Iglesia Metodista rechaza llamado de Sturla a orar por el gobierno porque viola la laicidad
Los metodistas no participarán en el llamado que hizo el cardenal Sturla a reunirse en la Catedral de Montevideo el 2 de marzo para orar por los gobernantes.
La Iglesia Metodista del Uruguay (IMU) rechazó el llamado que hizo el cardenal católico, Daniel Sturla, a una gran jornada de oración por los gobernantes en la Catedral de Montevideo, debido a que entienden que eso viola la laicidad del Estado.
Según una carta escrita por el pastor de la IMU, Raúl Sosa, la oración es una práctica inherente al cristianismo porque «es un mandato bíblico y porque es una maravillosa posibilidad de encuentro en amor y de comunión con Dios» pero mezclar la libre práctica de la religión con la política «afecta la laicidad».
Según Sosa, la separación entre iglesias y Estado «es un valor muy preciado en nuestro país que garantiza la convivencia pacífica de las diversas corrientes de pensamiento y religiosas en la sociedad a la vez que viabiliza la libertad de pensamiento y de culto».
«Creo que no se debería participar en dicha convocatoria en la Catedral porque con dolor hemos visto a lo largo de toda la historia de la Iglesia cómo ella se ha separado de Dios y distorsionado el evangelio cuando de una u otra manera se ha aliado al poder. La Iglesia debe guardar esa distancia crítica con el poder, propia del rol profético que siempre está llamada a cumplir para beneficio, en este caso, del propio Gobierno y poder político, y de manera especial y preferencial para beneficio de los sin poder, vale decir, de los que más sufren, de los pobres y postergados», añadió.
Cada cosa por su lado
El pastor aprovechó la carta para criticar algunas acciones que considera violatorias de la separación entre religión y política establecida en la Constitución de la República.
«en los últimos años, se ha podido ver cómo sectores que actualmente integran la Coalición de Gobierno, junto con algunos líderes de la Iglesia Católica y de iglesias evangélicas, han llevado a cabo acciones políticas y ceremonias religiosas que ignoran la sana separación de la Iglesia y el Estado, esencial en la laicidad.
Agregó algunos ejemplos para fundamentar sus críticas:
– Las misas en el día del Ejército celebradas en la Catedral con la presencia y participación activa de la plana mayor de las Fuerzas Armadas, quienes asistieron con sus uniformes y escudos que representan al Estado nacional.
– La reinauguración de una capilla católica en un hospital público que pertenece y es financiado por el Estado.
– Actos proselitistas durante la campaña electoral, previo a las elecciones internas, en templos y en el marco de celebraciones religiosas en algunas iglesias evangélicas.
– Financiación y utilización de la infraestructura eclesial en la campaña política como claramente vimos en la Iglesia Misión Vida.
El líder de los metodistas aclaró que la laicidad no implica que los gobernantes y los líderes religiosos no puedan trabajar en colaboración mutua, algo que la IMU ha hecho en los últimos años vigilando a los sectores más vulnerables de la sociedad, pero que ese tipo de acciones deben llevarse a cabo velando con especial cuidado que no se entre en una «conjunción de intereses».
«Esta conjunción de intereses parece verse reforzada por el hecho de que también algunos sectores de la Coalición de Gobierno han apelado a un discurso, basado según ellos en los valores más profundos de la moral cristiana, para sostener posturas que vulneran los derechos humanos y para oponerse a lo que se ha denominado ‘nueva agenda de derechos'», continuó Sosa.
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