En 2022

Serrat se despedirá de los escenarios con una extensa gira que incluirá a Uruguay

Joan Manuel Serrat anunció que se retirará de los escenarios tras una gira que comenzará en abril de 2022 en Nueva York y que finalizará al término de ese año en Barcelona, su ciudad natal. En el marco de la gira latinoamericana se confirmó que actuará en Uruguay.

 

Joan Manuel Serrat anunció que retirará de los escenarios.
Joan Manuel Serrat anunció que retirará de los escenarios.

Por: Jorge Yuliani

Se trata de uno de los músicos más queridos, más consolidados y más idolatrados en nuestro país. La pasión y la devoción por Serrat se mantienen inalteradas en una historia plena de afectos y lealtades que ya lleva cincuenta años

En entrevista concedida al diario El País de Madrid este gigante de la canción universal ha confesado que «siguiendo las normas del Eclesiastés: hay un tiempo para cada cosa. Ah, y yo no decidí dejarlo. Han sido los hechos que fueron ocurriendo después de aquella caída de Joaquín Sabina [12 de febrero de 2020] que nos obligó a abandonar una gira. Luego vino la Covid… Las dificultades fueron distanciándome. Estaba cada vez más lejos de la actividad que hacía, y aunque no desde el sentimiento, lo cierto es que también estaba inevitablemente alejado de la gente. Lo que he decidido es despedirme en persona. No me gustó sentirme despedido por una plaga (el Covid) y por eso me planteé ir al lugar más natural para hacerlo, con el público enfrente, lleno de gratitud y alegría».

Respecto a sus actuaciones en nuestro continente latinoamericano el artista catalán exclamó «!Qué sería de mí sin América Latina!» agregando que desea hacer un espectáculo «durante el cual no se le caiga a la gente la sonrisa de los labios… Habrá 20, 30 canciones, y no sé cuáles van a ser. Iré acompañado de mi equipo de siempre. Técnicos, músicos, iluminadores, los mismos de siempre… ¡Hasta yo voy a ser el mismo!» – bromeó agregando que su propósito no es sólo despedirse de todos aquellos que le han tratado bien a lo largo de los años, sino hacerlo en los sitios donde están. «Me despediré, y ya no volveré a tocar. Volveré a los sitios, saludaré, comeré, pero ya no volveré a los escenarios. Tocaré y compondré en casa, es posible que grabe un disco. Pero no volveré a los escenarios. Hay que hacerlo en algún momento. En el confinamiento me fijé en los árboles, en los pájaros. Y sobre todo leí mucho. Lo estaba dejando. Y me despediré no a la francesa, sino como corresponde».

Un largo y fructífero camino

Serrat nació el 27 de diciembre de 1943 en el barrio barcelonés de Poble Sec. Su madre Ángeles era originaria de Bellchite, donde en 1937 tuvo lugar una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil Española, dejando terribles secuelas en su familia. Su padre Josep era obrero y un convencido anarquista. Juanito, como se le conocía entonces, comenzó sus estudios en un colegio religioso, para luego, hacerlo en un instituto de enseñanza normal. En 1960 al terminar su bachillerato se inscribió en la Escuela de Peritos Agrícolas. En 1964 ingresó al servicio militar y allí conoció a tres compañeros con los cuales formó su primer conjunto musical. A partir de ese momento se integró al movimiento de la Nueva Canción Catalana que, a través de los textos, la reivindicación de la lengua catalana y su cultura, se opuso con creatividad y firmeza al régimen despótico del general Francisco Franco.

En 1965 lanzó su primer disco solista titulado Una guitarra. En 1966 editó Ara que tinc vint anys. En 1967 apareció Canción de la mañana y el 1968 Canciones tradicionales.

En 1969 grabó tres discos de larga duración que le catapultaron definitivamente a la fama: dos denominados simplemente Joan Manuel Serrat y otro titulado Dedicado a Antonio Machado, poeta. 1970 fue otro año de nuevos trabajos de impecable confección: Serrat 4 y nuevamente Joan Manuel Serrat.

En 1971 editó el magnífico Mediterráneo. En 1972 A Miguel Hernández y en 1973 retomando su lengua materna grabó Per al meu amic. En 1974 apareció en el mercado otro larga duración titulado con su nombre. En 1975 Piel manzana mostró una mayor preocupación en los arreglos melódicos. En 1975 grabó otra vez en catalán Res no és mesqui. El disco producido en el 78 se llamó simplemente 1978. En 1980 editó tres placas: Tal com raja, Encontrar (recopilación) y Album de Oro (antología). 1983 fue el año de En tránsito (titulado «Cada loco con su tema», en una de las ediciones latinoamericanas) y de una nueva antología llamada 12 años. En 1984 grabó Fa vint anys que tinc vint anys. En 1985 con textos de Mario Benedetti propuso El sur también existe.

En 1986 editó un fonograma en idioma portugués dedicado exclusivamente al mercado brasileño, Sinceramente teu. En 1987 grabó Bienaventurados.

1989 fue el año de Material sensible y 1991 el de Utopía.

En 1994 apareció Nadie es perfecto y la antología Serrat, eres único, un disco en donde una docena de jóvenes artistas realizan versiones de canciones suyas.

Luego, en 1996 le siguió Banda sonora de un tiempo, de un país, que incluyó treinta y cuatro canciones, la mayor parte de ellas escritas entre 1962 y 1975 por sus compañeros iniciales de ruta, los artistas de la Nueva Canción Catalana, y la edición del fonograma El gusto es nuestro junto a Ana Belén (Pilar Cuesta), Víctor Manuel San José Sánchez y Miguel Ríos.

En 1997 incursionó en la narrativa con Liliana, Historia de Babar y Viaje a la Luna, un disco editado en versiones castellana y catalana, en donde relata tres cuentos musicalizados por Salvador Brotons, Francis Poulenc y Xavier Montsalvatge con las orquestas Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya.

En 1998 apareció Sombras de la China, un compacto que brilla por su madurez y que contiene canciones de tonos melancólicos; canciones que siguen la eterna persecución de las utopías. Utopías que según ha dicho el cantante «no tienen bastante con lo posible» y sin las cuales «la vida sería un ensayo para la muerte». Esta es una de las claves: su santo y seña para reencuentro con su público y en particular con los rioplatenses.

En el año 2000 llegó Cansiones (así con ese) bajo el seudónimo de Tarres – políndromo de Serrat-, junto a la reedición (por parte del sello BMG) en formato compacto, de su discografía completa.

Luego Versos en la boca, después Serrat Sinfónico y más tarde un disco en lengua catalana.

En 2004, participó en el proyecto Neruda en el corazón, con un disco colectivo en el que interpreta el Poema XX de Pablo Neruda.

Tras la recuperación de un carcinoma de vejiga, emprendió una nueva gira intimista junto a Ricard Miralles interpretando sus temas clásicos bajo el título Serrat 100×100, una gira con 150 conciertos que se inició el 6 de mayo de 2005 en Valladolid y finalizó el 14 de diciembre de 2006 en San Sebastián

El 18 de abril de 2006 publicó el disco Mô con canciones en catalán, su primera producción en esa lengua en 17 años. Durante los siguientes meses, Serrat realizó una gira de 48 conciertos de promoción de este nuevo disco, tras la que continuó con una segunda sesión de conciertos con su gira Serrat 100×100.

En 2007 realizó una gira junto a Joaquín Sabina llamada Dos pájaros de un tiro, que los llevó por 30 ciudades españolas y 20 americanas y que se inició en Zaragoza el día 29 de junio de 2007 y finalizó el 18 de diciembre en Buenos Aires después de 71 conciertos. De los conciertos celebrados en Madrid se grabó un disco en directo y un DVD con más material que se editó en diciembre de 2007. El nombre de dicho disco es, al igual que la gira, Dos pájaros de un tiro.

A mediados de 2008, Serrat retomó por tercera vez su gira intimista Serrat 100×100 llevándola junto a Ricard Miralles por algunos países de América y por España, con conciertos programados hasta el mes de julio de 2009.

En 2009 Serrat grabó junto a Joan Albert Amargos un segundo disco en homenaje al poeta Miguel Hernández, de título Hijo de la luz y de la sombra, que fue editado en febrero. En marzo de ese mismo año, es operado con éxito de un nódulo pulmonar que le habían diagnosticado en un control rutinario.

El 16 de diciembre de 2010 recibió en el Teatro Solís de Montevideo (Uruguay) el premio Memoria del Fuego, de manos del escritor Eduardo Galeano.

El 6 de febrero de 2012, presentó junto a Joaquín Sabina La orquesta del Titanic, su primer álbum de estudio grabado con el cantautor ubetense.

Durante la gira Dos pájaros contraatacan en Argentina grabaron un nuevo CD+DVD en vivo en el escenario del Luna Park de Buenos Aires, titulado En el Luna Park que es editado en 2012. Para conmemorar su medio siglo con la música, el artista escogió medio centenar de composiciones, la mayoría re grabadas y con gran abundancia de duetos para el lanzamiento de un disco titulado Antología desordenada que se publicó el 4 de noviembre de 2014.

Antología Desordenada también es el nombre de la gira de celebración de 50 años de carrera que llevó a cabo desde el 24 de febrero de 2015 hasta el 21 de noviembre, con más de un centenar de conciertos. En marzo de 2016 se anunció la celebración de un concierto, al que siguieron varios más en una nueva gira, para conmemorar el 20 aniversario de la mítica gira «El gusto es nuestro», junto a Ana Belén,Víctor Manuel y Miguel Ríos. Dicha gira recorrió  ciudades como Madrid, Barcelona, Granada, Valencia o Zaragoza, desde junio a octubre de 2016. El 21 de octubre de 2016 salió a la venta el doble CD y DVD que recoge el concierto celebrado el 15 de junio en el Barklaycard Center de Madrid.

En 2017 y 2018, la gira «Mediterraneo da Capo» en España, Francia y Sur América, conmemoró el 47 aniversario del mítico disco «Mediterráneo» que en esa ocasión lo trajo a Montevideo actuando en el Antel Arena.

Entre 2019 y 2020 grabó y editó el disco No hay dos sin tres, junto al madrileño Joaquín Sabina.

Homenaje a Benedetti

El 28 de febrero de 2020 fue distinguido con el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Zaragoza y luego Serrat  ofreció un sentido homenaje a Mario Benedetti, sumándose así a la innumerable cantidad de homenajes que a lo largo y ancho del mundo se realizaron en recuerdo y honor a nuestro escritor en el centenario de su nacimiento. La ceremonia se concretó en la sede madrileña del Instituto Cervantes. Allí, El catalán reseñó la vida y obra de Benedetti afirmando que Mario » es el poeta en su tiempo, desde los primeros libros hasta los últimos en 2008″. Serrat, quien vivió el exilio como Benedetti, rememoró cómo fue trabajar con él en el disco «El sur también existe» , editado en 1985.

«Leyendo su poesía -dijo Serrat- se me ocurrió hacer algo con un poeta vivo y a mí me gustaba mucho lo que Mario hacía. Le llamé a su casa del barrio de Prosperidad en Madrid. Nos fuimos entendiendo muy bien y fue así como surgió ese disco y, lo más importante, una fecunda amistad»

En pandemia y en su casa

En estos dos años de pandemia no ha compuesto nuevos temas, sino que se ha dedicado en profundizar su sensibilidad, dedicándose, entre otros asuntos a percibir la naturaleza, la vida que a pesar de los pesares siempre se impone con su energía y su belleza. Serrat disfruta intensamente con las pequeñas cosas que en definitiva son las que hacen a la esencia del alma, confesando, por ejemplo el goce que le produce escuchar con qué felicidad cantan los pájaros en las cercanías a la casa de su confinamiento.

Dijo Serrat: «Como el de todos, mi mundo está muy conectado. La televisión, la radio, la prensa, las redes, Internet… El mundo globalizado se ha ocupado de comentar lo que ha ido pasando. Yo lo he visto como un tiempo de confinamiento. Mi pequeño mundo ha sido mi universo. Tengo una casa con árboles y aire libre, podía salir a ese espacio verde y desde ahí ver la colmena de mi ciudad. Pensaba en la dificultad que este tiempo, añadida, agrandada para las personas que viven con hijos en casas pequeñas, en las que deben aguantar muchas presiones. Desde ahí he visto pasar el tiempo, cómo se acababa el invierno e iba apareciendo la primavera. Los almendros y los árboles mostraban la nueva vida, indiferente a todo lo que ocurría. Sobre todo, he ido manteniendo una comunicación con los pájaros que, con este encarcelamiento de la especie humana, han estado mucho más libres, menos amenazados, muy tranquilos en su libertad. Y he visto aparecer pájaros que hacía mucho que no veía por mi casa, jilgueros, un colibrí. Las palomas, las torcazas, las urracas, los gorriones, están por aquí normalmente, pero otros han aparecido ahora. Imagino que sin la presión humana han tenido otros espacios. Me lo he pasado muy bien viéndolos y escuchándolos».

Como muy pocos elegidos, y en su caso en un grado superlativo, Serrat enamora a sus auditores, esos que lo han venido escuchando desde que lanzó a la perdurabilidad textos de identidad profunda como «Mediterráneo», «Fiesta» y otras tantas canciones que están instaladas en eso que llamamos memoria emotiva.

Comprobar que su obra mantiene su poder seductor en un público cada vez más joven es una de sus mayores recompensas.

Con la vida entre los dientes

Como el poeta Antonio Gala ha dicho de él, no sorprendía hace treinta o cuarenta años que Serrat fuese un rebelde, pero podría sorprender a algunos que lo siga siendo hoy. Casi todos los que entonces oían a Serrat están muertos o inmovilizados de una u otra manera. El continúa idéntico. Se ha resistido a acomodarse en la poltrona del éxito, de la consagración o el estrellato: el laurel de oro que acaba por vaciar las sienes del creador. No se alinea en ningún batallón: ni de los acomodados, ni de los destructores. No se proclama definidor ni defensor del orden, pero tampoco del desorden. Su constante posición es la de romper filas. Su misión no es la de prometer falsos paraísos, ni vestir al desnudo, ni consolar al triste; no se auto adjudica misión alguna: es un francotirador contagiando a los otros. Si resulta ejemplar es porque lleva la vida entre los dientes, como un cuchillo y como un beso.»

Nadie puede dudar un instante que varios de sus discos (el dedicado a Miguel Hernández, el dedicado a Antonio Machado, «Mediterráneo» o «En tránsito», por citar algunos ejemplos) son inobjetables obras maestras.

Basta observar la historia de Serrat para afirmar, sin ningún tipo de dudas, que a sus conciertos siempre acudirá una multitud.

Sus méritos artísticos y sus actitudes de compromiso y afecto generosamente ofrecidos de diversas maneras, lo han transformado en uno de los músicos más entrañables, más consolidados y más idolatrados en nuestro país.

Se hace camino al andar

La pasión y la devoción por Serrat se mantienen inalteradas y permanentes; después de todo, la suya con los uruguayos es una historia plena de afectos y lealtades que ya lleva cincuenta años.

Desde su primera visita a Uruguay a fines de la década del 60 conserva en la mirada ese gesto tan característico de un niño pícaro que no envejece, aunque las arrugas que bordean sus ojos y la incipiente calvicie se empeñen en acompañar sus 77 años (cumplirá 78 el próximo 27 de este mes de diciembre).

Serrat ha sabido, desde siempre, trabajar variantes a partir de sus vivencias, de  sus estados de ánimo, de felicidades y de tragos amargos. Siempre sabe estar cerca, tan a mano, tan dispuesto a la ofrenda ética y estética desde su decir maestro. Tal vez porque en este tiempo tan de inmediatez, tan de hiper conectividad liviana, pasatista y absurda, tan de modernidad líquida al decir del sociólogo británico Zygmunt Bahuman, este tiempo merece y necesita este punto de apoyo, este Serrat y su legado. Escuchar sus canciones para revisarse desde adentro de los afectos más intensos y profundos para así cotejar el mundo, el entorno y la época en la que nos ha tocado vivir.

Y con tu y nuestro querido Machado, cada día  constatamos que se hace camino al andar… Golpe a golpe, verso a verso… En este nuestro y también tuyo pequeño y tan al sur Uruguay, te esperamos querido Nano. Salud.

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