Directora nacional de Educación, Rosa Inés Ángelo: “El alto número de jóvenes que no están en la educación, cuestiona los diseños educativos que estamos ofreciendo”
La directora nacional de Educación, Rosa Inés Ángelo, aseguró que el elevado número de jóvenes que no están en el sistema formal de educación, cuestiona los diseños educativos que se ofrecen.
En conversación con LARED21.TV, Ángelo afirmó que para lograr trayectorias educativas exitosas, se requieren cuestiones muy “heterodoxas” que atiendan esas trayectorias.
Agregó que “el sistema educativo debería lograr mayor impacto en los espacios a los que acceden los sectores más vulnerables”.
¿Un primer balance de estos cuatro meses al frente de la Dirección de Educación?
Es un desafío importante. A través de la articulación interinstitucional, hemos encontrado una buena forma de empezar a trabajar. Tenemos muchos espacios articulados con otros actores de la educación, y empiezan a concretarse respuestas que son importantes.
Cuando ingresé a la Dirección ya había una agenda diseñada con las prioridades del plan de gobierno, por tanto, hay una continuidad de las líneas de trabajo. En el Ministerio de Educación y Cultura hay equipos potentes y fue muy fácil continuar la articulación. Todo inicio de año, lo digo como docente, es de expectativa y de esperanza. Comenzamos el año con situaciones que están planificadas en una agenda que consolida acciones que nos permitirán avanzar. En cuatro meses, encontrar estos espacios de articulación de tener equipos de trabajo potentes y tener una agenda que responde a las demandas es importante.
Los analistas políticos ven al 2016 como un “año bisagra”. ¿Qué se puede avanzar en este año?
Durante todo el 2015, se hizo un trabajo basado en las “trayectorias educativas” que sean exitosas y cuidadas, por tanto, estos diseños que empiezan a desplegarse, tienen que ver con los andamiajes necesarios que funcionan en una lógica interinstitucional de acompañamiento.
La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) hace un seguimiento en el territorio de los egresados de Educación Primaria, hay un espacio cuidado de ver los que están y no están dentro del sistema y trabajan todos los dispositivos de gestión y de información. La coordinación en territorio con los actores que son muy diversos, son aspectos que señalaría como la clave, es decir: “hacer un seguimiento a los chicos que están ingresando al sistema educativo”.
¿Hay coincidencia en la necesidad de los cambios en educación, la cuestión es ponerse de acuerdo en el rumbo?
De todos los espacios que participamos, hay consenso que los cambios son necesarios, la cuestión es cuáles son los espacios en los que ese cambio se concreta. Todos estamos de acuerdo con que hay aspectos a cambiar. Después debemos reflexionar cómo se traduce la secuencia del cambio, con qué tiempos y en qué orden. Estos son los aspectos más debatidos, nosotros tenemos propuestas muy concretas que tienen que ver con la necesidad de avanzar.
El país ha hecho un esfuerzo enorme respecto al acceso a la educación y creo que hoy hay acuerdo en cuanto a la necesidad de consolidar las trayectorias educativas y que la gente egrese, culmine sus ciclos y que esos procesos sean cuidados.
¿Quiénes son los protagonistas de esos cambios?
Uno de los protagonistas centrales es el Estado con sus múltiples actores. A lo largo del tiempo, Uruguay fue parte de los debates acerca del rol del Estado en la educación. Hay acuerdo que el campo de la educación es complejo y que no se resuelve en un solo ámbito. Las lógicas de las políticas de Estado, tienen que desplegarse en un abanico de esas trayectorias.
Además como el centro de las políticas son los niños y adolescentes, ellos requieren que la mirada se dirija en determinados momentos en la educación formal, en otro momento en los aspectos de salud, y de desarrollo social. Es decir, hay un actor que es el Estado, cuidando a esos niños y adolescentes. Otro actor central, son los propios niños, adolescentes y sus familias.
En Uruguay, hay una Ley que habilita los espacios de consulta y de participación donde nos preguntamos: ¿qué necesitamos?, y ¿qué quieren? En este inicio de clase, se recorren las miradas de los distintos Consejos y espacios de participación y de educación, los niños, niñas y adolescentes, tienen una enorme expectativa de lo que la educación pública puede darles y hay que contemplar sus necesidades y sus demandas. Además, tenemos que contemplar las miradas del conjunto de la sociedad. Por último, pero no menos importante, los equipos docentes y los equipos de gestión.
La sostenibilidad de muchas propuestas, tiene que ver con el buen funcionamiento de los equipos de gestión. Todos estos actores, son parte de “una trama”, además en Uruguay pensamos en ciertos diseños que tienen estas “tramas” y que tienen que cambiar.
¿Puede poner un ejemplo?
En Secundaria se ha planteado la necesidad de nuevos formatos y nuevas ofertas educativas. En Primaria ya han generado “tramas” donde hay otros diseños para esa oferta. Allí participa el Estado, los propios niños y sus familias, tenemos a los docentes, a los equipos de gestión y se han generado nuevos diseños. La Escuela en la última década, ha podido responder a las diferentes ofertas de tiempo pedagógico, de formato, de maestros comunitarios, de campamentos educativos, y de articulaciones. Hay coincidencia que los mayores desafíos están en Educación Secundaria y Secundaria superior (5tos y 6tos).
En la sociedad, en el propio sistema político, hay cierto consenso a la hora de pensar en nuestros niños sin embargo, ese acuerdo se pierde cuando llegan a ser adolescentes. Y no se los atiende de la misma manera que a los niños.
Uruguay tiene que pensar que propuestas tiene para sus jóvenes, a generar espacios de participación y darles voz. Uruguay ha tenido que “negociar” con jóvenes que reclaman sus espacios, que tienen idea de que es lo que quieren y tienen muy claro cuál es la oferta educativa que quieren, y qué es lo que se imaginan para su futuro.
En un contexto globalizado y de alta capacidad de intercambio de información, escapan a nuestros límites de frontera. Los jóvenes tienen otras expectativas, los cambios que la sociedad uruguaya “tamiza” en esta manera lenta de alcanzar consensos, los jóvenes tienen otros tiempos y creo que a los uruguayos nos ha llevado tiempo darnos cuenta que los jóvenes nos plantean lo que quieren y como lo quieren. Uruguay tiene una oferta de Educación Media gratuita que se extiende por todo el país. Cuando recorrés América Latina, ves cómo se lucha para alcanzar todo el territorio. En Uruguay un número importante de jóvenes no cursan, y nos preguntamos: ¿por qué este nivel de rezago? Ahí tenemos que cuestionarnos los diseños educativos qué estamos ofreciendo.
Si hay que identificar un problema ¿la no culminación de los 14 años de educación obligatoria sería el principal?
El problema central, no está solo en la culminación, sino en el hecho de que nosotros tenemos espacios “cuidados” dentro de Educación Primaria sin embargo, cuando hacemos el tránsito hacia la Educación Media no tenemos ese espacio cuidado. El problema es cuáles son las trayectorias que los jóvenes logran armar dentro del ciclo de educación media y eso en realidad tiene como consecuencia que muchos no terminen el ciclo. Es decir, tiene que ver con la calidad de las trayectorias que se les ofrece.
Entonces, ¿cuáles son los aprendizajes relevantes? ¿cuáles son los dispositivos? A lo largo del tiempo, se han hecho distintos ensayos, pero en una lógica de programas enfocados. Tenemos que empezar a pensar como esos “programas” que atienden los tránsitos educativos, los seguimientos de trayectorias, a los seguimientos puntuales en un momento para el cambio de ciclo, se pueden transversalizar y en ese sentido, la ANEP está haciendo un ejercicio muy interesante de como cuestiones muy focalizadas se pueden transversalizar.
Primaria pone mucho cuidado en el tránsito educativo, y el joven sin embargo llegaba en una situación de “descampado”, respecto a quién se hace cargo de sus trayectorias. En estos aspectos se está trabajando fuertemente y es una de las anclas de ver un proceso de cambio.
Recientemente a un experto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) se le preguntaba sí en Uruguay la brecha estaba entre la educación pública y la privada a lo que él respondió que la brecha estaba vinculada a la extracción socio económica del niño o adolescente. Es decir, ¿los que más abandonan son los pobres?
Es nuestro mayor desafío, una educación para todos. Para que todos tengan trayectorias exitosas se requiere cuestiones muy heterogéneas que permitan atender a cada una de esas trayectorias.
Nosotros debemos tener mayor impacto en los espacios a los que acceden los sectores más vulnerables. Los acompañamientos y los andamiajes para estos sectores deben ser distintos. Hay instituciones privadas que atienden a poblaciones vulnerables. Cuando uno mira los resultados educativos vemos situaciones complejas. La situación de pobreza no la puede resolver solo las instituciones educativas, esto es tanto para los públicos como para los privados. Lo que sucede es que las instituciones públicas, despliegan una serie de apoyos que van más allá de lo pedagógico.
Los cortes no son públicos y privados, sino transversales que tienen que ver con cuestiones como que competencias docentes deben ser construidas cuando “las ecologías de los aprendizajes” se mueven de forma tan radical. Hoy la educación pública es la que se hace cargo de la educación de los más vulnerables, por tanto, cuando se mira la educación, allí (en la educación de los más vulnerables) se forman las personas que tienen algún tipo de discapacidad, sea esta cual sea, sea económica o social.
Un estudio del Instituto de Evaluación Educativa (INEED) indica que los salarios docentes se incrementan por antigüedad, no hay un incentivo por capacitación y tampoco por planificación lo único que se paga es la “hora aula”.
Es un tema complejo, el informe de INEED es muy interesante. Esta situación tiene que ver con el Estatuto del Docente y tiene su historia. Lo que el Estatuto se propone es una serie de medidas que incentivan la titulación. Esto tiene que ver con un Uruguay donde los docentes debían ser titulados, había un gran reconocimiento por el título, hay un espacio histórico de conformación del concurso, y la efectividad. Las normativas consolidan procesos de larga duración.
Si uno mira este Estatuto, está vinculado a luchas por el incentivo al egreso, la realización de concursos y están atadas a nuestro pasado reciente donde estos principios fueron impugnados, se colocaban docentes que no tenían la formación necesaria, y no concursaban. Hay una historia de décadas recientes, una lucha de la que formé parte, para acceder por concurso a los cargos, y a la efectividad. También en esa mirada respecto a la carrera docente, hay que hacer cambios. En ese sentido, la ANEP está haciendo propuestas, y plantea volver a mirar los Estatutos para ver los nuevos contextos en los que hoy se ejerce el trabajo docente. Hay que reconocer que tanto el ingreso a la carrera como el desempeño, están en contextos que han cambiado y hay que volver a revisarlos. Procesos que llevaron tanta movilización y que representó tanto para tantos docentes, es obvio que movilizan y generar nuevos espacios de consulta. Todos sabemos que hay que rediscutir y eso genera tensión y de debate. Sin embargo, estoy convencida que hay que dar ese debate.
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