¿Quién inventó el postre Chajá?

El popular postre uruguayo fue inventado el 27 de abril de 1927 por Orlando Castellano, propietario de la Confitería Las Familias en el departamento de Paysandú. Este exquisito postre nacional se vende además en Argentina, Brasil, Paraguay, Estados Unidos y otras partes del mundo donde hay uruguayos.

Lo curioso de todo esto es que al igual que con otras fórmulas de productos exitosos, la receta no la sabe nadie más que la familia del inventor. Ni la propia fábrica la conocen en forma completa. Es decir, se conoce sus ingredientes que son un bizcochuelo, manteca, merengue, crema hecha con margarina vegetal, azúcar, conservantes y la fruta que puede ser durazno, frutilla o ananá pero LA receta esencialmente es SECRETA.

¿Cómo puede lograrse esto? División de trabajo. En la fábrica cada sección elabora una parte del postre hasta llegar a su empaquetado pero nadie está desde el inicio de la elaboración del mismo. Así que cada sector no sabe exactamente qué realiza otro aparte. Los integrantes de la familia, que ya van por la cuarta generación, desde chicos comienzan trabajando en la cocina de la fábrica para luego cuando conocen el oficio pasar a la administración.

Si bien todos los uruguayos conocen el tradicional postre, no todos saben por qué se llama así. Su nombre indígena CHAJÁ de origen guaraní es el de un pájaro grande como un pavo, entre 80 a 90 cmts., de plumas grisáceas que revolotea sus alas alegremente por los departamentos del interior de nuestro país orgulloso de ser el inspirador del nombre del sabroso postre nacional.

Son fáciles de domesticar y se utilizan como guardianes en los ranchos o estancias de América del Sur, desde Colombia hasta Uruguay. En sus alas poseen espolones duros y afilados utilizados como armas y ante el peligro, emiten un fuerte chillido. Son hervíboros y anidan en los pantanos.

Otra curiosidad de la historia de este manjar es que a pesar de toda la tecnología existente en la actualidad, no se ha conseguido una máquina capaz de armar el postre manteniendo su forma original, por lo cual se sigue elaborando artesanalmente. Lo que sí se ha logrado es que el postre pase más tiempo sin perder su rico sabor. *