En 2020, Uruguay puso US$2.5 millones para asegurarse “prioridad” en la entrega de vacunas

A finales del año pasado, el gobierno de Luis Lacalle Pou anunciaba que «el primer semestre del año que viene posiblemente haya una vacuna», y el 13 de enero ampliaban la información ya con papeles en mano: «El presidente Luis Lacalle Pou decidió, en consulta con el Ministerio de Salud Pública y la academia científica, que Uruguay suscribiera el mecanismo COVAX de OMS/OPS para integrar la lista de países compradores de una vacuna validada por organismos contra la COVID-19″, decía a la prensa el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, ese día.

También, el alto jerarca decía que el Estado uruguayo había hecho una inversión millonaria, que se extrajo del Fondo Coronavirus, para «colarse» primeros en la fila. «Uruguay puso ya dos millones y medio de dólares para asegurarse tener prioridad en la entrega de las dosis de la vacuna y poder distribuirla equitativamente en la población», señaló.

El gobierno anunció también a final de enero que el total de vacunas adquiridas es de 3.75 millones, y que se aspira a inmunizar a 2.8 millones de personas. Lacalle Pou dijo en su anuncio del 23 de enero que «a finales de febrero y principios de marzo» llegarían 2 millones de vacunas de Pfizer-BioNTech y 1.75 millones de Sinovac.

El gobierno invirtió US$120 millones en estas compras, las cuales fueron aprobadas por unanimidad por el Tribunal de Cuentas. 

Al final de la fila

Lo cierto es que, al final, Uruguay no ingresó en el primer grupo de 18 países que recibirán vacunas contra el COVID-19 de este repositorio internacional. Los que sí serán los primeros en obtener lotes serán: Bhután, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Cabo Verde, Colombia, El Salvador, Georgia, islas Maldivas, República Moldova, Mongolia, Perú, Filipinas, Corea del Norte, Rwanda, Sudáfrica, Túnez, Ucrania, Cisjordania y Gaza.

El manejo de la pandemia en nuestro país fue elogiado a nivel mundial, y el presidente realizó una suerte de gira de medios por todo Latinoamérica para contar cómo la «libertad responsable» había sido su exitosa bandera. «Uruguay ganó tiempo. En un primer balance, estamos considerados en el mapa del mundo como una sociedad que es tomada como referencia porque hay una pandemia controlada con economía abierta, uso responsable de la libertad de las personas, con un Gobierno que lidera y toma medidas muy duras, pero que la gente entendió y comprendió. Eso tiene mucho que ver con los resultados de hoy», reforzaba en ese sentido Delgado en octubre.

Lo cierto es que, a pesar de todo lo positivo, ahora el Uruguay será el último de la región en obtener vacunas, y según dijeron a la prensa desde el mismo Ministerio de Salud Pública (MPS), aún no hay una fecha certera para la llegada de los primeros envíos.