Nin Novoa dijo que en el “Caso María” se deben tener en cuenta los derechos del niño

Este miércoles debía procederse a la entrega de la niña a su padre, en un “punto familiar”, sin embargo, la jueza determinó aplazar la fecha de entrega.

María y su hija de 7 años se encuentran aún en el Consulado uruguayo en Barcelona.

En dicho marco, el canciller, Rodolfo Nin Novoa, dijo que la obligación de los consulados uruguayos, como de los demás países del mundo, es velar por los intereses de sus ciudadanos.

“En este caso tenemos una situación judicial que no compromete a los gobiernos porque los poderes judiciales son independientes. Estamos a la espera de una determinación de la jueza”, dijo.

Remarcó que este miércoles trascendió que aún no hay un punto de entrega de la niña.

“Aspiraríamos, por el bien de la niña, a que exista una solución intermedia, como ha ocurrido en tantos casos cuando existe un diferendo grande entre padre y madre, que podría ser que la niña se quede con los abuelos, pero eso no está en nuestras manos”, manifestó el secretario de Estado.

También expresó que Uruguay no quiere que la Justicia española tome acciones contra la madre, por desacato.

“No la vamos a echar, estamos esperando que la jueza allane el camino para una entrega, de acuerdo a los derechos del niño, que es lo que hay que tener en cuenta”, aseguró Nin Novoa.

El caso

El caso se conoció en 2016 cuando la madre de la pequeña denunció en España al padre de su hija por violencia doméstica y abuso sexual, y viajó a Uruguay con la pequeña.

La Justicia uruguaya impuso al padre la prohibición de acercamiento tanto a la niña como a su madre, quien quedó a cargo de la tenencia provisional de su hija. También consideró que no había elementos para comprobar o descartar el abuso sexual.

En junio de 2018, la Suprema Corte de Justicia determinó que la niña debía volver a España junto a su madre, porque había salido del país de forma ilegal y sin el consentimiento del padre.

En España continuó el proceso judicial para determinar quién debía quedarse con la tenencia.

La jueza del caso resolvió otorgar la tenencia de la pequeña uruguaya al padre. En primera instancia dictaminó que la mujer debía llevar a su hija al Consulado uruguayo para que la recogiera su progenitor.

Sin embargo, el cónsul de Uruguay, Juan Pablo Tagliafico, notificó al hombre que no entregaba a la niña porque no es competente para ejecutar una sentencia española.

Madre e hija permanecen en el Consulado uruguayo en Barcelona.