Sindicato Médico vuelve a recomendar cuarentena general obligatoria hasta el 12 de abril
El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) vuelve a recomendar al Gobierno que decrete la cuarentena general y obligatoria hasta el 12 de abril, inclusive, para tener un control sanitario epidemiológico del COVID-19.
El presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Gustavo Grecco, convocó a una conferencia de prensa para explicar las medidas que ya plantearon al Ministerio de Salud Pública (MSP), con el ánimo de contribuir a frenar la difusión masiva del virus y evitar la afluencia de pacientes de forma abrumadora al sistema de salud, como ocurren en distintos países en el mundo.
El plan del SMU, para evitar la propagación del coronavirus COVID-19 consta de tres etapas: Cuarentena general hasta el 12 de abril sin paralizar la economía, el desarrollo de la cuarentena (extremar el trabajo para producir y distribuir kits de diagnóstico), y desarme progresivo, programado y estructurado de la misma.
Propuestas
Fase 1. Cuarentena general
Decretar una cuarentena general que rija hasta el 12 de abril inclusive lo cual implica limitar al máximo posible de circulación de personas.
El objetivo es tener un control sanitario epidemiológico y se basa en las medidas ya tomadas por otros países que atraviesan situaciones críticas por demorar en tomar decisiones acordes lo que incrementó el problema.
Se estima que la instalación de la cuarentena en forma paulatina no es adecuada como ha sucedido en otros países, Por ello se propone una medida radical en el inicio, acompañando la suspensión de clases y eventos públicos, y manteniendo los servicios esenciales. Esta medida demostró ser el mecanismo más efectivo para disminuir en forma drástica la transmisión del virus.
En esta etapa es necesario que desde el Gobierno se establezcan las condiciones y los sectores de la economía considerados esenciales, a través del equipo conjunto entre el Ministerio de Economía, el Banco Central y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
Una vez que se determinen esos sectores, que deberán estar ligados a la producción y provisión de alimentos, medicinas y recolección de residuos, deberán permanecer en funcionamiento parcial o total durante el tiempo en que rija la cuarentena general.
Se sugiere la intervención de otros actores como el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Desarrollo, el Banco de Previsión Social y el Ministerio de Transporte para coordinar los aspectos sociales y laborales.
La implementación de esta etapa de cuarentena general le permitiría al Sistema Nacional Integrado de Salud organizarse para afrontar de forma adecuada esta crisis sanitaria, y en donde las autoridades competentes, y en especial la Junta Nacional de Salud (JUNASA) deben dar directivas claras a los prestadores para lograr mejores resultados.
Fase 2. Desarrollo de la cuarentena
Se debería extremar el trabajo para desarrollar, producir y distribuir kits para el test diagnóstico y poder así tener una amplia disponibilidad.
Es fundamental que desde el Gobierno se encuentren los mecanismos necesarios para el desarrollo de los test diagnósticos del COVID-19 en nuestro país, lo que mejorará su disponibilidad y acceso.
Cada prestador debe dar las pautas de estimación y utilización racional de los recursos humanos y materiales priorizando la atención extrahospitalaria, así como que se oriente la atención hacia la teleasistencia.
Se deberá reorganizar el trabajo del personal sanitario y rediseñar las áreas de asistencia para los pacientes contagiados así como asegurar las medidas de bioseguridad.
El rediseño de las áreas asistenciales, las áreas de bioseguridad y la protección para el personal de salud, son aspectos clave para mantener la estructura sanitaria y hacer frente a la crisis.
Fase 3. Desarme progresivo, programado y estructurado de la cuarentena
Una vez que se cumplan las etapas previas y de acuerdo con las posibilidades amplias de realizar los test, se deberían diseñar estrategias de testeo por sectores de población, pacientes, contactos y grupos de personas según modelos ya implementados en otros países, como por ejemplo Corea del Sur.
Se trata de por un lado mantener aislada a la población vulnerable, y por el otro que haya un desarme progresivo y monitoreado de la cuarentena así como un testeo permanente para evitar el avance del virus y contar con dispositivos asistenciales desarrollados para dar respuesta a los casos graves que requieren contingencia.
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