Presidente de FANCAP: “La intención del gobierno es transformar las empresas públicas en una cáscara vacía”
Para Gerardo Rodríguez este es un momento complejo para los trabajadores de las empresas públicas.
¿Cómo ven Uds. desde la perspectiva del Sindicato el desempeño de ANCAP?
Nos encontramos en Bella Unión, y la coordinadora de sindicatos que gestiona ANCAP (1) ha resuelto hacer un conjunto de asambleas para analizar el rol de las empresas públicas, la concepción ideológica de este gobierno respecto a ellas, las contradicciones que existen y las luchas que se van a dar. Desde nuestra parte defendemos a las empresas públicas como garantes de derechos humanos fundamentales, de servicios públicos esenciales, como son el agua potable, la energía eléctrica, las comunicaciones y los combustibles. Desde nuestra óptica el gobierno intenta mercantilizar todos estos servicios. Proponen cambios profundos que nosotros enfrentaremos con mayores niveles de concientización y con organización. Nuestra intención será neutralizar la intención del gobierno de transformar las empresas públicas en una “cáscara vacía” que se aleje de su rol social y productivo. Es un momento complejo para los trabajadores de las empresas públicas
¿Cuál es el posicionamiento de FANCAP respecto a la derogación del articulado de la Ley de Urgente Consideración que aprobó el gobierno?
Tuvimos una participación activa en lo que fue la selección de los 135 artículos que nos proponemos derogar, dentro de esos 135 están los 4 referidos a ANCAP. El 235 que tiene que ver con un recorte de la potestad de ANCAP de poder incidir en la definición de la tarifa de combustibles, el 236 que remite a la URSEA el precio de paridad de importación, una nueva metodología que antes era un “valor referencia” y ahora pasa a ser un “valor determinante” en la definición de las tarifas. El 237 que propone un cambio profundo en el mercado de los combustibles y el 285 que intenta privatizar hasta el 49% de las empresas vinculadas. Para nosotros se juega mucho en la posible impugnación de estos artículos, y estamos muy involucrados, lo hacemos con compromiso y con esperanza.
Desde mi humilde punto de vista hay una visión miope, el artículo 237 da pie para la reforma de los combustibles, se está conociendo que se propone la eliminación de los subsidios al supergas, al flete, y propone también el cierre de plantas, y la eliminación de la mezcla del biodiesel con el gasoil. Esto representa el cierre de la planta ALUR – Capurro. A la vez plantea que ANCAP vaya retirándose de ALUR. Para nosotros es un profundo error decir que este no es un tema de los cañeros.
Hace unos días se conoció la posición del Secretario General de Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) (Sergio Pintado) que señaló que no estaban a favor de la derogación de la LUC y que apoyaban al gobierno ¿Cómo recibieron estas declaraciones?
Nosotros somos muy respetuosos de la decisión orgánica de cada sindicato, nadie discute la legitimidad de su secretario general (UTAA) pero no es UTAA la que está diciendo no adhiero a la recolección de firmas, sino que es la posición de su secretario general que no está refrendada por una asamblea. Para nosotros la asamblea es la fundamental. Desde mi humilde punto de vista hay una visión miope, el artículo 237 da pie para la reforma de los combustibles, se está conociendo que se propone la eliminación de los subsidios al supergas, al flete, y propone también el cierre de plantas, y la eliminación de la mezcla del biodiesel con el gasoil. Esto representa el cierre de la planta ALUR – Capurro y a la vez plantea que ANCAP vaya retirándose de ALUR. Para nosotros es un profundo error decir que este no es un tema de los cañeros. Es una mirada “miope” los trabajadores nos movemos en base a la solidaridad de clase. Es inadmisible que a un sindicato “hermano” le anuncien el cierre de una planta, que implica que quedan en “la calle” no solo 40 trabajadores de la planta de ALUR Capurro, sino que esa planta recibe la materia prima de COUSA y en ese eslabón de la cadena trabaja mucha gente que verá comprometida su fuente de ingresos. También está los trabajadores ligados al transporte, y a la materia prima. Por lo tanto, son muchos puestos de trabajo que se están perdiendo y no nos entra en la cabeza que un sindicatos diga “a nosotros no nos importa” porque no nos toca. Además hay una falta de mirada estratégica, de no darse cuenta que lo que le pasa a ALUR en Capurro, en el día de mañana le pasará a ALUR Paysandú y luego a ALUR Bella Unión (Artigas) es un tema de tiempo. También le pasará a los trabajadores de ANCAP, a los de la industria del cemento, y en un plazo mayor si no frenamos esta embestida del gobierno. Va a los trabajadores de la logística y de la Refinería de la Teja. Es una cuestión de todos. Y a nosotros nos sensibiliza esta situación. Tenemos que tener una mirada estratégica para darnos cuenta que lo que están desmontando, es todo lo que tiene que ver ANCAP como proyecto social, y productivo en el caso de Bella Unión.
Con la pandemia hay una situación de descalabro y de freno y tenemos la necesidad de reactivar la economía, muchos países lo que están haciendo es promoviendo la inversión pública como forma de salir del estancamiento económico, de dinamizar el mercado interno y de generar puestos de trabajo.
Respecto a la situación del portland, distintos informes indican que las pérdidas de la industria cementera son millonarias y no de ahora sino de hace más de 20 años. ¿Ud. no ven comprensible que el gobierno se plantee cambios?:
Nosotros somos los primeros interesados en que la situación se revierta, para revertir la situación hay que terminar con las inversiones. Se hicieron muchas, en los últimos 15 años, pero quedó pendiente la instalación del “Horno 3” que nos permitiría bajar de forma sustancial el costo de producción y así terminar con las pérdidas. De hecho en los últimos tiempos, esa tendencia se revirtió, no solo se frenó el aumento de las perdidas, vamos camino a detenerlas. Para salir de esta situación en forma definitiva, se debería invertir en la instalación del Horno 3 en Paysandú. Sabemos que es un momento complejo y en el Presupuesto Nacional no se tuvo en cuenta esa inversión que a nuestro criterio es imprescindible que se haga. Con la pandemia hay una situación de descalabro y de freno y tenemos la necesidad de reactivar la economía, muchos países lo que están haciendo es promoviendo la inversión pública como forma de salir del estancamiento económico, de dinamizar el mercado interno y de generar puestos de trabajo. Paysandú es uno de los departamentos más golpeados, sería una forma de reactivar la economía. Además posicionar a ANCAP en el tema del cemento, para estar en condiciones de industrializar una riqueza que tiene el país de diez mil millones de dólares en piedra caliza y hacer que esa actividad no siga dando pérdida. Es fundamental que en el país se resuelva el déficit de vivienda que ronda las 70 mil. Es importante resolver el rezago en infraestructura, y el país tiene esa riqueza, lo que falta es hacer las inversiones para poner toda esa riqueza que tiene el país al servicio de todo el pueblo uruguayo. Y que no se siga perdiendo dinero porque lo que tu decís es así, no se puede seguir perdiendo dinero, pero para eso hay que hacer la inversión en el Horno 3 de Paysandú.
Uruguay tiene una riqueza de diez mil millones de dólares porque no deberíamos invertir un 1% para industrializar esa riqueza. Les preguntaría a los uruguayos ¿si tuvieran esa riqueza, la compartirían con un privado?
¿Por qué desde la gremial de ANCAP se rechaza la asociación con privados desde el Poder Ejecutivo se señala que hay una “demonización” de esta posibilidad, cuando en realidad podría ser muy beneficiosa para la empresa pública que está en esta situación con su empresa cementera?
Uruguay tiene una riqueza de diez mil millones de dólares porque no deberíamos invertir un 1% para industrializar esa riqueza. Les preguntaría a los uruguayos ¿si tuvieran esa riqueza, la compartirían con un privado? Sí el Uruguay tiene como país esa riqueza, lo que corresponde es que haga esa inversión y que de alguna manera vuelque el resultado de esa industrialización de la piedra caliza en desarrollo de infraestructura y neutralizar ese rezago. Para que la haga un privado y regalarle esa riqueza, nosotros lo que defendemos es que la haga el Estado y que se vuelque en beneficio de los uruguayos
¿Sucede que demasiados negocios que tiene ANCAP son una carga para el Estado Uruguayo?
No se me ocurre que negocios podrían ser una carga, creo que ANCAP tiene un rol fundamental en el desarrollo social y productivo. Las empresas públicas hay que pensarlas como el sostén de los más desprotegidos, no tiene la lógica de una empresa privada, en el imaginario capitalista una empresa tiene que perseguir el lucro y la ganancia. Las empresas públicas fueron concebidas con otra concepción, tiene otro cometido. Pensemos en el costo del combustible, tiene una pata que tiene que ver con el costo del crudo y el tipo de cambio, donde no podemos incidir, tiene otra “pata” que tiene que ver con la recaudación de impuestos, que en el caso de las naftas es bastante más lo que se vuelca a Rentas Generales que lo que se vuelca a ANCAP, pero también hay que reconocer que ese dinero que se recauda a través de los impuestos sostiene el desarrollo de políticas de salud, educación, vivienda y seguridad social. Nosotros planteamos que se sustituya parte de esa carga impositiva por otros impuestos, ejemplo: aumento del IRAE en algunas actividades que son muy dinámicas, no desconocemos que hay sectores productivos que están pasando dificultades, pero también tenemos la certeza que hay sectores que están pasando muy bien. Un ejemplo el sector cárnico. En 2019 se batieron record de exportaciones en cantidades y en precios. Esos sectores tienen una capacidad contributiva mayor. Para bajar los combustibles hay que bajarle el IVA e IMESI que es un impuesto recesivo y sustituirlo por una mayor carga de IRAE y una actualización del impuesto al patrimonio. Y la tercer “pata” es el rol social que cumple ANCAP me refiero al subsidio al boleto, hoy los uruguayos pagan menos boleto debido al subsidio. Si bien la nafta y el gasoil tiene los precios más altos de la región, hay un subsidio al supergas que hace que sea de los más bajos de la región, de esto no se habla mucho. Hay una política pública que utiliza un instrumento de subsidio al supergas que permite que ese beneficio le llegue a la población de menos ingresos. Hay un subsidio al flete para que todos paguemos el combustible al mismo precio y también hay un subsidio a la actividad de los biocombustibles. El Estado hace una inversión de 100 millones de dólares por año para dar una respuesta a un sector de la población que ha sido históricamente castigado y que no tiene emprendimiento privado que de alguna manera le den la posibilidad a la gente de Bella Unión para poder tener un trabajo digno. Ahí está el Estado, donde no llega el mercado, como sociedad lo asumimos, que es un compromiso con una fuerte compromiso social, tiene que ver con la esencia de los entes autónomos, no es algo redituable, no se hace para ganar dinero sino para ser “el escudo de los más débiles” como se concebía de los tiempos del batllismo. Los entes autónomos, las empresas públicas, ANCAP en este caso, lo que hacen son políticas públicas que no tienen un rédito económico, pero sí un retorno social con una mirada socioeconómica beneficiando a los sectores de menos ingresos
Desde 2001 a la fecha, han pasado 20 años, los trabajadores el Estado no han sufrido las inestabilidades que sí han sufrido los trabajadores del sector privado. Mucha gente piensa que los trabajadores del Estado y aún más los de las empresas públicas son privilegiados, por salario, por estabilidad laboral incluso cuando esas mismas empresas dan pérdidas o dan servicios deficitario.
Lo que vos decís es verdad, todos deberíamos tratar de qué los trabajadores tuviesen, independientemente que sean públicos o privados, estabilidad y un salario digno. Tenemos que generar condiciones para que los que no tienen estabilidad, la tengan no llamaría que los públicos tienen privilegios, sino fortaleza de la estructura que sí tenemos los públicos, que de alguna forma deberían tenerla todos los trabajadores. El trabajo debe tener la fortaleza de un desarrollo humano, a mi entrar a trabajar en ANCAP me permitió planificar mi vida, a mediano plazo y a hacer cosas que como ser humano me permitió un salto de calidad. ¿Está mal eso? o deberíamos luchar para que los que no lo tienen puedan proyectar su vida, sobre una certeza mayor a la que tienen. La cuestión es, deberíamos luchar para que los trabajadores tengan las garantías para poder desarrollarse en su vida, y con su familia. Que en el trabajo se pueda garantizar la estabilidad, y no la inestabilidad.
¿La conflictividad actual FANCAP la tiene con el Directorio de la Empresa, con el Ministerio de Economía o con la OPP?
El contraste está en la filosofía de interpretar la vida, de dos modelos de país, uno que lleva adelante el gobierno, especialmente el herrerismo y su lógica del mercado, y el desarrollo a full del sistema capitalista. Donde el mercado define las condiciones socioeconómicas del país, y otro es un modelo de desarrollo donde el Estado sea el que incide, y que garantice derechos de equidad, de posibilidades al conjunto de la sociedad. Lo que vivimos hoy es que el Estado se retraiga, que esté disminuido, y que sea el mercado el que rija la vida de la sociedad. No decimos que el Estado tenga que hacer todo, pero sí que tiene que estar presente donde no hay condiciones para garantizar los derechos humanos, en el sentido más amplio
- Coordinadora de Sindicatos de ANCAP
SOCA – UTAA – STAA – STIQ – FUECYS – SUNCA – UNTMRA – SUTS – SUTCRA – SED – ANCAP
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