Calendiario
1998.- Es un día agitado por la muerte del intendente de Cerro Largo, Villanueva Saravia. Aparece en su casa cerrada, sin señales de haber sido forzada, con balazo en la sien. La autopsia confirma que fue un suicidio. Saravia, tataranieto de Aparicio, tenía 33 años. Había sido vicepresidente de OSE y ahora, al frente de la comuna, su acción no era muy tranquila.
Se escribió mucho sobre él, todos coincidiendo en estar ante una personalidad ciclotímica, mujeriego, bebedor, convencido de ser el amo de Melo.
El problema se agrava cuando en su sepelio unas palabras de Alberto Volonté dejan traslucir que no sería autoeliminación sino homicidio. Un asesinato impulsado por sus opositores dentro del mismo Partido Nacional. Lo que arma una enorme batahola de declaraciones, acusaciones, defensas apuradas.
Se dice por otros que pudo ser homicidio pero pasional.
Nunca se pudo saber más allá. El dictamen del forense aparece como muy firme.
1943. Nace Osvaldo Leite, en Rivera. Es un retratista consumado con personalidades políticas como Ferreira Aldunate, Sanguinetti, Herrera, Aznar, Frei, Chirac, Menem y toda la galería de ex presidentes del Banco Central y del Banco de la República.
1951.– Nace Luis Margenat, contador, con larga carrera en UTE donde es gerente de la División Comercial.
1956. Nace Osvaldo Udaquiola Laport, en Juan Lacaze, Colonia. Estará de gran fiesta en Buenos Aires. Es galán de telenovelas o culebrones. Uno de sus primeros éxitos lo tuvo en Venezuela con «Pobre diabla». En Argentina también tiene muy buena cotización y fue ganador del Martín Fierro, como Mejor Actor por «Campeones de la vida». Otras últimas «Soy gitano», «Amor en custodia», «Collar de Esmeraldas», «Brujas». Ha incursionado en el canto.
«Yo creo que se suicidó. Lo que no quiere decir que no haya podido ser asesinado. Pero digo: él era intendente de Cerro Largo, no era el alcalde de Nueva York. Ahí, en un radio de quince cuadras, todo el mundo lo vio desde que nació hasta que murió, y lo conocía muy pero muy bien. Y esa gente que lo conocía muy pero muy bien hace un retrato -incluso el propio abuelo- de Villanueva Saravia que da la posibilidad para pensar que en algún momento, como ciclotímico que era, que tenía momentos de grandes euforias y momentos de grandes depresiones, pudo haberse suicidado.
Pero, además, si fue un homicidio, si fue un asesinato, aparentemente no habría sido un asesinato político. Quizá podría haberse debido a otras razones, pero no a las estrictamente políticas». Miguel Angel Campodónico en entrevista realizada por Emiliano Cotelo, «En Perspectiva», comentando su libro «Sin Límites, vida y muerte de Villanueva Saravia».
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