«Escuchar lo que otro nos ofrenda»: ciclo de poesía en Montevideo

-¿Qué es “Kalima tiene la palabra”?

Kalima tiene la palabra es un ciclo de poesía que se realiza en Kalima Boliche desde hace cinco años, los segundos y cuartos martes de cada mes, coordinado por Nilson de Souza y por mí. Es un espacio abierto e inclusivo donde los poetas de Uruguay, de América latina y también europeos pueden compartir su obra.

-¿Cómo se organiza, sostiene, difunde y gestiona?

Habitualmente se invita a 6-8 poetas a leer durante diez minutos en un clima fraterno y de celebración. Algunos martes también participan músicos y performers.

Las características del boliche con una fuerte impronta y compromiso en la difusión del arte así como de la inclusión llevada a cabo por su dueña, Paula, nos han abierto las puertas para realizar esta actividad en forma gratuita. Cabe resaltar que el público que concurre es variado y muy respetuoso a la hora de escuchar poesía.

Los coordinadores somos los encargados de armar la grilla, contactar a los poetas y difundir a través de un afiche realizado por De Souza en facebook cada ciclo. También se difunde a través de algún programa radial y en alguna prensa escrita.

El único apoyo que recibimos es el espacio físico donde se realiza, se trata de una tarea militante y sin ningún beneficio económico.

-En Montevideo hay otros ciclos de poesía, ¿tienen alguna relación entre sí?

La relación con los otros ciclos de poesía que funcionan en Montevideo es cordial, cálida, fluída y una muy buena oportunidad para que los coordinadores de los ciclos que también somos poetas, podamos leer como invitados.
Lo mismo sucede con poetas argentinos que son una presencia frecuente en Kalima.

-¿Por qué un ciclo de poesía hoy?

Los ciclos de poesía mejoran la calidad de vida de las personas en una sociedad cada día más violenta y consumista, permanecer dos horas escuchando lo que otro nos ofrenda resulta una experiencia única y enriquecedora. Y nos vamos cada una de esas noches a casa un poco mejores, con la certeza de que por un rato la comunión fue posible.