Detuvieron en Uruguay a prófugo argentino acusado de disparar con un mortero en una manifestación
Sebastían Romero había escapado a Brasil después de que quedó registrado el momento en que disparó con un mortero casero en medio de una manifestación contra el gobierno de Mauricio Macri en la que habían miles de personas.
Sebastián Rodrigo Romero, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) de Argentina, y que estaba prófugo de la justicia de ese país desde 2017, fue detenido en Uruguay cuando intentó a ingresar desde Brasil por la zona del Chuy.
Romero fue registrado en video y fotografías cuando disparaba con un mortero casero atado a un palo contra la policía porteña frente al Congreso de la Nación, en medio de las protestas contra una reforma previsional impulsada por el entonces gobierno de Mauricio Macri.
El hombre pasó dos años prófugo con una recompensa de 1 millón de pesos argentinos pesando sobre su cabeza y una circular roja de la Interpol. Fue capturado en un campo en Chuy, en el departamento de Rocha, después de varios meses de investigación y de una primera búsqueda en territorio brasileño.
Sebastián Rodrigo Romero tiene 35 años, fue delegado de General Motors en la ciudad de Santa Fe y se lanzó como precandidato a diputado nacional por su partido sin éxito.
Exigen su liberación
Un colectivo de organizaciones argentinas, entre las que figura el PSTU, exigieron la «inmediata libertad» al detenido, aduciendo que se trata de una «persecución». «El compañero Sebastián Romero ha sido perseguido por la justicia argentina, como castigo por haber participado en la inmensa movilización de trabajadores y trabajadoras del 18 de diciembre de 2017 contra la reforma previsional impulsada por el gobierno de Macri, que fue violentamente reprimida por las fuerzas de seguridad», se lee en un comunicado publicado por el partido.
«Hace 29 meses que Sebastián, declarado prófugo por el poder judicial, no puede ver a su familia, ni a sus amigos y amigas, ni a sus compañeras y compañeros de trabajo en la General Motors, ni a sus compas de militancia por no querer entregarse a una justicia que ya lo había condenado anticipadamente», continua el documento.
Reclamaron al gobierno uruguayo la «inmediata extradición» a Argentina y al gobierno argentino «tomar las medidas pertinentes que impulsen el cierre de la injusta causa que permitió su persecución»,
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