EN ESTE PASEO DE CUATRO CUADRAS NO PODRAN INSTALARSE BOLICHES CON MUSICA EN VIVO

Si el tiempo acompaña la nueva peatonal Sarandí quedará inaugurada el 4 de julio

Juan Do campo, de 56 años, decidió alquilar el local ubicado en Sarandí 441 cuando el año pasado se enteró de que la Unión Europea financiaría la continuación de la peatonal Sarandí. Por eso tiene muchas expectativas en la habilitación del nuevo paseo, que será el 4 de julio «si el tiempo se mantiene sin lluvias y no se retrasan los trabajos», detalló ayer a LA REPUBLICA el director de la Unidad Central de Planificación de la Intendencia, Daniel Christoff.

Do campo, que optó por el rubro florería, confía en que la inauguración de la nueva peatonal atraiga a los turistas, «que en definitiva son los que traen plata». Y, al igual que el resto de los comerciantes de la zona, tiene fe en que «esta obra ayude a revertir la imagen que hasta hace un tiempo mostraban no sólo las cuatro cuadras intervenidas sino toda la Ciudad Vieja».

En menos de dos semanas, el paisaje del tramo que va desde Ituzaingó hasta Alzáibar será totalmente diferente al que se ve en el viejo sector de la peatonal. Es que los siete arquitectos, que fueron ganadores de este proyecto, plantearon una «visión distinta del espacio público», opinó Christoff. Por eso la vereda no será de un mismo color sino que se verán siete tipos de baldosas de variados tonos.

«Son las veredas que están distribuidas por todo Montevideo. La idea de los creadores fue recrear la realidad del espacio público de la ciudad en un mínimo tramo del centro», señaló el funcionario municipal. El criterio arquitectónico del paseo tiene por objetivo que la gente se apropie de la mayor cantidad de espacio posible, por eso instalaron el mínimo equipamiento urbano. Tal es así que la iluminación no saldrá de postes, como sucede en el tramo anterior, sino del piso. Y no habrá bancos, fuentes ni papeleras, como entre la calle Juncal y la Plaza Matriz. Pero sí palmeras.

 

Apuesta fuerte

La eliminación de la circulación vehicular no sólo cambiará a Sarandí en lo que refiere al tránsito. Es que los comerciantes de la zona ya están restaurando, remodelando y hasta cambiando el rubro de sus locales. Según detalló Christoff, «dos de los tres estacionamientos a cielo abierto que funcionaban en calle Sarandí presentaron proyectos para construir en esos terrenos y luego destinarlos a tiendas de venta de equipamiento de oficinas por ejemplo».

La Intendencia quiere que este nuevo paseo incluya restaurantes, joyerías y tiendas de cuero para seguir la línea del antiguo tramo peatonal. De ninguna manera permitirá la instalación de boliches con música en vivo, este tipo de comercios seguirá funcionando en el radio actual de Bartolomé Mitre, Bacacay, 25 de Mayo y Rincón. «Será un paseo de carácter comercial diurno», indicó Christoff. Los dueños del restaurante y cafetería Copacabana, en Sarandí 454, no buscan acondicionar su local para pasar música en vivo. Pero sí quieren remodelarlo para darle un perfil más nocturno al actual y así poder cerrar más tarde de las 22.00. «Nos vamos a jugar todas las cartas a la peatonal porque en la semana estaríamos empezando una restauración del lugar. La apuesta es muy grande, por eso esperamos que nos respalde la Intendencia», manifestó el encargado Víctor Agis.

 

Más seguridad

El respaldo que le piden los comerciantes a la Intendencia es que garantice la seguridad. «Si no mejora este aspecto estamos liquidados», dijo Agis, al igual que la mayoría de los dueños de locales consultados ayer por este diario. En este sentido, el funcionario municipal explicó que «la Ciudad Vieja no es más peligrosa que otras zonas de Montevideo. Y la circulación de vehículos en las calles transversales le va a dar movimiento».

Si bien la peatonal le dará otra fisonomía a estas cuatro calles de la Ciudad Vieja, todavía existen inmuebles que están prácticamente abandonados y otros que necesitan un lavado de cara. Para Christoff, «cuando los propietarios de estos edificios vean cómo quedará la zona seguramente van a empezar a invertir con fondos propios». De hecho adelantó que un antiguo inmueble ubicado en Sarandí al 400 ya fue adquirido por la UTU y el Ministerio de Educación para que funcione allí una escuela de formación de oficios.

Para Claudia Carrero, dueña de la farmacia ubicada en Sarandí 508, «la Ciudad Vieja se merecía este cambio». De hecho, la mujer apostó a esa zona antes de saber de la construcción de la peatonal. «Nosotros decidimos remodelar todo el local sin conocer el proyecto de la Intendencia. Pero por suerte terminamos casi al mismo tiempo. Nos vino bárbaro», dijo Carrero para luego agregar que «todavía hay mucho por hacer en este sector de la ciudad».

 

Lo que se viene

Antes de detallar los proyectos que se vienen, Christoff recordó que la continuación de Sarandí forma parte del plan Ciudad Vieja Renueva, que también incluye la renovación de fachadas y el ensanche de veredas en Bartolomé Mitre. En este sentido adelantó que «próximamente se continuará el camino de madera, en el cual los bares ubican mesas, desde Sarandí hasta Rincón (actualmente va desde Buenos Aires a Sarandí)».

En tanto, en la fuente de la plaza Matriz (diseñada por el italiano Juan Ferrari e inaugurada en 1871) se están realizando tareas de mantenimiento, limpieza de desagües y pintura. Cuando la Ciudad Vieja muestre una imagen positiva, «la idea es promover una igual revitalización en los alrededores del Mercado del Puerto, en el entorno del Palacio de Justicia, en la escollera Sarandí y en la zona del Banco Central». *

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