Afganistán impone nueva prohibición a mujeres: no pueden hablar ni cantar en público
El régimen talibán en Afganistán ha implementado una nueva prohibición que nega a las mujeres el derecho a cantar y hablar en público. Esta medida, amparada en una interpretación estricta de la ley islámica, refleja el deterioro de los derechos de las mujeres en el país y es un indicativo del crecimiento de ideologías machistas y autoritarias en el mundo.
Kabul, Afganistán – En un paso alarmante hacia la represión de las voces femeninas, el gobierno talibán ha promulgado una nueva ley que prohíbe formalmente a las mujeres cantar y hablar en público. Esta medida, decretada el 28 de agosto de 2024, es parte de un conjunto de regulaciones que buscan limitar la participación de las mujeres en la vida pública y amedrentar su libertad, reforzando una serie de políticas represivas impuestas desde que los talibanes retornaron al poder.
Detalles de la prohibición
La nueva ley, conocida como «Ley de Conducta Pública y Moralidad», establece que las mujeres no deben participar en actividades que «promuevan la inmoralidad» y se interpretan como una ofensa a los valores islámicos tradicionales. Entre las justificaciones proporcionadas por los funcionarios talibanes, se argumenta que el canto femenino «puede llevar a la tentación» y «desviar a los hombres de su deber religioso».
La Ley de Conducta Pública y Moralidad también incluye sanciones para quienes desafíen estas normas, que van desde multas hasta arrestos temporales. Según un comunicado del Ministerio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para «proteger la moral pública» y evitar que «cualquier tipo de expresión vocal» perturbe el orden social y familiar en el país.
Impacto en el feminismo y los derechos de las mujeres
Este nuevo decreto se suma a una serie de restricciones impuestas por el régimen talibán desde su retorno al poder en agosto de 2021. Las mujeres han sido excluidas de la educación formal, se les ha prohibido trabajar en la mayoría de los sectores, y su movilidad se ha visto limitada. Solo en los últimos meses, se han observado protestas pacíficas donde las mujeres demandan sus derechos, aunque muchas de ellas han sido reprimidas con violencia.
El feminismo en Afganistán, que había comenzado a ganar terreno tras la caída del régimen anterior en 2001, ha sufrido un duro golpe. Las activistas han sido forzadas a operar en la clandestinidad, con un creciente riesgo de violencia y represalias. Grupos de mujeres, como «Las Heroínas de Afganistán», han tratado de defender sus derechos, pero enfrentan una intensa vigilancia, represión y persecución política, costandoles la vida en muchas ocaciones.
Recordemos a Malala Yousafzai, una niña de Pakistan quién sufrió una herida de bala casi mortal en la cabeza y sobrevivió para contar la historia de cómo un talibán le disparó porque aquel día en la escuela ella decidió alzar su voz en defensa del derecho a la educación de las niñas
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente esta medida. Organizaciones de derechos humanos han emitido declaraciones que critican la prohibición como una grave violación de los derechos fundamentales y una regresión en los logros alcanzados en las dos últimas décadas. Las Naciones Unidas ha solicitado al régimen talibán que revise estas políticas y respete los derechos de todas las personas, especialmente los de las mujeres.
La reciente prohibición de que las mujeres canten y hablen en público en Afganistán es un claro reflejo de la agenda represiva del régimen talibán, que busca regresar a una sociedad donde las voces femeninas son silenciadas, y se suma a una larga lista de otras leyes misóginas, propias de la cultura de dicho país. No solo representa un ataque directo a la libertad de expresión, sino que también pone de manifiesto el endurecimiento y violencia de ideologías autoritarias que afectan a las mujeres en todo el mundo.
Llamado a la acción
Es crucial que la comunidad internacional mantenga la presión sobre el régimen talibán y brinde apoyo a las activistas afganas que continúan luchando por sus derechos. La defensa de la libertad de expresión y la igualdad de género es una cuestión global, y la unión de esfuerzos es vital para combatir la opresión y promover el cambio.
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