Vecinos de Cerro Norte a su suerte: el barrio está tomado por la delincuencia
Las bandas controlan las calles de Cerro Norte, dejando una estela de miedo y violencia. En medio de este caos, la comunidad pide mayor presencia estatal y denuncian abandono.
En el barrio de Cerro Norte, la vida diaria se ve marcada por el eco persistente de la violencia. La lucha entre bandas ha convertido a este lugar en un campo de batalla, donde las víctimas llegan constantemente al Hospital del Cerro.
Sin embargo, muchas no logran cruzar las puertas del hospital con vida, abatidas por las heridas de bala. Este barrio, a pesar de ser uno de los puntos focales del Ministerio del Interior, sigue resistiendo un entorno acorralado por el miedo y el caos. Los residentes viven con la constante inquietud de quedar atrapados en medio de un conflicto que ahora forma parte de su cotidianidad.
Vecina de Cerro Norte: “El barrio está muy bravo”
LARED21 conversó con una vecina de Cerro Norte, cuya identidad prefirió mantener en el anonimato, y contó que la vida de ella y su familia transcurre en medio de la violencia y el miedo. “Salís a la calle y no sabés si se puede desatar una balacera en cualquier momento”, dijo.
La mencionada mujer, que tiene una organización social en la zona, dijo que ha dejado de recibir donativos para evitar que personas ajenas al área ingresen a Cerro Norte: “El barrio está muy bravo y, como precaución, prefiero que nadie venga. Me da algo si empiezan a los tiros y hay gente acá. No sé si han visto el informativo, pero está demasiado complicado”.
Las paredes de Cerro Norte cuentan una historia perturbadora a través de tags, insultos y mensajes destinados a intimidar a los vecinos o marcar a los llamados “sapos” – aquellos que son considerados delatores por las bandas.
En una de esas paredes, se podía leer “Lucio Sapo”, una advertencia explícita del destino que afrontan aquellos que rompen el código del silencio.
La noche del martes y la madrugada del miércoles cobraron vida con el ruido del “ambiente”, como los residentes describen el sonido característico de su comunidad. Balas resonaron en múltiples puntos, provocadas por el violento pulso de la disputa entre bandas criminales.
Policías investigan las 40 vainas recogidas al amanecer, tratando de desentrañar las narrativas ocultas tras los disparos que encontraron en las calles. “Se escuchó en todos lados, no sabíamos de dónde salían los disparos”, comentó una comerciante, reflejando la omnipresencia del peligro. Se cree que las balas no solo proceden de las calles, sino también que se disparan desde hogares, como un despliegue de fuerza sin víctimas reportadas hasta ahora.
El triple homicidio en Colón fue una señal escalofriante de las tensiones en la región. Un líder narco de Cerro fue el objetivo en un episodio donde menores formaban parte de su grupo. En pleno día, el sonido de disparos llevó a una clienta a pedir refugio en un comercio cercano. “Se escucharon desde acá, y una señora me pidió si se podía quedar un poco por si los tiros eran cerca de su casa”, relató una comerciante al diario El País.
“No sé qué es porque no me quiero meter, pero algo está pasando”, concluyó, describiendo el clima pesado que circunda cada interacción en las calles vigiladas frecuentemente por patrullas.
El panorama de inseguridad está siempre presente en Cerro Norte. Aunque los tiroteos son la principal preocupación, robos oportunistas también ocurren. Jóvenes se mezclan con escolares, buscando robar celulares. “Lo que más nos preocupa son los tiroteos”, relató una kiosquera, “pero a veces los muchachos jóvenes… aprovechan para robar celulares”.
Adentrarse en el barrio se ha convertido en una aventura a la que cada vez menos se animan: “Antes te adentrabas en el barrio, capaz que con un poco de miedo pero ibas. Ahora lo pensás dos veces”, explica una residente que también optó por el anonimato.
Los espacios públicos como la plaza Luis Tróccoli y la Plaza de Deportes número 10 están desolados. “Nos da miedo venir”, expresó un vecino. Aunque inconscientemente saben que los disparos no son dirigidos a ellos, la indiferencia de los que causan el estruendo no discrimina quién podría terminar lastimado.
A merced de las bandas narco
Las bandas en la región ejercen un dominio pesado sobre Cerro Norte, a pesar de la intervención del Ministerio del Interior. Los Colorados y los Suárez, conocidos por su despliegue económico y armamentístico, son los grupos principales cuyos cabecillas han enfrentado la prisión.
Tras el asesinato de “el colorado”, el comportamiento violento esperado no cambió la rutina del barrio. Sin embargo, otras bandas como Los Fernández-Albín y Los Calidad extienden su influencia incrementando sus actividades delictivas en el área.
Recientemente, Los Chineppes han ganado notoriedad. Su líder juvenil de 24 años fue el blanco de un triple homicidio en Colón. “Últimamente, habían estado bastante quietos, pero son una banda que se mueve y es reconocida en la zona”, observó una fuente policial citada por el mencinado medio, indicando la juventud relativa e inquietante de sus miembros. El intento de asesinato refleja la compleja red de lealtades y traiciones que definen la vida de estos jóvenes.
El trágico incidente donde tres adolescentes fueron emboscados y calcinados en un vehículo mientras acompañaban al líder de Los Chineppes resalta la brutalidad y vulnerabilidad a la que están expuestos los jóvenes reclutados en el narcotráfico. Tentados por promesas de dinero, armas y un lugar bajo el paraguas de las bandas, los adolescentes se encuentran atrapados en un ciclo del que pocos salen ilesos.
El enfrentamiento en el Chevrolet Aveo terminó con tres adolescentes muertos en el acto, mientras que un menor logró escapar herido y aterrorizado. La intensidad del momento fue tal que el auto se incendió, producto de los ataques o del uso de un líquido inflamable. Los relatos iniciales sugieren una emboscada calculada para eliminar al líder narco, un evento más en una lista de intentos de consolidar poder entre las bandas rivales.
La intervención policial y científica busca confirmar identidades y reconstruir los eventos devastadores de esa noche. Las familias, atrapadas en extensiones de dolor, esperan por respuestas mientras enfrentan el desafiante paisaje que impone la violencia en Cerro Norte.
Compartí tu opinión con toda la comunidad