Los fusilados de abril: “No ha existido voluntad ni de investigar ni de juzgar a los responsables de esta matanza”
El asesinato de los 8 comunistas de la seccional 20 del PCU es “de los crímenes más silenciados e impunes de nuestra historia reciente”, dice Virginia Martínez, escritora, comunicadora audiovisual y profesora de historia.
Virginia Martínez es profesora de historia, productora y realizadora de cine y televisión. Fue codirectora en TV Ciudad entre 1996–2000 y Directora de Canal 5 entre 2010–2015. Dirigió los documentales “Ácratas” y “Por esos ojos”, por lo que obtuvo numerosos premios nacionales e internacionales. Fue Directora de Producción de “La historia casi verdadera de Pepita la pistolera”, y escribió el libro “Los fusilados de abril ¿Quién mató a los comunistas de la 20?” en el año 2002.
Se cumplen 50 años del 17 de abril de 1972 y 20 años de la publicación de tu libro. Una primera reflexión 50 años después.
Releyendo el libro, cuantos vacíos quedan todavía y mucho más a 50 años de los hechos. Es un crimen de los más silenciados e impunes de nuestra historia reciente. Un hecho tan desproporcionado, por la magnitud de los hechos. A 20 años de la publicación, pero principalmente a 50 años de la matanza de la 20, surge claramente que no ha habido voluntad ni de investigar, ni de juzgar a los responsables penales de esta matanza.
Cuando estuve investigando, y aunque habían pasado muchos años de los hechos, lo que había era el recuerdo de una noche de “furia” y de horror.
El extinto líder del Partido Nacional Wilson Ferreira Aldunate, afirmó que lo ocurrido en la seccional 20 del Partido Comunista “no creo que la historia del país registre una tragedia mayor”.
Sí, dijo eso en su momento, y sin embargo su Partido (Nacional) no votó en el año 72 la formación de una Comisión investigadora y fue otra de las cosas que sorprende, no se llegó a tener quórum para formar una investigadora. Conviene resituar los hechos de ¿qué fue lo que pasó? No necesariamente todos conozcan lo que ocurrió allí. Hubo una matanza deliberada de 8 personas, de las cuales 7 murieron en el lugar, alguno de ellos se estaban desangrando, les llevó toda la noche morir, también fue herido un capitán del Ejército (Wilfredo Busconi) quién murió 2 años después. Lo hirieron y quedó con muerte cerebral. La violencia no fue solamente hacia de local de la Seccional 20 del PCU en Paso Molino, sino que abarcó a todo el barrio, la zona fue sitiada, se hicieron allanamientos masivos y detenciones. Cuando estuve investigando, y aunque habían pasado muchos años de los hechos, lo que había era el recuerdo de una noche de “furia” y de horror. Si miramos esos años desde el 70 y en particular abril del 72, lo primero que sorprende es como el episodio de la matanza de la 20 ha quedado como escindido de la fecha hito que es el 14 de abril. Se agota en la lógica de acción y reacción. El MLN que asesina a acusados miembros del Escuadrón de la Muerte y las Fuerzas Conjuntas que reaccionan en el asesinato de 8 militantes tupamaros. Es como que ahí cierran el ciclo, y además la instalación del Estado de Guerra Interno, y este episodio queda separado y silenciado de esta secuencia. Con el agravante que se trata de un ataque frontal y brutal a una colectividad política legal, que es el Partido Comunista. Hay una operación de silenciamiento, que es muy chocante por la crueldad y por la masividad del crimen.
El crimen de la 20, fue un hecho que merecería una investigación por parte del Estado.
¿Porqué en esa zona de Montevideo, porque en la 20 y quienes eran esos 8 obreros?
Es distinto el Paso Molino de hoy que el del 72 porque también es distinto el Uruguay de hoy que el del 72. Esta era una zona de cercanía de fábricas, de agrupaciones obreras, cercanía de un liceo combativo y problemático como lo fue el liceo Bauzá, donde había a menudo enfrentamientos entre jóvenes militantes de izquierda, en particular comunistas y jóvenes de ultraderecha integrantes de la JUP (juventud Uruguaya de Pie). Era el seccional más reconocido, emblemático, sentido y con una fuerte carga simbólica para los comunistas. En tanto se reunían la vertiente estudiantil y obrera, era un lugar clave, en el universo de militancia. Quienes murieron fueron 7 en el lugar y Cervelli que muere unos días después en el Hospital Militar. Se trataba de trabajadores, no todos eran militantes de la primera hora. El más reconocido es Luis Alberto Mendiola. Había algunos que hacía poco que se habían afiliado. Todos mueren injustamente, por la gran violencia que existía. El Partido Comunista hacía guardia en sus locales, como forma de proteger el lugar de reunión y de militancia.
No había armas ni enfrentamiento. Cuando hablo de silenciamiento, es porque 50 años más tarde, es inaudito que el Estado uruguayo no haya establecido una investigación que desmienta la versión de un comunicado militar.
Según tu investigación fueron acribillados ¿había armas en el lugar? ¿Hubo enfrentamiento armado?
No había armas ni enfrentamiento. Cuando hablo de silenciamiento, es porque 50 años más tarde, es inaudito que el Estado uruguayo no haya establecido una investigación que desmienta la versión de un comunicado militar. Claramente no hubo armas. En abril del 72 se estableció el mecanismo de los comunicados militares para informar sobre la lucha antisubversiva. Estos comunicados tienen una característica, son obligatorios y establecen una verdad de “piedra”, que no se puede discutir. Ellos establecieron que había armas, que hubo un ataque desde el local y que se fue a repeler ese ataque con 8 muertos del lado del Partido Comunista y un capitán Wilfredo Busconi, que quedó herido del lado de las fuerzas del ejército. Las autopsias establecieron las características de la muerte, hablamos de asesinatos con disparos en la cabeza, con heridas de arma blanca que responden a bayonetas. Hay un análisis de todos los cuerpos, que revelan la violencia del asesinato, es un nivel de desproporción, tan difícil de sostener la versión oficial. La 20 inaugura la era de los comunicados oficiales, comunicados que no se pueden controvertir, ni investigar y el Parlamento fue omiso, podría haber sido otro ámbito de investigación y no se hizo. En el libro lo pongo, la lectura de las actas parlamentarias de lo que fue aquel 14 de abril muestran la omisión sobre los hechos de muchos parlamentarios y muy teñidos por un gran anticomunismo.
No podemos establecer cómo se dio la orden de matar, y de quienes partió, de qué forma se organizó el operativo.
En el año 2004 se hizo denuncia penal sobre lo ocurrido en la Seccional 20 contra Juan María Bordaberry y contra policías y militares que participaron, pero dicha denuncia fue archivada ¿La investigación estableció quienes fueron los responsables? ¿El Escuadrón de la Muerte? ¿Las Fuerzas Conjuntas?
Por eso insisto en la gran impunidad de este crimen, y la impunidad tiene el aspecto penal que nunca nadie fue juzgado, pero la impunidad también es la ausencia y conocimiento de la verdad. En alguno de los crímenes de la dictadura se ha podido establecer procedimientos y participantes. Acá se sigue en la nebulosa, hubo participación de Caballería Nº 9, hay un personaje que no sabemos quién es, quizás sea un paramilitar, que aparece vestido de civil y que también aparece en la invasión del local de la calle Sierra, que era el local central de Partido Comunista y que fue dos días antes de los hechos (de la Seccional 20). No podemos establecer cómo se dio la orden de matar, y de quienes partió, de qué forma se organizó el operativo. Conocemos el operativo por sus consecuencias y por su propósito que fue llevar al Partido Comunista al mismo terreno de la sedición. No olvidemos que el Ministro de Defensa de la época, un mes después cuando informa sobre los operativos antisubversivos y rinde cuentas de los éxitos de las Fuerzas Conjuntas que se miden en detenciones, enfrentamientos, material incautado, pone a los comunistas de la 20 como subversivos caídos. Se dan operaciones que se dan en espejo y opuestas, la construcción de los uniformados caídos el 14 de abril, asesinados por el MLN como mártires de la democracia y a los obreros comunistas como subversivos caídos en una guerra. Son dos hechos que se dan en ese momento.
Actualmente desde el Partido Colorado y Agrupaciones de militares y policías retirados, hay una reivindicación de que el Estado reconozca el 14 de abril como “Día de los caídos en defensa de las instituciones democráticas”.
El 14 de abril fue la conmemoración más sentida por la Dictadura, el MLN asesinó a 4 personas que estaban acusadas de pertenecer al “Escuadrón de la Muerte”, este Escuadrón actuaba en el país, y era responsable de atentados, asesinatos y torturas, el propio 14 de abril se transforman en “soldados salvadores de la patria”. El Presidente (Juan María) Bordaberry convoca a la ciudadanía a participar del cortejo fúnebre y (Julio María) Sanguinetti, que era Ministro de Educación, los despide en la Plaza Independencia, él fue el creador de esta figura simbólica de salvadores. A partir de los años 80, la Plaza de la Bandera se transforma en lugar de memoria de la conmemoración. Esta fecha ha tenido todo un derrotero, porque también le corresponde a Sanguinetti como primer presidente de la democracia, le correspondió transformar el “Día de los caídos en la lucha contra la sedición” en “caídos en defensa de las instituciones” y lo que se está pidiendo es la restitución de la fecha, con la devolución del estatuto de defensores de las instituciones a estas personas civiles y militares que fueron acusadas de pertenecer al “Escuadrón de la Muerte”.
La denuncia penal sobre los hechos de la 20 fue presentada por familiares de los muertos no por el Partido Comunista ¿es así?
Pasó mucho tiempo, también sorprende que en un crimen de esa magnitud haya pasado tanto tiempo sin que se haya presentado una denuncia, efectivamente fueron los familiares con el apoyo de firmas que respaldaron el pedido, presentaron la denuncia ante la justicia y se archivó. Tampoco hubo una indagatoria que permita alumbrar más sobre los hechos. El crimen de la 20, fue un hecho que merecería una investigación por parte del Estado.
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