Ignacio Martínez presenta dos libros infantiles en Punta del Este y LARED21 conversa con él
“Los mundos de Laura” y “¿A qué jugabas abuela?” son los últimos libros publicados por el prolífico escritor uruguayo Ignacio Martínez, que ya lleva escritos más de 140 textos (entre libros infantiles, para adultos y obras de teatro) y ha obtenido varios premios literarios, tanto a nivel nacional como internacional. La presentación se realiza de forma gratuita el miércoles 10 de enero, a las 18.00 horas en el Espacio WSW de Punta del Este (Av. Roosevelt y San Remo).
¿En qué te inspirás para escribir las historias y crear los personajes?
Básicamente en tres cosas: 1) lo que me ha sucedido a mí a lo largo de mi vida, 2) cosas que me cuentan los niños a lo largo de las tantas visitas que hago, por todo el país y alrededor del mundo y 3) lo que me voy imaginando. De todas formas, hay mucho de realidad en lo que escribo.
En ambos libros que vas a mostrar este miércoles, “Los mundos de Laura” y “¿A qué jugabas abuela?”, está muy presente la figura de los abuelos. ¿Tuviste abuelos como ellos o vos sos así con tus nietos?
La segunda parte sí, absolutamente. Pero la primera no… tuve una abuela divina, una abuela sensacional que fue una gran referencia para mí: la abuelita María. Pero fue la única.
Después conocí, y mucho, a los abuelos de mis hijos, como a Doña Juanita, que inspira el libro “¿A qué jugabas abuela?”. Una mujer excepcional, trabajadora, que cargó se ocupó de la crianza de hijos y nietos con mucha fuerza.
El otro es un abuelo que no está relacionado con ningún personaje específico, pero reúne características de muchos abuelos. Ese abuelo que espera a una nieta que no conoce, pero a la que le intenta mostrar todos los mundos, que luego serán “Los mundos de Laura”. También serán todos los mundos de las personas que lean el libro, que se van a ver identificados con muchas de las situaciones que se van a dar ahí.
Así que te llevás muy bien con tus nietos.
¡Sí! El más chiquito va a inspirar diez libros próximamente. Se llama “Camilo”, y van a salir diez libros con Planeta: “Camilo y su chupete”, “Camilo y sus pañales”, “Camilo y su familia”, “La guardería de Camilo”… Diez libros con la realidad completa de este niño amoroso que tiene dos añitos.
También aparecen los nombres de varios de mis nietos en el libro de “¿A qué jugabas abuela?”.
¿Cómo es tu disciplina como escritor?
Me levanto muy temprano, me preparo el mate amargo, prendo la computadora, respondo los mails, me meto en algunas cuestiones del día, leo algunos diarios. A las nueve de la mañana ya estoy trabajando, produciendo. Por supuesto que a veces pasan horas y horas y no salgo de la computadora. En otras oportunidades pueden pasar algunos días en los que me tomo mis pausas. Pero por el momento hay mucha cosa.
Adelanto que en marzo sale un libro para adolescentes y jóvenes, “Una vez en los Andes”, con editorial Planeta. Se basa en el marco de lo que ocurrió el 13 de octubre de 1972, cuando aquellos 45 tripulantes y pasajeros tuvieron la desgracia de estrellarse en los Andes y la virtud de poder sobrevivir 72 días. Mucho se ha escrito sobre eso, fundamentalmente los mismos implicados, pero nunca una tercera persona lo escribió para niños y me pareció un desafío precioso. Paso mi agradecimiento a la familia Páez, porque Gochi Páez (nieta del artista) tomó la iniciativa de conectarme, de hablar del proyecto, y a Planeta que también se interesó.
Has escrito 90 libros para niños, 40 obras de teatro y 13 libros para adultos. ¿Cuál es la principal diferencia entre escribir para el público joven y el adulto?
No tengo una opinión precisa, pero lo que yo siento es que me encuentro mucho más cómodo escribiendo para niños, más motivado. El tema de los adultos tiene otras características, que no son ni mejores ni peores, pero son distintas. Escribir para niños me fascina porque ellos pueden recibir cosas que de pronto los adultos no tenemos tiempo para recibir. La vida pasa y no vuelve. Entonces, como digo muchas veces, hay que trabajar mucho para esta gente menuda, para que ellos sean mejores que nosotros.
Si bien no planteo el libro como un elemento de enseñanza ni de moraleja, quizá, como diría Galeano, “en cada página hay un espejo”. El niño se ve en el libro y, cuando lo cierra, espero que sienta la posibilidad de ser mejor.
¿Por esa razón es que hacés talleres en las escuelas?
Sí, muchísimo. Con muchísimo gusto, pues de eso me nutro, ¡vaya que me nutro! Muchísimo, muchísimo.
Acá he recibido enseñanzas conmovedoras, bastaría recoger la enseñanza que me dejaron los niños del liceo de la barra de Maldonado. Vivieron una situación muy trágica y la compartieron conmigo, lo que me llevó a escribir una carta que los jóvenes a su vez compartieron con todo el liceo. Fue una forma de cierre de esa situación tan tremenda que vivieron hace un par de años.
Explicabas que no utilizás los libros como herramienta educativa, ¿no los usas en los talleres que brindás para maestros?
Eso también lo hago, lo hice por mucho tiempo, pero es otra cosa. Eso es, efectivamente, conversar cómo podemos utilizar la literatura y el lenguaje como herramientas para la educación. Porque también se pueden utilizar como herramientas para la deformación, la banalidad o la estupidez. Y de eso estamos llenos en el mundo.
Vas a participar en la XXV Feria Internacional del Libro de La Habana, que empieza este jueves. ¿Qué vas a llevar desde Uruguay?
Exacto. Empieza mañana (jueves), pero yo llego al día siguiente, no estoy en la inauguración. Ni bien llego empiezo a trabajar con una actividad muy linda, el sábado, después el lunes… Hay muchas actividades que me comprometen y me involucran, así que voy a tratar de hacer lo mejor que pueda en el marco de una delegación muy linda y muy numerosa que va a representar a Uruguay, porque Uruguay es el país de honor.
Ayer escuché que iba a ir el vicepresidente, pero tenía entendido que iba a ir también el presidente, que presenta su libro. Sé que va el ministro de economía, Danilo Astori; el rector de la Universidad, mi amigo Roberto Markarian; y cierra la feria la ministra María Julia Muñoz.
Yo voy representando varias cosas, entre otras mi agradecimiento a la Asociación General de Autores (AGADU), que hizo posible este viaje para que nos vinculemos a los autores de allá, paralelamente a la feria. También voy representando al sector de cultura del PIT-CNT y voy en el marco de la delegación oficial. Por otro lado voy a hacer un trabajo en relación al Consejo de Derecho de Autor, el cual integro en calidad de secretario, por lo que quiero decir muchas cosas y aprender de otros autores.
Ah, ¡me faltaba lo más importante! Voy a estar con un montón de niños cubanos. Participo en un programa que se llama “Merienda de Locos”. Se ve que va a ser de tarde, capaz que se comparte algún chocolate, alguna leche. Van a haber cientos de niños conversando conmigo, en varias oportunidades.
Ya he ido a Cuba. A esta misma feria fui en el 2014, en el 2006… También he ido a las continuidades, porque estas ferias, a diferencia de otras de América, se continúan. Acaban y luego siguen por Sancti Spíritus, por Santiago de Cuba, por toda la isla. La feria sigue durante meses.
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