El icónico dúo Washington Carrasco – Cristina Fernández celebra sus 46 años en el Solís

En la ocasión estarán acompañados por Jorge Nocetti en guitarras, Andrés Pigatto en contrabajo, Gustavo Dilandro en piano y acordeón y Mario Ipuche en percusión. Participarán, asimismo, varios invitados especiales.

Lo que se ofrecerá será una recorrida por una serie de composiciones que el dúo ha transitado durante su extensa, fructífera e intensa ruta artística.

Cristina Fernández estudió guitarra con Daniel Viglietti y canto con Nelly Pacheco y Mabel Moreno. En su trabajo como solista se destaca la interpretación de canciones y poesía gallega, lo cual ha quedado registrado en varias placas discográficas. Ellas son Falade Galego (1983), Unha terra, un pobo e unha fala (1985), Mel e Cerna (1992), Raigames (1998), Lembranza (2003) y Cristina Fernández canta a Rosalía de Castro (2012).

Por su parte, Carrasco, cantautor de la generación de los 60, estudió guitarra con Demetrio Asuma y Daniel Viglietti y canto con Nelly Pacheco y Mabel Moreno. En 1967 viajó a Chile compartiendo experiencias y escenarios con el Nuevo Movimiento de la Canción Chilena (Víctor Jara, Patricio Mans, Isabel y Ángel Parra, entre otros). Un año después grabó una cantata titulada La Batalla de las Piedras, posteriormente editó un nuevo fonograma llamado Como el viento. En 1970 vendría Noche de cenizas, en 1973 dos discos: A mitad de camino y  Del candil. Posteriormente en 1974 Tutay – Tutay y en 1975 Desde la madera.

46 años

El dúo comenzó en 1976 con el recordado espectáculo «Inti Canto».  Luego vendrían una serie de espectáculos como, por ejemplo «Y yo quiero contártelo» junto a la actriz Leonor  Álvarez; «Vida, amor y muerte» junto a la actriz Estela Castro, «Los pueblos del sol», «Ecos del camino» y «Desde el origen», entre otros.  La discografía del dúo se compone por De puerta en puerta (1980), Habrá un mañana (1983), Uniendo pedazos de palabras (1984) Vida amor y muerte (con Estela Castro, 1984), Antología (1987), Sorocabana… al sur de la nostalgia (1987), Antología II (1987), Mel es cerna (1988), Washington y Cristina en Japón (1989), Nuestras canciones (1990), Por sobre el ala de un pájaro (1996), Nos queda la palabra (2002), El poema y la canción (con la Banda Sinfónica Municipal. 2004) Sus canciones integran además varios trabajos colectivos junto a otros artistas.

Una obra imprescindible

El dúo, que posee una calificadísima discografía, se ha ocupado del rescate y musicalización de las obras de diversos poetas. Tanto así que, en ese sentido, su tarea puede parangonarse, por ejemplo, con la que realizan Paco Ibáñez y Joan Manuel Serrat en España, por citar tan solo dos casos evidentes. Cuarenta y seis años volcando generosamente canciones, textos y músicas que forman parte de lo mejor del acervo cancionístico nacional. Canciones que han acompañado y acompañan el devenir cotidiano e histórico del pueblo uruguayo. Canciones de amor, canciones de rebeldía, de lucha y esperanza que forman parte del paisaje de esta parte del mundo y que, a través de los años, el dúo ha seguido ofreciendo con el mismo entusiasmo que en sus comienzos.

Se trata de dos artistas  que nunca han bajado los brazos y que poseen una obra fundada con muy buena música y mejores textos. Una obra imprescindible a la hora de formular un registro representativo de la música popular. Tal como lo hemos aseverado en otra oportunidad, este espectáculo que se ofrecerá posibilitará instalar ante los asistentes un clima de profunda intimidad -casi ceremonial- (en el sentido de comunión), en donde las voces de los poetas que serán interpretados adquirirán una dimensión y profundidad muy pocas veces vistas.

Washington y Cristina son un ejemplo de esos artistas que atravesaron los tiempos con sus alegrías y sus sinsabores, con el ascenso de la lucha popular, con el dolor y la lucha contra la dictadura, con la alegría y la restauración democrática y siempre, siempre con la mira y la esperanza en la construcción de una sociedad libre e igualitaria en donde el hombre no sea más el lobo del hombre y en donde la justicia social no sea una simple frase sino un hecho concreto.

Será un auténtico regocijo, un verdadero placer, ver a estos artistas imprescindibles nuevamente sobre el escenario del Teatro Solís. Allí habrá que estar.