“La coalición de derecha nos gobierna, junto con militares y representantes de iglesia neopentecostales, y son antiderechos”

Los colectivos representantes de las comunidades sexualmente diversas reivindican a lo largo de junio el Mes de la Diversidad, en todo el mundo, o al menos en países en donde no es ilegal manifestar una orientación sexual o identidad de género distinta a lo heteronormativo.

El 28 de junio, particularmente, es el Día Internacional del Orgullo LGBTIQA+ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, queer, asexuales y más) con la consigna de la visibilización de su existencia y de las luchas que aún están dando para obtener la igualdad total en derechos.

En entrevista con M24, la activista y profesora de literatura, Collette Spinetti Núñez, dijo que buscan dejar en claro “por qué seguimos luchando, por qué seguimos en pie” porque “somos seres humanos y debemos gozar de los derechos humanos como cualquier otra persona”.

Y agregó: “en sociedades como las nuestras, sobre todo en estas latinoamericanas, no transversalizadas por el imperialismo, por las religiones, por las filosofías más aberrantes, no todos los seres humanos pueden gozar de todos los derechos humanos”.

La académica entiende que Uruguay, en lo institucional, es un país vanguardista en temas de derechos humanos pero que, a nivel de la sociedad, “desde lo cultural y la cotidianidad hay un gran trabajo para hacer, una gran lucha para dar porque vivimos en una sociedad criminalizante, condenadora de todo aquello que se sale de lo esperado, que se sale de las hegemonías”.

Una coalición con militares y neopentecostales

La militante pro derechos reflexionó que la llegada del gobierno de Luis Lacalle Pou, que llegó al poder con partidos de derecha y ultraconservadores, supuso un cambio negativo para los colectivos LGBTQIA+, ya que mucha de la violencia institucional “dependen de la filiación política y religiosa de las personas, (…) en Latinoamérica y el Caribe hay un avance de las religiones unidas a los grupos anti-derechos, religiones anti-derechos unidas a grupos anti-derechos que viene arrasando con todo”.

“La derecha, y la coalición de derecha que nos está gobernando, con representantes militares, de las iglesias neo-pentecostales en el gobierno, evidentemente son anti-derechos, y lo demuestran todo el tiempo”, apuntó en la entrevista con el medio mencionado.

“Nosotres somos el cambio”

Otro importante activista por la diversidad sexual, Thomii Bertón, estuvo disertando en la ciudad de Flores en un encuentro del colectivo Ovejas Flores Diversidad, en donde recordó que ellos buscan un cambio urgente en pro del reconocimiento total de derechos.

“En cuanto a lo legislativo, Uruguay es un país de avanzada y ejemplo, sobre todo en Latinoamérica y el Caribe, en cuanto a lo legislativo, hemos avanzado mucho. Tenemos muchas políticas públicas y leyes que nos amparan, pero todavía no hemos dado la batalla cultural”, dijo. 

“Todavía tenemos grandes problemas para estudiar, conseguir un trabajo y hasta salir de nuestras casas y, sobre todo, en el interior del país estamos siempre peores. No sé qué sienten ustedes acá en Flores, pero yo siento que dependemos de Montevideo para muchas cosas”, acotó en una veta de su discurso hablando de la descentralización de las políticas, mientras en una gran pantalla a sus espaldas se venía una fotografía de dos personas trans.

Bertón aprovechó para explicar la diferencia entre una persona transexual y una persona transgénero: “las personas transexuales, hoy en día se reconoce que son las personas que hacen la reafirmación de género en cuanto a la genitalidad. Yo, por ejemplo, no soy transexual, tengo vagina, tengo ovarios y útero, soy una persona transgénero. Personalmente, me considero una masculinidad trans, porque la palabra hombre, para mí, conlleva un peso social que no quiero ni necesito, ni me representa. Yo reivindico un tercer género: soy trans. Mi expresión sí es masculina, pero sí soy trans”.

También recordó que existen las identidades no binarias, que son personas que no se identifican ni con ser hombres ni con mujeres. La llamada Ley Trans habla de las identidades no binarias, pero no las representa porque, en temas civiles, deben identificarse como masculino o como femenino. “La diferencia entre género fluido y género no binario es que las primeras fluyen entre ambos géneros, mientras que las otras no se sienten representada por ninguno de los dos”, acotó el activista.