Día Mundial del Medio Ambiente: conociendo al arte ecológico
Se celebra en todo el mundo este 5 de junio un nuevo Día Mundial del Medio Ambiente. En ese marco, proponemos un recorrido por el “arte ecológico”, una corriente que han adoptado diversos artistas alrededor del mundo desde los años 60, en donde elementos como “naturaleza”, “crítica”, “belleza” y “conciencia” se encuentran particularmente imbricados.
Se lo denomina arte ambiental, ecológico, land art, entre otras posibilidades. Aunque hay quienes afirman que estos términos no son sinónimos en absoluto y que hay diferencias importantes dentro del mundo del arte concientemente vinculado al medio ambiente.
Sin embargo, se puede decir que existen elementos clave que se reiteran formando zonas de trabajo comunes a estos artistas. Entre ellos, destacan los encuentros entre la ecología, la vida, la participación comunitaria, la conciencia social.
Los artistas ambientales se apartan justamente de aquella idea del “arte por el arte”, y conciben sus obras muchas veces como potentes herramientas a la hora de realizar críticas acerca de la injusticia, la superpoblación, el uso de químicos tóxicos, el agotamiento del bosque, el suelo, el cambio climático, entre otras preocupaciones.
«Mi actitud no ha cambiado, estoy más viejo y más convencido en mis trabajos de la necesidad de cuidar a nuestro planeta ”, afirmaba el artista ecológico argentino Nicolás García Uriburu.
Un poco de historia
Hace varias décadas que este concepto del arte relacionado con la tierra, la ecología y el medio ambiente hace su aparición en el mundo artístico. Puede rastrearse su apogeo en los años 60, cuando muchos artistas se abocan a salir “del museo”, cuestionándola como institución legitimadora de lo artístico, que se aparta de la vida cotidiana de los seres humanos, y llevan su práctica artística a lugares inusuales. El movimiento utiliza muchas veces el espacio natural como soporte de sus obras.
Mezclados con los activistas de los años sesenta, los artistas del Ecological-art, land-art, o el environment-art, focalizan sus intervenciones en puntos comunes: la tierra, el medio ambiente, el planeta, la naturaleza.
Destacan entre los pioneros de esta corriente: Walter De Maria, Robert Smithson, Michael Heizer, Christo & Jeann-Claude, Jan Dibbets.
Como decíamos anteriormente, la variedad de términos con que se suele denominar este tipo de arte a menudo oculta algunas diferencias fundamentales. Podríamos decir que el eco-arte es el movimiento que implica una mayor colaboración con el medio ambiente, tanto en su mirada como en su metodología de trabajo.
Por su parte “ecovention”, es un término surgido hacia 1999, que describe un proyecto iniciado por un artista que utiliza una estrategia creativa para transformar físicamente la ecología local. El arte en la naturaleza, por otro lado, es una denominación utilizada corrientemente en Europa y se refiere más bien al trabajo de Nils-Udo y Andy Goldsworth. Se trata de un estilo que crea bellas formas utilizando materiales naturales encontrados en el lugar: pétalos de flores, barro, ramas y piedras.
El Arte ambiental también crea muchas veces consciencia acerca de la importancia de reciclar materiales.
Diferencias
En el seno del arte ambiental pueden encontrarse otros artistas que en definitiva realizan un daño en el medio ambiente. Entre ellos es conocida la crítica al artista Robert Smithson, con su Spiral Jetty (1969), obra que implicó un daño permanente al paisaje en el que trabajó, que se convirtió en una suerte de campo de residuos.
También fue muy polémico el caso del escultor europeo Christo, quien envolvió temporalmente la costa de Little Bay, al sur de Sydney, Australia.
Allí se suscitaron diversas protestas de los ecologistas locales quienes argumentaban que la obra era irresponsable y perjudicaba al medio ambiente, sobre todo a los pájaros que tenían nidos en los acantilados envueltos, además, varios pingüinos y una foca quedaron atrapados bajo la tela.
Por ejemplo
Hans Haacke se considera uno de los primeros artistas contemporáneos junto con Joseph Beuys, y Alan Sonfist, en abordar temáticas ecológicas a través del arte. Su obra Gras grows (Crece la hierba) fue expuesta en una galería de Manhattan en el año 1966.
7000 Oaks (7.000 robles), fue probablemente uno de los ejemplos tempranos que más repercusiones tuvo en el movimiento, una protesta ecologista que se representó en 1982 por Joseph Beuys, en la que el artista y sus ayudantes subrayaron la condición del medio ambiente local intentando reforestar áreas contaminadas y dañadas con 7.000 robles.
El proyecto The Rhythms of Life, llevado a cabo por el artista australiano Andrew Rogers es una de las empresas más ambiciosas en el terreno del land art, formando una cadena de esculturas de piedra, o geoglifos, alrededor del planeta.
Richard Long, por su parte, realizó su obra escultórica utilizando materiales naturales hallados en el lugar.
Natalie Jeremijenko es una artista americana que trabaja en la intersección naturaleza- tecnología, en tanto que Isabella Kirkland, artista e investigadora, utiliza la pintura como un medio para hablar sobre la importancia de la biodiversidad.
Más ejemplos de arte ambiental encontramos en artistas como Perejaume, Andrea Polli, Amy M. Youngs, entre muchísimos otros.
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