Cumpleaños de gigantes de la música popular uruguaya
Este jueves 8 de diciembre dos gigantes de la música popular uruguaya deberían cumplir años. Nos referimos a El Sabalero José Carbajal quien cumpliría 79 y a Manuel Capella quien contaría 76. Dos referentes de la cultura de nuestro país que tras su partida a la inmortalidad han dejado un inconmensurable como imprescindible legado artístico y humano.
En el caso de El Sabalero con más de cuarenta y cinco años de trayectoria artística ininterrumpida, es alguien que permanece intocable en el podio de la popularidad y en los afectos de los nacidos en esta parte del mundo.
Sus méritos artísticos y sus actitudes de compromiso y afecto generosamente dispensados de innumerables modos, lo han transformado en uno de los músicos más entrañables, más consolidados y más idolatrados de nuestro país. Por lo tanto, referirse a José María Carbajal Pruzzo significa centrar la atención en un referente superlativo de un modo de ser uruguayos.
El autor de tantas y tantas canciones entrañables, había llegado a una madurez compositiva y expositiva que lo ubica entre los impares, entre esos individuos que se funden con el paisaje, con las formas diferentes de la aldea o del pago y devienen precisamente pago o espejo definitivo y nobilísimo del Uruguay profundo.
Contaba Carbajal que sus canciones fueron apareciendo así como así. Como por encanto. Como si no hubiese habido nadie detrás de cada historia. Eran tan simples que no valía la pena llamarlas canciones. Eran las cositas de todos los días. Las que pasan desapercibidas. «Las que todos hacíamos sin darnos cuenta. Las infancias, los amigos, las travesuras, los trabajos. Y el amor… el amor…”.
Pasarán las generaciones y sus canciones seguirán siendo escuchadas una y otra vez. Lo suyo es clásico y -por lo tanto- tiene el don de la perdurabilidad. Su legado será siempre de hondo contenido humanista, entre la ternura y la rebeldía, alentando a la lucha de pan y de trabajo, porque el tamboril se olvida… y la miseria no.
Lo suyo ha sido la ruptura permanente, desde sus mínimos gestos hasta la exposición mediática. A su vastísima producción no se la puede encasillar en un estilo definido: no es folclorista, no ha sido roquero, ni candombero ni tanguero. Nunca se ató a ningún género, tal vez porque, como pocos, supo desde muy joven que la vida es mucho más que eso, mucho más que una canción, la vida son muchas canciones y una variada paleta de estilos y colores. Hasta su últimos conciertos en el Teatro Solís de Montevideo y en el Teatro Macció de San José, así como en un mini recital en el Bar Tabaré, Carbajal mantuvo intacta su doblegadora presencia escénica y su particular voz, esa que lo ha caracterizado a lo largo de una prodigiosa carrera siempre en ascenso. Con el cabello encanecido este guerrero humanista siguió, hasta el último suspiro, ocurrido el 21 de octubre de 2010, dando su batalla por la belleza, ofreciendo lo mejor de sí a sus semejantes, esos que durante generaciones crecieron, lloraron y rieron con sus canciones desde que “Chiquillada”, «La sencillita» o “A mi gente” -por citar tan solo algunos ejemplos- han pasado a formar parte de lo mejor de la cultura popular.
Se trata de caminar
Por su parte Manuel Capella, el cantautor popular nacido en Béjar (Salamanca – España), el 8 de diciembre de 1946 y radicado en Montevideo siendo aun niño, ha tenido -desde su debut profesional en 1969 en el Teatro Odeón hasta la su deceso ocurrido el 28 de mayo de 2013- una peripecia de vida que le ha llevado a dejar sus huellas por diversos países. Desde aquella icónica canción que marcó sus inicios “Se trata de caminar”, pasando por temas como “Por la Unión y por la Blanca” o «Quemando mentiras» hasta los de más reciente factura, Manuel Capella, el Galleguayo, ha sido uno de los cantores fundadores y fundamentales de la Nueva Canción Uruguaya o, dicho de otro modo, del Canto Popular Uruguayo.
Integrante de la camada formada por Los Olimareños (Braulio López y Pepe Guerra), El Sabalero José Carbajal, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Tabaré Etcheverry, Marcos Velásquez y Héctor Numa Moraes, sus canciones apuntan a la condición humana y su entorno social. Diversos auditorios de América Latina y de Europa han sido conmovidos por su voz grave y potente como pocas. Animador incansable de festivales nacionales e internacionales, la dictadura, como a tantos otros, le forzó al exilio. En 1976 viajó a Perú y posteriormente a Ecuador contratado por la Universidad Central de ese país donde decidió radicarse.
A finales de 1981 se editó el disco Cantando vas a volver, título que preanunciaba su regreso al terruño uruguayo. De todas formas, permaneció en Ecuador hasta que el desmoronamiento del régimen autoritario en Uruguay le permitió retornar al seno de la sociedad oriental. A partir de ese momento su presencia ha sido requerida en todos los festivales artísticos que se des arrollan en el interior de nuestro país.
Cabrera y Carrasco
Otro cantor popular que nació un 8 de diciembre, pero de 1956 es Fernando Cabrera, por lo que este jueves cumplirá su sexagésima sexta vuelta en torno al sol. También cumple 81 años Washington Carrasco quien vino al mundo casi en un 8 de diciembre ya que aunque nació el 7 fue muy próximo a la hora 0 (cero) del 8 de diciembre de 1941.
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