sus más polémicos artículos, que abordan temas que fueron noticia en su momento, pero tuvieron una cobertura epidérmica o apegada a versiones «oficiales», que muchas veces se imponen para ocultar verdades incómodas.

Mediante un estilo agudo e incisivo, Haberkorn retrata explícitamente la otra cara de acontecimientos relevantes que permanecen en una nebulosa de dudas y conjeturas.

El autor procura alcanzar esa tan esquiva y subjetiva verdad, tratando de hacer oír todas las campanas posibles, buscando la objetividad e intentando no tomar partido, sino ser un mero cronista que ofrece elementos para que el lector se forme su propio juicio.

En ese contexto, la clave de este trabajo es aportar abundante información al lector, con el propósito de que este desarrolle su propia pesquisa.

Este ejercicio de búsqueda compartida con los eventuales interlocutores, está despojado de efectismos, falsas pistas y opiniones personales del autor.

Haberkorn evoca y narra episodios de nuestra historia reciente, hechos policiales, personajes y situaciones curiosas, intentando ver más allá de lo evidente y de lo ya repetido hasta el hartazgo, derribando mitos y mostrando verdades incómodas que muchas veces preferimos callar u omitir.

Con la libertad que le otorga su compromiso ético y profesional, el investigador cuestiona e interpela, en un país habituado a digerir versiones laxas y minimalistas, por mera desidia o temor a enfrentarse a la realidad en toda su explícita crudeza.

De este modo, episodios controvertidos como la desgarradora tragedia de los Andes, la masacre de Young y la caída del Padre Antelo y su extraña comunidad religiosa, son presentados desde ángulos de observación radicalmente diferentes.

También abundan historias reales de sesgo anecdótico, como la del Hitler uruguayo o la del entrenador de fútbol Julio Ribas y su polémica personalidad.

En «Crónicas de sangre, sudor y lágrimas», Leonardo Haberkorn ensaya una inusual relectura de hechos y personajes, mediante un estilo tan incisivo como esclarecedor.

(Editorial Fin de Siglo)