Reducir la jornada laboral aumenta la productividad y la calidad de vida, dicen los estudios

En la búsqueda constante de mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores y aumentar la productividad en los entornos laborales, surge un debate sobre la efectividad de reducir la jornada laboral en términos de horas y/o días por semana. Aunque esta idea puede parecer contraproducente para algunos, diversos estudios científicos respaldan la noción de que una disminución en el tiempo dedicado al trabajo puede tener efectos positivos tanto en la productividad como en la calidad de vida de las personas.

Un estudio realizado por la Universidad de Stanford analizó los efectos de la reducción de la jornada laboral en la empresa Treehouse, una compañía de tecnología que implementó la semana laboral de cuatro días de 8 horas. Los resultados revelaron que los empleados eran más productivos durante los días de trabajo y que su nivel de satisfacción general aumentó significativamente. Además, se encontró una disminución en el estrés y un mayor compromiso con el trabajo. Estos hallazgos sugieren que, al tener más tiempo libre, los trabajadores son capaces de descansar y recuperarse adecuadamente, lo que se traduce en un aumento en su rendimiento laboral.

Otro estudio llevado a cabo por el economista John Pencavel, de la Universidad de Stanford, analizó datos de la empresa británica British Telecom (BT), que implementó una reducción de la jornada laboral de cinco a cuatro días a la semana. Los resultados demostraron que los empleados no solo mantenían el mismo nivel de productividad, sino que incluso aumentaban su rendimiento.

Además, se encontró que los trabajadores presentaban una mayor satisfacción laboral y un equilibrio más saludable entre el trabajo y la vida personal. Estos resultados respaldan la idea de que una reducción en la jornada laboral puede llevar a un mayor compromiso y motivación de los empleados, lo que se traduce en una mejora en la calidad de su trabajo.

En un estudio publicado en la revista Scandinavian Journal of Work, Environment & Health, se examinaron los efectos de la reducción de la jornada laboral en los trabajadores de enfermería en Suecia. Durante un periodo de 18 meses, se implementó una semana laboral de 30 horas en lugar de la tradicional de 40 horas. Los resultados mostraron que los enfermeros experimentaron una mejora en la calidad del sueño, un menor agotamiento emocional y una mayor satisfacción con su trabajo.

Además, se observó una disminución en los errores médicos y un mejor cuidado de los pacientes. Este estudio sugiere que una reducción en la jornada laboral puede tener beneficios no solo para los trabajadores, sino también para los resultados y la seguridad en el ámbito de la salud.

Jornadas laborales más cortas mejoran la productividad y la creatividad

La evidencia científica también respalda la idea de que una jornada laboral más corta puede aumentar la creatividad y la innovación. Un estudio realizado por la consultora de recursos humanos Perpetual Guardian, en Nueva Zelanda, encontró que tras la implementación de la semana laboral de cuatro días, los empleados informaron una mejora en su capacidad para encontrar soluciones creativas y realizar tareas complejas.

Este resultado puede atribuirse al hecho de que una reducción en el tiempo de trabajo permite a los empleados tener más espacio para pensar y explorar nuevas ideas, lo que a su vez estimula la innovación en el entorno laboral.

Por ahora, sigue la discusión a nivel global y en algunos países ya se han aprobado legislaciones para reducir las jornadas laborales en cantidad de días o de horas, al tiempo que la productividad no se ha visto afectada negativamente. Esto desmonta el mito de que a más horas de trabajo más productividad.