Hermano de Sebastián Marset arrestado en Foz de Iguazú: Paraguay lo quiere para procesarlo
Diego Nicolás Marset Alba tiene 22 años y es hermano del peligroso narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset, quien tiene orden de captura internacional.
En una trama que mezcla intrigas fronterizas y conexiones internacionales, Diego Nicolás Marset Alba, de 22 años y hermano del controvertido Sebastián Marset, ha sido aprehendido por las autoridades brasileñas en la ciudad fronteriza de Foz de Iguazú. Este arresto cobra relevancia al tener tras de sí una orden de captura internacional activada por Paraguay.
Julio Maldonado, jefe de Interpol en Paraguay, fue el encargado de dar a conocer la captura de Diego Nicolás Marset Alba en la noche del martes 26 en la estratégica localidad fronteriza de Foz de Iguazú.
El origen de la orden de captura internacional está vinculado al caso denominado «A Ultranza Py», una operación destinada a desmantelar la red narco liderada por Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, en la que Sebastián Marset está involucrado.
El fiscal general paraguayo, Emiliano Rolón, indicó en declaraciones a Radio Monumental que se estudiará la relevancia, la participación y la situación jurídica en el país de detención de Diego Marset para avanzar con el proceso de extradición.
La situación familiar de los Marset ha sido el epicentro de la atención pública en las últimas semanas. Sebastián Marset, en un intento por separar a su familia de sus actividades delictivas, brindó una entrevista televisiva donde enfatizó que su esposa Gianina Troche no tiene vínculos con sus negocios, a pesar de ser investigada por lavado de activos.
Diego Marset, ahora detenido, también es buscado en Bolivia, y su cuñado, Sebastián Rossi, se entregó previamente después de una negociación que resultó en la adición de 8 meses a su condena por fuga. Otro personaje relevante tras las rejas es «El Colla», un piloto boliviano encargado de asuntos logísticos, junto con el guardaespaldas peruano de Marset, Yoshimar Cartagena.
Sebastián Marset, en una entrevista con Santo y Seña, reveló la complejidad de su situación al expresar: «Si mi familia tuviera garantías para entregarse en Uruguay, lo harían». La trama se enreda aún más, dejando entrever que detrás de la aparente calma familiar se esconde un entramado de secretos y conflictos que las autoridades intentan descifrar.
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