Proyecto Neptuno: OSE adjudicó proyecto Arazatí que costará más de US$950 millones a OSE
El consorcio “Aguas de Montevideo” está integrado por las empresas Berkes SA, SACEEM SA, CIEMSA y FAST LTDA, y construirá la planta privada conocida como “Proyecto Neptuno”.
Este miércoles pasado, el Directorio de Obras Sanitarias del Estado (OSE) emitió una decisión mayoritaria que marcó un paso controvertido en el desarrollo de la infraestructura hídrica del país. En la sesión se aprobó la adjudicación del proyecto destinado a la construcción de una avanzada planta potabilizadora privada en la estratégica zona de Arazatí, ubicada en el departamento de San José.
El grupo empresarial triunfador en esta licitación es “Aguas de Montevideo”, una coalición conformada por las destacadas firmas Berkes SA, SACEEM SA, CIEMSA y FAST Ltda.
El proyecto Neptuno tiene un costo estimado de unos US$250 millones, y propone tomar agua del Río de la Plata para potabilizarla y complementar el abastecimiento en el área metropolitana de Montevideo y Canelones.
Cómo funcionará el Proyecto Neptuno
En líneas generales, el proyecto abarca una serie de componentes clave en la zona de Arazatí, ubicada aproximadamente a 80 kilómetros al oeste de Montevideo. Estos elementos son fundamentales para garantizar el suministro de agua potable a la región metropolitana y su entorno. Entre las principales infraestructuras que comprende este ambicioso proyecto se encuentran:
- Toma de Agua: Se contempla la construcción de una toma de agua en la zona de Arazatí. Esta instalación desempeña un papel crucial al captar el recurso hídrico necesario para su posterior tratamiento y distribución.
- Planta Potabilizadora: En cercanía a la toma de agua, se prevé la edificación de una planta potabilizadora. Aquí, el agua cruda será sometida a procesos rigurosos de purificación para asegurar su calidad y aptitud para el consumo humano.
- Reserva de Agua Dulce (Pólder): Ante la posibilidad de episodios de salinidad en la fuente de abastecimiento, se proyecta la creación de una reserva de agua dulce, conocida como pólder. Esta reserva actuará como un colchón estratégico para satisfacer la demanda incluso en condiciones adversas.
- Terreno para Disposición de Lodos (Monorrelleno): La gestión de residuos también es un aspecto relevante. Se contempla la asignación de un terreno específico para la disposición final de lodos, utilizando la técnica del monorrelleno, asegurando así una gestión ambientalmente responsable de los subproductos del proceso de potabilización.
- Tubería Aductora de Agua Potable: Para llevar el agua potable hacia el Sistema Metropolitano de Montevideo, se planifica la construcción de una tubería aductora. Esta infraestructura permitirá la distribución eficiente del recurso hacia las zonas urbanas y suburbanas que lo requieran.
- Interconexión con el Recalque de Melilla: Se proyecta una interconexión con el sistema de recalque de Melilla. Esta conexión fortalecerá la capacidad de distribución y respaldo del suministro de agua en la región.
- Interconexión de Melilla a Cuchilla Pereira: Otra interconexión importante se establecerá entre Melilla y Cuchilla Pereira, ampliando la red de distribución y garantizando un flujo continuo de agua potable.
El proyecto Neptuno nos costaría US$950 millones
A pesar de los cuestionamientos, el presidente Luis Lacalle Pou y su administración insisten en que Arazatí será bueno para el país, especialmente en medio de la crisis hídrica que aqueja a la zona metropolitana de Montevideo y Canelones.
El pliego de licitación dice que podría costar no menos de US$253 millones, que podría aumentar dependiendo de ciertas circunstancias. El modelo de negocio propuesta supone que la empresa privada construya, financie y mantenga la planta mientras que OSE se verá obligada a pagar US$52.7 millones por año. Al final de los 20 años de contrato, habrá pagado US$950 millones.
Ortuño asegura que la gestión pública es la forma “más conveniente” para la gestión de esta potencial planta, ya que baja los costos operativos para OSE en unos US$25 millones por año. Al final de los 20 años, el Estado uruguayo se ahorraría US$480 millones aproximadamente.
Con estos números, asegura el frenteamplista, sería imposible mantener las tarifas sin que se vean afectadas por fuertes aumentos para los consumidores. Si se quedan así las facturas para los clientes, partiendo de que la inversión anual rondaría los US$70 millones, habría un déficit de unos US$1.700 al final de la licitación.
“Las opciones para cubrir el déficit generado por la instrumentación de ambos proyectos de iniciativa privada son aumento de tarifa, aportes del gobierno central o endeudamiento, que es el camino elegido en el presupuesto aprobado”, señaló el jerarca.
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