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Rolling Stones: Las estrellas todavía brillan en Montevideo

Mick Jagger pensó que durante la actuación podría referirse a la liberación de la producción y comercialización de marihuana en Uruguay, pero sus asesores le recomendaron que sería inconveniente hacerlo y él estuvo de acuerdo.

rolingHan pasado dos días desde la presentación de los Rolling Stones en Montevideo y los ecos de su actuación continúan. No es para menos, son el mito viviente del rock mundial.

En las últimas horas trascendió que Jagger tuvo la intención de referirse  la marihuana durante el show, pero sus asesores le recomendaron no hacerlo. De todos modos, sí demostró conocimiento e interés por las costumbres uruguayas.

Los ecos del recital

Una jornada de calor exagerado, miles y miles de fanáticos ansiosos, se amontonaron en filas alrededor del estadio bajo el sol, sudando una euforia de rocanrol pocas veces vividas por estas latitudes. Un 16 de febrero muy difícil de olvidar: The Rolling Stones en el Estadio Centenario.

Al atardecer, mientras Boomerang, la banda invitada como telonera, se despedía satisfecha, casi todos los asistentes habían ingresado al estadio, conformando un público muy diverso, hasta superar los cincuenta mil espectadores.

Entrada la noche estrellada, el gigantesco escenario dispuesto sobre la cancha encendió sus luces y pantallas, para presentar a través de un excelente audiovisual, la gira que está ofreciendo la banda en nuestro continente. Fuegos artificiales, efectos de primera y color intenso, dieron paso al clamor del público que se tornó desmedido al distinguir de frente y en vivo, a esta leyenda viviente, forjada por estos increíbles septuagenarios al borde de la inmortalidad, empeñados en encarnar a los Rolling Stones.

Los primeros acordes de “Start me up” en la guitarra de Keith Richards abrieron el show, haciendo que -al pie de la letra de la canción- el estadio Centenario se encendiera en una fiebre rocanrolera, contagiada por la magia que estos mismos veteranos de guerra, infectaron a lo largo y ancho del planeta, con el germen de su rock & roll.

“Its only rock and roll”, fue el segundo tema que interpretaron.

Mick Jagger se mostró cómico hablando como un uruguayo más: “por fin en Uruguay, ta?” y “vamo’ arriba, bo”. Pero más que por sus camisas satinadas, Jagger, brilló en Montevideo por la intensa energía que transmite a sus más de setenta años, como músico y compositor curtido, y también corriendo, saltando y bailando como un adolescente en el escenario, demostrando su condición de estrella indiscutida del Rock and roll.

“She’s so cold”, fue el tema interpretado, elegido en las redes por el público asistente. Al ritmo de la batería de Charlie Watts, parecía que la algarabía no tenía fin, y por si fuera poco, para alimentarla sonaron las míticas canciones “Wild horses”, “Paint it black”, entre los muchísimos temas que interpretaron, siendo cada canción un sentido homenaje para los fanáticos que son seguidores desde el inicio de esta poderosa banda.

Hubo varios cambios de look, y varios diálogos de Mick con el público. Comentarios del estilo: “La estamos pasando bien en Montevideo. Charlie fue a un bar y tomó dos etiquetas negra, y Ronnie comió un gran chivito. Después escuchamos candombé, y caminamos a la midnight rambla”. En cierto momento aludió a la importancia simbólica del estadio Centenario, cuando gritó “Nuestro próximo show será nuestro Maracanazo”. Y más adelante, enseñando un regalo, exclamó: “Luis Suárez me mandó su camiseta, “La Celeste”! ¡Gracias Luis! ¡todavía sufro tus goles!” agradeció riendo el cantante.

Promediando la mitad del recital, Jagger presentó a los músicos invitados: dos saxofonistas, dos tecladistas, dos coristas, y al bajista Darryl Jones. Luego, y entre interminables aplausos, presentó a sus legendarios compañeros Ronnie Woods, Charlie Watts, y finalmente a Keith Richards, el excepcional guitarrista que además de agradecer su maravilloso encuentro con el público de Montevideo, interpretó un par de canciones pertenecientes al disco Steel Wheels, compuestas por él mismo.

Desde la calidad del sonido y los efectos, hasta el arte y el frenesí de estas estrellas, determinaron lo que fue un espectáculo de primer nivel y sin precedentes en nuestro país, que lentamente iba llegando a su fin, haciendo delirar al Uruguay con “Midnight rambler”, “Miss you”, “Gimme shelter”, “Brown sugar”, “Sympathy for the devil”, y “Jumping jack flash” .

“¡Toquete otra!”, dijo entre risas Jagger, y pasadas las dos horas de concierto, la banda hizo un breve descanso, o mejor dicho, lo que le dio tiempo a la producción para disponer un montón de micrófonos y poder presentar a Rapsodia, un coro compuesto por jóvenes de Montevideo que se dio el lujo de acompañar a los Rolling cantando con exquisitez “You can’t always get what you want”. “No puedes tener siempre lo que quieres”, advirtieron los Stones y sin embargo, sí, dieron a sus fieles lo que querían al rematar el show con “Satisfaction”. Concluyendo una noche tan pero tan inolvidable, que todavía, a esta hora, la estamos pensando y sintiendo, más que satisfechos.

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